La primera parte de esta serie la tenéis aquí.
Valencia, febrero de 2008
(¿Febrero? ¿Ahora me venís con esto? Pero, ¿por qué seguís utilizando el correo postal?)
Estimado amigo:
Desde el Gobierno Valenciano queremos agradecerle las aportaciones a través del cuestionario que le remitimos en diciembre. Gracias a ellas hemos podido conocer mejor parte de sus inquietudes,
(Vosotros sí que me inquietáis...)
su conocimiento de las noticias de nuestra Comunidad
(Hombre, teniendo en cuenta que desde que escribisteis la carta esta he estado dos veces por allí, pues te diré)
y cómo podemos mejorar nestra relación con los valencianos en el exterior.
(Desapareciendo, tíos. Para lo que hacéis, desapareciendo)
Queremos que también sea partícipe de los resultados de la encuesta, razón por la que le adjunto un resumen con los aspectos más destacados.
Sin duda tomaremos en consideración sus sugerencias para que cada vez nuestra relación sea más fluida y para que vuestra participación, tanto en los actos que se realizan en nuestra Comunidad como los que se llevan a cabo en los países en los que residís, sea más intensa.
(¿Sugerencias? ¿Como la de que comencéis a usar el correo electrónico para enviar las cosas? Pues si hacéis a todas las sugerencias tanto caso como a ésa, estamos apañados con vosotros)
En este año que hemos comenzado,
(Y tanto que lo hemos comenzado)
la Comunidad Valenciana va a ser sede de importantes eventos internacionales, como son los Mundiales de Atletismo
(¿Los de hace cuatro meses?)
y la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 en Valencia, o la Volvo Ocean Race en Alicante, Además, como sabe, se acercan nuestras fiestas más especiales, la Magdalena en Castellón, las Fallas en Valencia y poco después las Hogueras en Alicante. Como medio de participación ciudadana inmediata tenemos las elecciones generales del 9 de marzo, en las que su participación será decisiva.
(Sobre todo si alguien envía las papeletas electorales a tiempo, juláis. O si no empadronáis a la gente fraudulentamente donde no le toca, como a un servidor ¿Participación decisiva? Y un cuerno)
Estamos convencidos de que nuestra relación se está afianzando cada día más.
(Sí, claro, con ese instrumento de comunicación tan potente, la carta personal escrita cuatro meses antes de que llegue al destino, no me extraña que nuestra comunicación se afiance)
Es nuestro compromiso con todos los valencianos, uno de nuestros principales objetivos. Reitero mi agradecimiento personal y el de todo el Gobierno Valenciano.
Un saludo muy cordial.
Rafael Blasco Castany
(Vaya, el "Chaquetas" sigue en plan comunicativo. En fin, vamos a ver los resultados de la encuesta)
RESUMEN CUESTIONARIO VALENCIANOS EN EL EXTERIOR
La práctica totalidad de los valencianos exteriores en el exterior que respondieron a la entrevista (90%) han recibido correspondencia de la Generalitat Valenciana en los últimos meses, siendo las Felicitaciones navideñas y la invitación a votar los principales contenidos de información.
(Y, si el 10% restante no recibió correspondencia, ¿cómo demonios respondió al cuestionario ése?)
El interés de mantener la relación con la Generalitat Valenciana es muy elevado (89%); considerándose que el volumen de correspondencia actual es insuficiente, y siendo el correo ordinario el principal canal de comunicación; aunque internet toma forma entre los más jóvenes.
(¿El correo ordinario? ¿Estáis de guasa? Bueno, no me extraña, si confundís el correo electrónico con internet)
Las actividades que la Generalitat Valenciana realiza sobre los valencianos residentes en el exterior tienen un menor grado de notoriedad (14%), siendo el "Avión Fallero", el Programa "Volver", "Conoce tu Comunitat" y los encuentros CEVEX, los más conocidos.
(¿14%? Aún me parece mucho)
Más de la mitad de los valencianos residentes en el exterior (52%), están satisfechos con estas actividades, aunque sugieren incrementar la información, ofrecer ayudas y becas, emitir programas de la Comunitat Valenciana o conocer historias sobre otros valencianos.
(O sea, que un 14% conoce las actividades, pero un 52% están satisfechos con ellas. Aaahhhh... digo yo que os estará creciendo la nariz tanto que tendréis que apartar la pantalla del ordenador)
Los CEVEX son conocidos por uno de cada diez valencianos, que en su mitad son miembros de alguno de ellos, participan activamente y contactan con personas asociadas a otros Centros valencianos.
(Debo reconocer que ha picado mi curiosidad y he buceado un poco para ver qué era eso de los CEVEX. Ajá: Centros Valencianos en el Exterior. No tienen página web. Claro. Pero he encontrado, tras mucho bucear, esto... cualquier parecido a una red mundial es pura coincidencia ¿Uno de cada diez? Ni de coña. Jo, y resulta que además fui miembro -efímero- de uno de esos centros. Claro que entonces aún no existían los CEVEX. Lo que nos reíamos de los panfletos que nos llegaban en algo parecido al valenciano...)
Nueve de cada diez valencianos residentes en el exterior manifiestan su sentimiento de personalidad valenciana.
(Lo que me extraña es que diez por ciento restante se haya molestado siquiera en contestar a la encuesta, si no se consideran valencianos)
* * *
Hasta aquí, don Rafael Blasco Castany. A partir de aquí, Alfor von Buchweizen, que es más lanzado que nadie, va a dedicarse a la tarea de fundar un CEVEX en Moscú. Comenzaremos por una carta a la Consellería. A diferencia de ellos, yo lo haré por correo elctrónico. Manías mías.
Todo lo que se cuenta aquí debería tomarse con sentido del humor. Si usted no se ve capaz de hacerlo, y aun así persiste en entrar y leer, sepa que no va por usted, que lo que se cuenta está fuera de contexto y que incluso es posible que no sea ni verdad.
lunes, 30 de junio de 2008
viernes, 27 de junio de 2008
Más dura fue la caída
Dicen que la forma más simple de poner contento a alguien es quitarle una cosa que le guste y luego devolvérsela. Sin embargo, paralelamente, seguramente la forma más fácil de hacer infeliz a alguien es darle a alguien una cosa que le guste para luego quitársela.
Y eso es lo que les ha pasado a los rusos. Los rusos se veían ya en la final... qué digo en la final, los rusos se veían ya levantando la copa de campeones de Europa y, de paso, humillando a las selecciones española, que le había dado una somanta de espanto en la fase de grupos, y luego a la selección alemana. Para aquéllos que a estas alturas no lo tengan claro, nada hay más excitante para un ruso que humillar a un alemán. Vamos, que si ponen a un ruso delante de una botella de vodka llena y de un alemán atado y le dicen que puede elegir entre trasegarse la botella o darle de leches al alemán, le estamos poniendo ante una elección durísima.
En lugar de eso, los rusos se han llevado una segunda somanta de aquí te espero a manos de la misma selección española que ya les había pasado por encima. De los ocho goles que les han metido a los rusos en todo el torneo, siete se los han metido los españoles.
Por fortuna, la paliza fue tan clara que a los aficionados rusos no les ha quedado otra que felicitar a los españoles. La corrección que están mostrando les honra, pero está clarísimo que la quina que han tragado va por dentro. Me han llamado un par de veces para felicitarme y yo he hecho como que me acababa de enterar del resultado sin darle la menor importancia. No es cosa de presumir cuando estás en minoría, tanto más cuanto que, efectivamente, la importancia que le doy yo a eso es bastante poca.
- Le llaman por teléfono.
- ¿Quién?
- Eduard Rigobertov.
- Ah, vale.
- ¿Eduard?
- ¡Alfor, enhorabuena por la victoria!
- ¿Victoria? ¿Hemos ganado?
- ¡No me digas que no lo sabes! Sí, sí...
- Bueno, sí, el resultado sí que lo sé, pero ya sabes que yo no le doy mucha importancia a esto. No vi el partido, que era muy tarde (mentira cochina).
- Yo tampoco le doy importancia (otra mentira cochina). Pero bueno, ya ves, es la vida.
- ¿Y estuvo bien el partido?
- No, fue muy malo. Muy malo.
- ¿Sí?
- Sí. Yo, en cuanto les vi las caras al salir, ya me dije que éstos no iban a ganar. No tenían ganas. Y, claro, cuando no se tienen ganas de ganas, no se gana. Pero, bueno, no pasa nada.
Y un jamón con chorreras.
La palabra rusa para designar al aficionado cobra ahora todo su significado. En España, a los partidarios de un equipo deportivo, sobre todo de fútbol, les llamamos la "afición". Creo que en Hispanoamérica les llaman "barra". En todo caso, tiene una connotación de entretenimiento superficial, aunque, viendo las barbaridades que pasan en España, algunas recientes, nadie lo diría.
Los ingleses, por ejemplo, hablan de "supporters", o de "hooligans", ésta última cuando la cosa pasa de castaño oscuro. Y los alemanes, que no son muy dados a exteriorizar sus sentimientos, hablan simplemente de "Zuschauer" (o sea, pura y duramente, espectadores); para expresar un sentimiento más íntimo con su equipo han tenido que adaptar la palabra inglesa e inventar "Fanaten", que se entiende bastante bien.
En ruso, no.
En ruso, la palabra para designar a la afición es "bolelschiki" (болельщики), y su traducción más literal es "dolientes". La raíz es todavía más elocuente: "bol'" (боль), dolor. Aquí, la gente se aficiona a un equipo para sufrir, y la propia etimología ya da a entender que lo consustancial a seguir a un equipo son los disgustos que conlleva tal condición. De las alegrías la palabra no dice nada.
Y así es como están ahora los rusos que sienten el fútbol y que son muchísimos: dolidos, dolidísimos. Respetemos su dolor y apreciemos que, al menos, no han buscado culpables entre los compatriotas de los que les han cosido a goles. Por la cuenta que me trae, menos mal.
Y eso es lo que les ha pasado a los rusos. Los rusos se veían ya en la final... qué digo en la final, los rusos se veían ya levantando la copa de campeones de Europa y, de paso, humillando a las selecciones española, que le había dado una somanta de espanto en la fase de grupos, y luego a la selección alemana. Para aquéllos que a estas alturas no lo tengan claro, nada hay más excitante para un ruso que humillar a un alemán. Vamos, que si ponen a un ruso delante de una botella de vodka llena y de un alemán atado y le dicen que puede elegir entre trasegarse la botella o darle de leches al alemán, le estamos poniendo ante una elección durísima.
En lugar de eso, los rusos se han llevado una segunda somanta de aquí te espero a manos de la misma selección española que ya les había pasado por encima. De los ocho goles que les han metido a los rusos en todo el torneo, siete se los han metido los españoles.
Por fortuna, la paliza fue tan clara que a los aficionados rusos no les ha quedado otra que felicitar a los españoles. La corrección que están mostrando les honra, pero está clarísimo que la quina que han tragado va por dentro. Me han llamado un par de veces para felicitarme y yo he hecho como que me acababa de enterar del resultado sin darle la menor importancia. No es cosa de presumir cuando estás en minoría, tanto más cuanto que, efectivamente, la importancia que le doy yo a eso es bastante poca.
- Le llaman por teléfono.
- ¿Quién?
- Eduard Rigobertov.
- Ah, vale.
- ¿Eduard?
- ¡Alfor, enhorabuena por la victoria!
- ¿Victoria? ¿Hemos ganado?
- ¡No me digas que no lo sabes! Sí, sí...
- Bueno, sí, el resultado sí que lo sé, pero ya sabes que yo no le doy mucha importancia a esto. No vi el partido, que era muy tarde (mentira cochina).
- Yo tampoco le doy importancia (otra mentira cochina). Pero bueno, ya ves, es la vida.
- ¿Y estuvo bien el partido?
- No, fue muy malo. Muy malo.
- ¿Sí?
- Sí. Yo, en cuanto les vi las caras al salir, ya me dije que éstos no iban a ganar. No tenían ganas. Y, claro, cuando no se tienen ganas de ganas, no se gana. Pero, bueno, no pasa nada.
Y un jamón con chorreras.
La palabra rusa para designar al aficionado cobra ahora todo su significado. En España, a los partidarios de un equipo deportivo, sobre todo de fútbol, les llamamos la "afición". Creo que en Hispanoamérica les llaman "barra". En todo caso, tiene una connotación de entretenimiento superficial, aunque, viendo las barbaridades que pasan en España, algunas recientes, nadie lo diría.
Los ingleses, por ejemplo, hablan de "supporters", o de "hooligans", ésta última cuando la cosa pasa de castaño oscuro. Y los alemanes, que no son muy dados a exteriorizar sus sentimientos, hablan simplemente de "Zuschauer" (o sea, pura y duramente, espectadores); para expresar un sentimiento más íntimo con su equipo han tenido que adaptar la palabra inglesa e inventar "Fanaten", que se entiende bastante bien.
En ruso, no.
En ruso, la palabra para designar a la afición es "bolelschiki" (болельщики), y su traducción más literal es "dolientes". La raíz es todavía más elocuente: "bol'" (боль), dolor. Aquí, la gente se aficiona a un equipo para sufrir, y la propia etimología ya da a entender que lo consustancial a seguir a un equipo son los disgustos que conlleva tal condición. De las alegrías la palabra no dice nada.
Y así es como están ahora los rusos que sienten el fútbol y que son muchísimos: dolidos, dolidísimos. Respetemos su dolor y apreciemos que, al menos, no han buscado culpables entre los compatriotas de los que les han cosido a goles. Por la cuenta que me trae, menos mal.
miércoles, 25 de junio de 2008
Gente servicial
En el parabrisas de tu coche, en Moscú, no es demasiado frecuente que aparezca propaganda. Al menos, es menos frecuente que en España; pero, cuando aparece, no son normalmente ofertas de supermercados, sino que suele ser algo original, como el papelito que, escaneado en parte, ilustra la presente entrada.
Se trata de un servicio de chóferes para gente que ha salido de su casa en coche y que, sin tenerlo previsto, por esas vueltas que da la vida, pilla una mondonga de agarra y no te menees y, a la hora de tomar el coche y volver a casa, va más ciego que una patata. Y eso es malo, además del riesgo inherente a conducir con una botella de más, porque la milicia es mucho menos tolerante con la bebida que la indulgente sociedad rusa y, a la que sospeche que un conductor va beodo al volante, buscará redondear sus ingresos deteniéndolo y haciéndolo víctima de todo tipo de perrerías. La perrería más frecuente consiste en ponerle ante la alternativa de dejarle sin un clavo (los clavos se los quedan ellos) o aplicar la legislación vigente y detener al conductor bebido, al que le puede esperar una temporadita entre rejas. Tanto los milicianos como el infractor prefieren la primera alternativa.
Si uno no quiere malos encuentros con la milicia (y buenos no los hay), lo suyo es dejar el coche allá donde esté y volver a casa como Dios le dé a entender. El problema es que los coches no vuelven solos a casa y que el bebedor desprevenido puede no recordar al día siguiente nada de lo que había ocurrido la víspera, incluyendo el lugar donde se quedó su coche. Y, claro, no es plan.
Menos mal que, para estas situaciones embarazosas, tenemos al señor Pugach, conductor que asegura tener experiencia en las compañías de taxis neoyorquinas, que es el individuo barbudo de la foto y que ha hecho voto de sobriedad para, a cambio de cien euros por hora, al cambio, acercarse a donde estuviere aparcado el automóvil del bebedor improvisado y conducirlo a donde pueda dormir la mona. Cien euros es una cantidad muy inferior a la que puede extors... digooooo, multar un miliciano concienzudo, así que es de suponer que al señor Pugach no le faltarán clientes, porque, en Moscú, ¿quién no se ha visto en la situación de, inopinadamente, encontrarse ante la necesidad de echar un inofensivo traguillo? ¿Y, trasegado el primero e inocente trago, a quién no se le ha planteado la conveniencia de acompañarlo con otro, ya menos inocente? Y, bien, una cosa lleva a otra y uno puede verse de repente despertándose en el sofá de su casa con una nota en el pecho, de puño y letra del señor Pugach, que le indique dónde está aparcado su coche y en que cajón ha dejado las llaves.
Al menos, así es como me imagino el funcionamiento del invento. Si alguno lo habéis usado y no es así, decídmelo (y no hace falta que pongáis un comentario, salvo que hayáis perdido el pudor...)
Se trata de un servicio de chóferes para gente que ha salido de su casa en coche y que, sin tenerlo previsto, por esas vueltas que da la vida, pilla una mondonga de agarra y no te menees y, a la hora de tomar el coche y volver a casa, va más ciego que una patata. Y eso es malo, además del riesgo inherente a conducir con una botella de más, porque la milicia es mucho menos tolerante con la bebida que la indulgente sociedad rusa y, a la que sospeche que un conductor va beodo al volante, buscará redondear sus ingresos deteniéndolo y haciéndolo víctima de todo tipo de perrerías. La perrería más frecuente consiste en ponerle ante la alternativa de dejarle sin un clavo (los clavos se los quedan ellos) o aplicar la legislación vigente y detener al conductor bebido, al que le puede esperar una temporadita entre rejas. Tanto los milicianos como el infractor prefieren la primera alternativa.
Si uno no quiere malos encuentros con la milicia (y buenos no los hay), lo suyo es dejar el coche allá donde esté y volver a casa como Dios le dé a entender. El problema es que los coches no vuelven solos a casa y que el bebedor desprevenido puede no recordar al día siguiente nada de lo que había ocurrido la víspera, incluyendo el lugar donde se quedó su coche. Y, claro, no es plan.
Menos mal que, para estas situaciones embarazosas, tenemos al señor Pugach, conductor que asegura tener experiencia en las compañías de taxis neoyorquinas, que es el individuo barbudo de la foto y que ha hecho voto de sobriedad para, a cambio de cien euros por hora, al cambio, acercarse a donde estuviere aparcado el automóvil del bebedor improvisado y conducirlo a donde pueda dormir la mona. Cien euros es una cantidad muy inferior a la que puede extors... digooooo, multar un miliciano concienzudo, así que es de suponer que al señor Pugach no le faltarán clientes, porque, en Moscú, ¿quién no se ha visto en la situación de, inopinadamente, encontrarse ante la necesidad de echar un inofensivo traguillo? ¿Y, trasegado el primero e inocente trago, a quién no se le ha planteado la conveniencia de acompañarlo con otro, ya menos inocente? Y, bien, una cosa lleva a otra y uno puede verse de repente despertándose en el sofá de su casa con una nota en el pecho, de puño y letra del señor Pugach, que le indique dónde está aparcado su coche y en que cajón ha dejado las llaves.
Al menos, así es como me imagino el funcionamiento del invento. Si alguno lo habéis usado y no es así, decídmelo (y no hace falta que pongáis un comentario, salvo que hayáis perdido el pudor...)
lunes, 23 de junio de 2008
Pues no son tan malos
Hace nada escribía yo sobre el fútbol y la Eurocopa, con motivo del partido del otro día entre las selecciones rusa y española. La española ganó, como sabemos, sin demasiados problemas por un resultado abultado.
Entretanto, las cosas han cambiado bastante. Resultó que la selección rusa no era tan patética como parecía y logró clasificarse segunda de grupo, y anteayer les dio un baño a los holandeses, con lo que, comoquiera que España, contra todo pronóstico, también logró ganar su eliminatoria de cuartos de final, resulta que el jueves que viene vuelven a enfrentarse ambas selecciones, ahora por un puesto en la final.
Pero ése no ha sido el único cambio, no. Ojalá. El cambio más perceptible consiste en que la postración posterior al primer partido contra España ha dado paso, y muy rápidamente, a una euforia que resulta preocupante a los que estamos en territorio enemigo. Y digo enemigo porque, sin comerlo ni beberlo, y aunque el fútbol me trae sin cuidado, aquí los comentaristas deportivos, usualmente ecuánimes y contenidos, se han pasado totalmente al otro extremo y se han convertido en unos exaltados instigadores de masas. Y las masas les han seguido. De momento, ganan, con lo que se conforman con salir a la calle a hacer el bestia; pero, el día que pierdan, que podría ser el jueves, estos tíos van a descargar la frustración sobre lo que haya más cerca y no va a haber quien los pare. Y no digamos si lo que hay más cerca resulta ser español.
Durante la semana he estado trabajando en una feria. Y alguno ha habido que, viéndome español, me ha hecho un corte de mangas diciendo que ya se vengaría por el 1:4 del primer partido, a mí, que el fútbol me parece el deporte enemigo del baloncesto, que es el que realmente mola. Y me preocupa esta evolución porque normalmente esta gente no es así. Incluso los comentaristas deportivos, que nunca han hablado de "Rusia", sino, muy inteligentemente, de "selección rusa", que no es lo mismo, han cambiado de discurso y hablan de "Rusia", igual que se hace (y se hace mal) en España, como si de once jovenzuelos dependiera el destino de todo el país. El nacionalismo ruso estaba en alza, pero ya la cosa se está poniendo fea.
Porque lo del sábado por la noche, justo después del partido contra Holanda, no lo había visto nunca antes. Vimos el partido en un restaurante bastante civilizado sin grandes incidentes, salvo la alegría lógica de que su equipo iba ganando. Incluso nos reíamos de lo forofo que era el comentarista de NTV+ que estaba retransmitiendo. Lejos de la mesura habitual de la televisión pública, el comentarista estaba desatado. He aquí algunas de sus frases:
"Díganme alguien que sea mejor en el regateo que Arshavin ¡Alguien! ¡En toda la Eurocopa!" (después de una jugada de Arshavin, en la que, por cierto, perdió el balón enseguida)
"Van Nistelrooy es el mejor delantero del mundo. Se hubiera ido de cualquiera." (después del fallo defensivo del gol del empate de Holanda)
"Todavía queda tiempo para que Rusia gane" (el gol de Holanda fue en el minuto 86 y entonces más bien estaban apretando los holandeses)
En resumidas cuentas, que ganó Rusia jugando muy bien, y nosotros nos dispusimos a volver a casa, para lo que, velis nolis, teníamos que atravesar el centro. Al principio, la gente iba caminando con banderas berreando a grito pelado su "Россия вперед!" (¡Adelante, Rusia!). Hasta ahí, perfecto; pero, al llegar a la circunvalación del centro, ya la cosa se complicó más, porque los coches iban atestados de gente ondeando banderas, con los ocupantes sentados en las ventanillas. Además, tenían puestos todos los intermitentes, con lo cual no había manera de saber cuándo iban a cambiar de carril. Normalmente, tampoco es fácil, porque no los usan, pero es que el sábado por la noche todo quisqui iba tocando el claxón hasta la extenuación, así que el peligro de choque era enorme. Vamos, era tan enorme que realmente vimos al menos un choque, aunque ocupantes de los coches seguían tan contentos con su "Россия вперед!".
Al llegar al mismísimo centro, la Mojovaya estaba totalmente colapsada, ya desde el principio de la calle. A esta altura, y como hacía una temporatura agradable, muchos hombres se habían quitado la camiseta, sin dejar de chillar desaforadamente; para colmo, al menos vi a una chica que también se quitó la camiseta, el sujetador y todo lo que llevara y se puso igualmente a bailar encima de un coche agitando banderas (y domingas). Parece que fueron bastantes más.
El atasco era fenomenal. Sábado, tres de la madrugada, y todo colapsado. Los de tráfico cortaron un sentido de la Tverskaya. Los Omon salieron también a la calle, pero a veces parecían tan contentos como los demás y yo no los vi intervenir para nada. Mientras tanto, la gente seguía gritando, muchos de ellos sentados, o de pie, sobre los coches.
Al final salimos del embrollo como pudimos y llegamos a casa. Para mayor preocupación, la selección española ganó ayer por la noche a la italiana, con lo que la energía que está gente acumule se volvera a desatar el jueves. Si ganan los rusos, tendremos otro espectáculo como el del sábado; pero, si ganan los españoles, el pedo que llevarán encima y la frustración que tendrán augura una nochecita toledana. Jo. Con lo tranquilo que estaría si los dos hubieran quedado eliminados.
Entretanto, las cosas han cambiado bastante. Resultó que la selección rusa no era tan patética como parecía y logró clasificarse segunda de grupo, y anteayer les dio un baño a los holandeses, con lo que, comoquiera que España, contra todo pronóstico, también logró ganar su eliminatoria de cuartos de final, resulta que el jueves que viene vuelven a enfrentarse ambas selecciones, ahora por un puesto en la final.
Pero ése no ha sido el único cambio, no. Ojalá. El cambio más perceptible consiste en que la postración posterior al primer partido contra España ha dado paso, y muy rápidamente, a una euforia que resulta preocupante a los que estamos en territorio enemigo. Y digo enemigo porque, sin comerlo ni beberlo, y aunque el fútbol me trae sin cuidado, aquí los comentaristas deportivos, usualmente ecuánimes y contenidos, se han pasado totalmente al otro extremo y se han convertido en unos exaltados instigadores de masas. Y las masas les han seguido. De momento, ganan, con lo que se conforman con salir a la calle a hacer el bestia; pero, el día que pierdan, que podría ser el jueves, estos tíos van a descargar la frustración sobre lo que haya más cerca y no va a haber quien los pare. Y no digamos si lo que hay más cerca resulta ser español.
Durante la semana he estado trabajando en una feria. Y alguno ha habido que, viéndome español, me ha hecho un corte de mangas diciendo que ya se vengaría por el 1:4 del primer partido, a mí, que el fútbol me parece el deporte enemigo del baloncesto, que es el que realmente mola. Y me preocupa esta evolución porque normalmente esta gente no es así. Incluso los comentaristas deportivos, que nunca han hablado de "Rusia", sino, muy inteligentemente, de "selección rusa", que no es lo mismo, han cambiado de discurso y hablan de "Rusia", igual que se hace (y se hace mal) en España, como si de once jovenzuelos dependiera el destino de todo el país. El nacionalismo ruso estaba en alza, pero ya la cosa se está poniendo fea.
Porque lo del sábado por la noche, justo después del partido contra Holanda, no lo había visto nunca antes. Vimos el partido en un restaurante bastante civilizado sin grandes incidentes, salvo la alegría lógica de que su equipo iba ganando. Incluso nos reíamos de lo forofo que era el comentarista de NTV+ que estaba retransmitiendo. Lejos de la mesura habitual de la televisión pública, el comentarista estaba desatado. He aquí algunas de sus frases:
"Díganme alguien que sea mejor en el regateo que Arshavin ¡Alguien! ¡En toda la Eurocopa!" (después de una jugada de Arshavin, en la que, por cierto, perdió el balón enseguida)
"Van Nistelrooy es el mejor delantero del mundo. Se hubiera ido de cualquiera." (después del fallo defensivo del gol del empate de Holanda)
"Todavía queda tiempo para que Rusia gane" (el gol de Holanda fue en el minuto 86 y entonces más bien estaban apretando los holandeses)
En resumidas cuentas, que ganó Rusia jugando muy bien, y nosotros nos dispusimos a volver a casa, para lo que, velis nolis, teníamos que atravesar el centro. Al principio, la gente iba caminando con banderas berreando a grito pelado su "Россия вперед!" (¡Adelante, Rusia!). Hasta ahí, perfecto; pero, al llegar a la circunvalación del centro, ya la cosa se complicó más, porque los coches iban atestados de gente ondeando banderas, con los ocupantes sentados en las ventanillas. Además, tenían puestos todos los intermitentes, con lo cual no había manera de saber cuándo iban a cambiar de carril. Normalmente, tampoco es fácil, porque no los usan, pero es que el sábado por la noche todo quisqui iba tocando el claxón hasta la extenuación, así que el peligro de choque era enorme. Vamos, era tan enorme que realmente vimos al menos un choque, aunque ocupantes de los coches seguían tan contentos con su "Россия вперед!".
Al llegar al mismísimo centro, la Mojovaya estaba totalmente colapsada, ya desde el principio de la calle. A esta altura, y como hacía una temporatura agradable, muchos hombres se habían quitado la camiseta, sin dejar de chillar desaforadamente; para colmo, al menos vi a una chica que también se quitó la camiseta, el sujetador y todo lo que llevara y se puso igualmente a bailar encima de un coche agitando banderas (y domingas). Parece que fueron bastantes más.
El atasco era fenomenal. Sábado, tres de la madrugada, y todo colapsado. Los de tráfico cortaron un sentido de la Tverskaya. Los Omon salieron también a la calle, pero a veces parecían tan contentos como los demás y yo no los vi intervenir para nada. Mientras tanto, la gente seguía gritando, muchos de ellos sentados, o de pie, sobre los coches.
Al final salimos del embrollo como pudimos y llegamos a casa. Para mayor preocupación, la selección española ganó ayer por la noche a la italiana, con lo que la energía que está gente acumule se volvera a desatar el jueves. Si ganan los rusos, tendremos otro espectáculo como el del sábado; pero, si ganan los españoles, el pedo que llevarán encima y la frustración que tendrán augura una nochecita toledana. Jo. Con lo tranquilo que estaría si los dos hubieran quedado eliminados.
viernes, 20 de junio de 2008
Urse, cave regem
(El título de la entrada, concretamente la última palabra, es totalmente inexacto, pero como suena bien y el latín no es una lengua muy popular últimamente, lo he dejado. Prometo que no volverá a pasar)
Lo tenemos aquí de nuevo, sí, señor. Ya sabéis que el criminal siempre vuelve al lugar del delito, y algo así podría decirse de Juanca, Jefe del Estado, que le ha tomado cariño a esta tierra (que encierra tanto petróleo, otra de sus aficiones) que periódicamente vuelve a ella. Lo que es evidente es que se lo pasa bien y, si no, véase la carita que le pone en la foto a su entonces colega y Jefe del Estado ruso. Entretanto, su colega ha sido, digamos, degradado un poquito, lo justo, y su lugar lo ocupa Dmitry Medvedev ¿A que alguno ya ha intentado traducir al castellano el nombre del nuevo presidente ruso? ¿No? Pues la traducción, que además queda bien, es algo así como "Demetrio de los Osos".
Ese apellido, y su encuentro con Juanca, pone al nuevo presidente ruso en gran peligro. Y, si no, recordemos las hazañas de Juanca en su última visita por aquí. Veamos lo que publicó el panfletillo anglófono local en aquel entonces, en octubre de 2006, un par de meses tras la visita veraniega de Su Excelencia.
Vista, pues, la afición de Juanca por la caza mayor en general, y los osos en particular, más vale que el presidente local, con ese apellido tan claro, se guarde las espaldas. Si no, luego, todo son líos.
Lo tenemos aquí de nuevo, sí, señor. Ya sabéis que el criminal siempre vuelve al lugar del delito, y algo así podría decirse de Juanca, Jefe del Estado, que le ha tomado cariño a esta tierra (que encierra tanto petróleo, otra de sus aficiones) que periódicamente vuelve a ella. Lo que es evidente es que se lo pasa bien y, si no, véase la carita que le pone en la foto a su entonces colega y Jefe del Estado ruso. Entretanto, su colega ha sido, digamos, degradado un poquito, lo justo, y su lugar lo ocupa Dmitry Medvedev ¿A que alguno ya ha intentado traducir al castellano el nombre del nuevo presidente ruso? ¿No? Pues la traducción, que además queda bien, es algo así como "Demetrio de los Osos".
Ese apellido, y su encuentro con Juanca, pone al nuevo presidente ruso en gran peligro. Y, si no, recordemos las hazañas de Juanca en su última visita por aquí. Veamos lo que publicó el panfletillo anglófono local en aquel entonces, en octubre de 2006, un par de meses tras la visita veraniega de Su Excelencia.
Spanish King Caught in Bear Trap
By Kevin O'Flynn
Staff Writer
When the king of Spain went on a recent hunting trip to Russia, he expected wild bear, but instead, a local official says, he faced off with a drunk, tame, wooly beast named Mitrofan.
King Juan Carlos I now finds himself embroiled in a mini-scandal stemming from an August visit he paid to the Vologda region.
While the king issued a statement Thursday denying that he shot any intoxicated ursines, the tempest appears to be gaining momentum.
At the heart of the scandal is this question: Did local authorities provide the 68-year-old Spanish monarch with a bear that had been plied with honey-laced vodka?
To get to the bottom of these questions, Vologda's governor announced Thursday the formation of a working group to investigate.
The investigation -- and the whole hullabaloo surrounding the Spanish king and the drunk bear -- was prompted by a Tuesday letter sent by Sergei Starostin, a regional official who oversees hunting, to the governor alerting, him to the incident.
"The party sacrificed a good-humored and jolly bear called Mitrofan," Starostin wrote in his letter. After getting Mitrofan intoxicated, Starostin said, the hunting party "pushed him out into the field. Quite naturally, the massive drunken animal became an easy target. His Majesty Juan Carlos killed Mitrofan with one shot."
Starostin fingered deputy governor Alexander Gromov as one of the organizers of the hunt. A regional government spokesman said Gromov was on vacation Thursday and could not be reached for comment. The regional prosecutor's office refused to comment.
"We have our own traditions. Hunting should be real," Starostin said in an interview Thursday. Starostin said he did not believe the king had been aware Mitrofan was drunk at the time of the incident. He noted one of the king's daughters had separately shot a wild -- and sober -- bear on the same trip.
The Vologda stop had followed a visit the king and his family had paid to President Vladimir Putin's Sochi residence. It was not the king's first trip to Vologda: He had gone hunting there in 1992.
"Real hunters would never do this," said Alexander Vaisman of the World Wildlife Fund. Vaisman said he'd heard of such things, "but it was New Russians, not the King of Spain."
He added that he found it hard to believe that any hunting lodge that would include the King of Spain as its guest would stoop so low. "It's like a five-star hotel inviting a prostitute in from the street," he said.
Vista, pues, la afición de Juanca por la caza mayor en general, y los osos en particular, más vale que el presidente local, con ese apellido tan claro, se guarde las espaldas. Si no, luego, todo son líos.
miércoles, 18 de junio de 2008
Construcción
¿A vosotros no os han pasado el típico mensaje de correo mofándose de la construción en Rusia? Sí, son fotos con puertas que no dan a ningún sitio, ventanas tapiadas con balcón, fachadas oblicuas, casas medio hundidas en el suelo, carteles graciosísimos... Si no os lo han pasado, os estáis perdiendo algo muy chistoso, aunque yo, la verdad, pensaba que muchas de esas fotos eran montajes y no las he reflejado en esta página. Y es que yo, en mi ceguera, pensaba que no podía haber constructores tan torpes como los que reflejaban esas fotos.
¿Que no? ¡Anda que no!
El otro día, a la salida de Krasnogorsk, suburbio de Moscú, y discurriendo por la... campiña (Krasnogorskaya Riviera, quieren hacerse llamar, en una pretensión no sé si fatua o directamente descabellada), la placidez del viaje se vio interrumpida por un castañazo en cadena en el que se vio implicada media docena de coches, alguno de los cuales incluso volcó, y de los que la mayoría quedó como para que hasta el chatarrero pusiera reparos a quedarse con los restos (uno era un BMW, pero no, no vimos por allí a su conductor ;) ). Como de costumbre, el castañazo significó un atasco bastante importante, que nos dejó clavados enfrente de la casa de la foto.
- ¿Y por qué han puesto una puerta ahí? - dijo Abi.
- Es que es una salida de emergencia - respondió Ro.
Por desgracia, las carcajadas de sus padres interrumpieron una conversación que prometía muchísimo.
¿Que no? ¡Anda que no!
El otro día, a la salida de Krasnogorsk, suburbio de Moscú, y discurriendo por la... campiña (Krasnogorskaya Riviera, quieren hacerse llamar, en una pretensión no sé si fatua o directamente descabellada), la placidez del viaje se vio interrumpida por un castañazo en cadena en el que se vio implicada media docena de coches, alguno de los cuales incluso volcó, y de los que la mayoría quedó como para que hasta el chatarrero pusiera reparos a quedarse con los restos (uno era un BMW, pero no, no vimos por allí a su conductor ;) ). Como de costumbre, el castañazo significó un atasco bastante importante, que nos dejó clavados enfrente de la casa de la foto.
- ¿Y por qué han puesto una puerta ahí? - dijo Abi.
- Es que es una salida de emergencia - respondió Ro.
Por desgracia, las carcajadas de sus padres interrumpieron una conversación que prometía muchísimo.
lunes, 16 de junio de 2008
Músicos acabados (III)
Para leer las anteriores entradas de esta serie hay que pinchar en Músicos acabados (I) y Músicos acabados (II).
Pasear por el anillo de los bulevares, en estos días festivos en Rusia, y observar los carteles anunciadores de conciertos, es darse cuenta de qué musicos están, no ya en la curva de bajada, sino totalmente acabados. Recordemos: todo músico que actúa en Moscú está a-ca-ba-do. Hay músicos acabados que (todavía) no han actuado en Moscú, pero lo que sí es cierto es que, si ya ha actuado en Moscú, se acabó. Aquí sólo vienen cuando ya no tienen apenas a dónde ir. Repasemos los carteles anunciadores que están presentes en Moscú y quitémonos el sombrero en señal de luto musical:
Jethro Tull. Quién los ha visto y quién los ve. Bueno, ya podíamos sospechar que una banda que celebra con una gira su... ¡cuadragésimo! aniversario, pues está acabada simplemente por este hecho. Pero ellos, que han sido unos musicos fabulosos y una banda realmente sensacional, no han querido dejar ni un resquicio de duda y han venido a tocar a Moscú, para que nadie se llame a engaño. Nunca es tarde para decepcionar a vuestros seguidores, amigos.
Kylie Minogue. Lo siento, chica. La pobre ha sobrevivido brillantemente a un cáncer de mama, pero Moscú va a ser demasiado para ella. No os molestéis en esperar nada bueno de Kylie de aquí en adelante. De hecho, ya las fotos que le sacan dan muchísimo que pensar. Toca esta tarde... el principio del fin.
Lenny Kravitz. Sí, niñas, sí. Algunas todavía lo admiráis, y eso. Pues sabed que su último concierto decente previo al acabamiento fue el Rock'n Rio, e incluso allí le favoreció que delante de él estuvo ¿actuando? Amy Winehouse en estado lamentable, por lo que para mejorar el numerito de ésta sólo hacía falta hacer algo mínimamente correcto. En cambio, a partir del sábado pasado, despedíos, nenas. Ya es seguro que, como mucho, conseguirá repetirse (bueno, bien mirado, ya lleva años así).
Queen. Síiiiiiii, son ellos, o lo que queda de ellos. En realidad, con Freddy Mercury ni siquiera se acercaron por aquí, luego podían quedar dudas sobre si estaban o no acabados. Ya no las hay en absoluto. Los restos que han sobrevivido a la vida que han llevado actuarán próximamente, eso sí, en el estado que presentan actualmente y que prefiero no calificar. Seguro que Freddy no les encontraría tan atractivos como antaño...
Iron Maiden. Jolines, qué fuerte. Tengo que reconocer que durante algún tiempo me gustaron y todo, hasta que comenzó a parecerme bastante repetitivo lo que hacían y me fui dedicando a otro tipo de gente más pacífica... y menos satánica. La verdad es que no es su primera visita a Moscú, por lo que ya se podía dar fe de que estaban acabados; pero claro, hay que asegurarse.
Pero el auténtico número uno es...
Síiiiii ¡Él! ¡Julito Iglesias el único! ¡El número uno en todo! ¡El más repelente, el más vomitivo! Julio Iglesias no quiere perder la oportunidad de demostrar al mundo que años de babeo y repulsión no han sido en vano y que está, no ya acabado, sino en estado terminal. Como dice el propio cartel, "Другого шанса не будет" (No habrá otra oportunidad). Por fin.
Pasear por el anillo de los bulevares, en estos días festivos en Rusia, y observar los carteles anunciadores de conciertos, es darse cuenta de qué musicos están, no ya en la curva de bajada, sino totalmente acabados. Recordemos: todo músico que actúa en Moscú está a-ca-ba-do. Hay músicos acabados que (todavía) no han actuado en Moscú, pero lo que sí es cierto es que, si ya ha actuado en Moscú, se acabó. Aquí sólo vienen cuando ya no tienen apenas a dónde ir. Repasemos los carteles anunciadores que están presentes en Moscú y quitémonos el sombrero en señal de luto musical:
Jethro Tull. Quién los ha visto y quién los ve. Bueno, ya podíamos sospechar que una banda que celebra con una gira su... ¡cuadragésimo! aniversario, pues está acabada simplemente por este hecho. Pero ellos, que han sido unos musicos fabulosos y una banda realmente sensacional, no han querido dejar ni un resquicio de duda y han venido a tocar a Moscú, para que nadie se llame a engaño. Nunca es tarde para decepcionar a vuestros seguidores, amigos.
Kylie Minogue. Lo siento, chica. La pobre ha sobrevivido brillantemente a un cáncer de mama, pero Moscú va a ser demasiado para ella. No os molestéis en esperar nada bueno de Kylie de aquí en adelante. De hecho, ya las fotos que le sacan dan muchísimo que pensar. Toca esta tarde... el principio del fin.
Lenny Kravitz. Sí, niñas, sí. Algunas todavía lo admiráis, y eso. Pues sabed que su último concierto decente previo al acabamiento fue el Rock'n Rio, e incluso allí le favoreció que delante de él estuvo ¿actuando? Amy Winehouse en estado lamentable, por lo que para mejorar el numerito de ésta sólo hacía falta hacer algo mínimamente correcto. En cambio, a partir del sábado pasado, despedíos, nenas. Ya es seguro que, como mucho, conseguirá repetirse (bueno, bien mirado, ya lleva años así).
Queen. Síiiiiiii, son ellos, o lo que queda de ellos. En realidad, con Freddy Mercury ni siquiera se acercaron por aquí, luego podían quedar dudas sobre si estaban o no acabados. Ya no las hay en absoluto. Los restos que han sobrevivido a la vida que han llevado actuarán próximamente, eso sí, en el estado que presentan actualmente y que prefiero no calificar. Seguro que Freddy no les encontraría tan atractivos como antaño...
Iron Maiden. Jolines, qué fuerte. Tengo que reconocer que durante algún tiempo me gustaron y todo, hasta que comenzó a parecerme bastante repetitivo lo que hacían y me fui dedicando a otro tipo de gente más pacífica... y menos satánica. La verdad es que no es su primera visita a Moscú, por lo que ya se podía dar fe de que estaban acabados; pero claro, hay que asegurarse.
Pero el auténtico número uno es...
Síiiiii ¡Él! ¡Julito Iglesias el único! ¡El número uno en todo! ¡El más repelente, el más vomitivo! Julio Iglesias no quiere perder la oportunidad de demostrar al mundo que años de babeo y repulsión no han sido en vano y que está, no ya acabado, sino en estado terminal. Como dice el propio cartel, "Другого шанса не будет" (No habrá otra oportunidad). Por fin.
jueves, 12 de junio de 2008
Encuentros deportivos
A estas horas, aún dura algo de la resaca del España - Rusia de la Eurocopa de fútbol, que, como ya sabe todo quisqui, acabó con un palizón de España sin contemplaciones por 4:1. El año pasado hubo dos enfrentamientos deportivos destacados entre España y Rusia, curiosamente el mismo día, en sendas finales de Campeonatos de Europa y, no menos curiosamente, con resultados contrapuestos.
En el Eurobasket, celebrado en Madrid, la selección española de baloncesto, que era la favorita, tanto por jugar en casa como por ser la campeona del mundo en ejercicio, perdió por un punto ante la rusa, tras dos acciones finales de infarto; sin embargo, en Moscú, ese mismo día, tenía lugar la final del campeonato de Europa de balonvolea, y allí la selección española derrotaba a la favorita, Rusia, en cinco sets, con un final igualmente de infarto.
Pero eso, por desgracia, son deportes relativamente minoritarios. El deporte que manda, mal que nos pese a los locos por el basket, es el fútbol, y aquí hay que decir que emoción, lo que es emoción, hubo poca. Los rusos son muy malos. Tanto, que incluso la selección española les ha dado p'al pelo. Aún así, vamos a ver cómo sobrevive un español a un partido como ése en territorio comanche.
Lo fuimos a ver unos cuantos a casa de Boots, que dispone de los medios técnicos adecuados para ello. Los de TVE se pusieron a grabar a unos cuantos chicos que lo vieron desde uno de los restaurantes españoles de Moscú, El Parador (ya hablaré otro día de ese restaurante y de su mediocre tortilla de patatas), donde estaban claramente en minoría. No es que su integridad física corriera peligro, porque la mayoría de los rusos (en particular si están sobrios... bueno, la verdad es que dejan de estarlo a medida que avanza el partido) se toman estas cosas con filosofía y saben que su selección es una amalgama de perdedores, con lo que lo normal es, evidentemente, que pierdan. De hecho, se clasificaron después de que Inglaterra la pifiara (ya sabéis que se llevan mal con los ingleses), aunque ellos sólo fueron capaces de ganar a Andorra por 1:0, que ya dice algo de cómo juegan estos chicos.
Pero este año se habían hecho ilusiones. Primero, el Zenit gana la copa de la UEFA al Bayern de Múnich, cosa que nos alegró mucho a los que detestamos al Bayern de Múnich; segundo, se clasifican a algo decente por primera vez en bastante tiempo; tercero, hacen como la prensa española: ¡Somos los mejores! Hay que reconocer que, así como la prensa española deportiva no se conforma con menos del Campeonato, la rusa asegura que Rusia se clasificará para semifinales. Algo más de modestia, pues, sí que hay.
Durante el partido, las calles de Moscú estaban relativamente vacías, pero no tanto como seguramente estarían las de cualquier ciudad española. Cuando acabó el partido y los últimos salimos de casa de Boots, el portero de la finca, muy amable, nos felicitó por la victoria sin refunfuñar ni nada.
El ruso no exterioriza sus sentimientos así como así, y está dispuesto a despotricar contra sus futbolistas, pero la procesión va por dentro. Al día siguiente, yendo al trabajo, pude comprobar que la gente estaba por la calle especialmente tensa, tocaba el claxon por cualquier cosa y llevaba una carita que no hacía presagiar que era el último día de trabajo antes de cuatro días de fiesta (sí, hoy es fiesta; de hecho, debo ser de los pocos que está currando). Incluso tuve mis más y mis menos con el conductor de un camioncito de transporte de dinero evidentemente amargado, pero me libré apartándome y dejando que se peleara con el conductor del 4x4 que venía detrás de mí, que también estaba amargado y que empezó a tocar el claxon todo lo fuerte que quiso. Ay, qué angelitos.
Y luego la prensa rusa. Me pareció mucho más indulgente que la española con los fracasos propios. Cuando la selección española pierde un partido, que se prepare, porque les llueve de todo; sin embargo, en la prensa rusa todo eran frases como "no hubo tanta superioridad", "ahora sólo hay que ganar a Grecia y Suecia, lo cual entra dentro de lo posible", "el experimento de Hiddink en la defensa no funcionó, pero el ataque no estuvo nada mal", "si hubiera entrado el tiro al poste", "Villa, en el segundo gol, estaba cerca del fuera de juego", (Curiosamente, nadie dice nada del cuarto gol (que sí fue en fuera de juego), mientras que el segundo es totalmente legal), "no tuvimos suerte", "no hubo tanta diferencia técnica en el juego"...
Lo que sí es exactamente igual que en España son las frases perogrullescas después de los partidos. Me quedo, de entre todas las posibles, con la de Víktor Onopko: "Nos faltó meter tres goles." La has clavao, macho.
En el Eurobasket, celebrado en Madrid, la selección española de baloncesto, que era la favorita, tanto por jugar en casa como por ser la campeona del mundo en ejercicio, perdió por un punto ante la rusa, tras dos acciones finales de infarto; sin embargo, en Moscú, ese mismo día, tenía lugar la final del campeonato de Europa de balonvolea, y allí la selección española derrotaba a la favorita, Rusia, en cinco sets, con un final igualmente de infarto.
Pero eso, por desgracia, son deportes relativamente minoritarios. El deporte que manda, mal que nos pese a los locos por el basket, es el fútbol, y aquí hay que decir que emoción, lo que es emoción, hubo poca. Los rusos son muy malos. Tanto, que incluso la selección española les ha dado p'al pelo. Aún así, vamos a ver cómo sobrevive un español a un partido como ése en territorio comanche.
Lo fuimos a ver unos cuantos a casa de Boots, que dispone de los medios técnicos adecuados para ello. Los de TVE se pusieron a grabar a unos cuantos chicos que lo vieron desde uno de los restaurantes españoles de Moscú, El Parador (ya hablaré otro día de ese restaurante y de su mediocre tortilla de patatas), donde estaban claramente en minoría. No es que su integridad física corriera peligro, porque la mayoría de los rusos (en particular si están sobrios... bueno, la verdad es que dejan de estarlo a medida que avanza el partido) se toman estas cosas con filosofía y saben que su selección es una amalgama de perdedores, con lo que lo normal es, evidentemente, que pierdan. De hecho, se clasificaron después de que Inglaterra la pifiara (ya sabéis que se llevan mal con los ingleses), aunque ellos sólo fueron capaces de ganar a Andorra por 1:0, que ya dice algo de cómo juegan estos chicos.
Pero este año se habían hecho ilusiones. Primero, el Zenit gana la copa de la UEFA al Bayern de Múnich, cosa que nos alegró mucho a los que detestamos al Bayern de Múnich; segundo, se clasifican a algo decente por primera vez en bastante tiempo; tercero, hacen como la prensa española: ¡Somos los mejores! Hay que reconocer que, así como la prensa española deportiva no se conforma con menos del Campeonato, la rusa asegura que Rusia se clasificará para semifinales. Algo más de modestia, pues, sí que hay.
Durante el partido, las calles de Moscú estaban relativamente vacías, pero no tanto como seguramente estarían las de cualquier ciudad española. Cuando acabó el partido y los últimos salimos de casa de Boots, el portero de la finca, muy amable, nos felicitó por la victoria sin refunfuñar ni nada.
El ruso no exterioriza sus sentimientos así como así, y está dispuesto a despotricar contra sus futbolistas, pero la procesión va por dentro. Al día siguiente, yendo al trabajo, pude comprobar que la gente estaba por la calle especialmente tensa, tocaba el claxon por cualquier cosa y llevaba una carita que no hacía presagiar que era el último día de trabajo antes de cuatro días de fiesta (sí, hoy es fiesta; de hecho, debo ser de los pocos que está currando). Incluso tuve mis más y mis menos con el conductor de un camioncito de transporte de dinero evidentemente amargado, pero me libré apartándome y dejando que se peleara con el conductor del 4x4 que venía detrás de mí, que también estaba amargado y que empezó a tocar el claxon todo lo fuerte que quiso. Ay, qué angelitos.
Y luego la prensa rusa. Me pareció mucho más indulgente que la española con los fracasos propios. Cuando la selección española pierde un partido, que se prepare, porque les llueve de todo; sin embargo, en la prensa rusa todo eran frases como "no hubo tanta superioridad", "ahora sólo hay que ganar a Grecia y Suecia, lo cual entra dentro de lo posible", "el experimento de Hiddink en la defensa no funcionó, pero el ataque no estuvo nada mal", "si hubiera entrado el tiro al poste", "Villa, en el segundo gol, estaba cerca del fuera de juego", (Curiosamente, nadie dice nada del cuarto gol (que sí fue en fuera de juego), mientras que el segundo es totalmente legal), "no tuvimos suerte", "no hubo tanta diferencia técnica en el juego"...
Lo que sí es exactamente igual que en España son las frases perogrullescas después de los partidos. Me quedo, de entre todas las posibles, con la de Víktor Onopko: "Nos faltó meter tres goles." La has clavao, macho.
miércoles, 11 de junio de 2008
Hoteles (III): Ajedrez en el Cosmos
Llegamos a la sala del torneo, y Gustavo se acercó a un grupo que estaba conversando.
- ¡Hombre, Turismín! - dijo uno, riéndose.
- Hola, os presento a Alfor, que es español y vive en Moscú.
Era el equipo guatemalteco, discutiendo la alineación. Creo que les tocaba jugar contra Andorra, pero venían de una humillante derrota por 0:4 contra Túnez y estaban algo moscas. El capitán, al que efectivamente dejaban algo de lado los demás, gruñó algo y se apartó, mientras el resto del equipo comentaba la jornada contra Túnez.
- ¿Turismín? - pregunté.
- Sí, me llaman así desde que me fui a ver el Kremlin.
- Turismín se conoce Moscú mejor que nadie -dijo el tercer tablero-. Es el que nos guía cuando vamos por ahí.
Era un equipo simpático. El primer tablero era el único maestro internacional, y los demás sólo eran maestros nacionales y sólo el segundo y el tercero tenían ELO FIDE. Vamos, que Andorra podía darles guerra e incluso un disgusto. El maestro internacional, que parece que estaba haciendo un mal torneo y le estaban dando cera, también estaba algo sombrío y se fue a hacer compañía al capitán. El tercer tablero, en cambio, estaba encantado de la vida y parecía que estuviera haciendo el torneo de su vida.
- Bueno, me están zurrando todos, pero estamos de viaje y me lo estoy pasando bien viendo a la gente.
¡Y qué gente! Turismín, como de costumbre, no fue alineado, así que nos fuimos a pasear por la sala, comentando las partidas. Los equipos más fuertes estaban jugando en el escenario de la sala de actos, que mejor es llamar teatro, porque lo es. Allí estaba la selección que finalmente ganaría, Rusia, con Kasparov, Jalifman, Dreev y Jaritonov. Un equipazo, aunque no el mejor que podían presentar. Y es que, como estaba Kasparov, no estaba Karpov, que por cierto en aquel entonces no es que estuviera en buena forma: es que se encontraba en estado de gracia y había arrasado en todos los torneos que había jugado en 1993, incluso por delante de Kasparov en Linares. Tampoco estaban los de la órbita de Karpov, por ejemplo Salov o Bareev.
Rusia jugaba contra Holanda, otro equipazo, con Timman y Van Vely como referentes. España, también en el escenario, jugaba contra Alemania. Shirov, español (ejem), jugaba contra el número uno alemán, Yusupov (otro ejem), en el primer tablero; en el segundo, con apellidos más propios de los países representados, Miguel Illescas se las veía contra Robert Hübner. Creo recordar que España acabó perdiendo por la mínima (claro, si me hubieran seleccionado a mí...).
Turismín y yo nos sentamos en la sala y comenzamos a discutir las partidas que mostraban los tableros, pero luego nos aburrimos y nos pusimos a pasear por la sala dos, donde estaban las selecciones no tan exitosas. Ahí ya no había escenario, así que nos podíamos meter delante mismo de los tableros. Y, de repente, lo vi, a medio metro, al alcance de mi mano.
Suiza jugaba contra Argentina. Creo recordar que el primer tablero argentino era Daniel Cámpora, pero no estoy seguro, porque el que llamaba toda la atención era el hombre, ya bastante mayor, que estaba sentado al lado de la banderita suiza y del cartelito con el número uno. Una leyenda viva.
Víktor Korchnoi, o Viktor el Terrible, fue en los setenta, cuando ya era veterano, la amenaza fantasma del ajedrez soviético. Dos veces subcampeón del mundo (1978 y 1981), y prácticamente otra más (1975), en lucha contra el niño bonito, Karpov, de la Federación Soviética de Ajedrez, del Partido Comunista y, por si fuera poco, también de la Federación Internacional. Después de su exilio en 1976 y de la obtención de la nacionalidad suiza, el match por el título de 1978 fue lo más sucio que se recuerda en ajedrez, y mira que el ajedrez es un deporte sucio como pocos. Era el último representante de la saga de retadores al poder soviético establecido que, por poner un caso, iba desde Reshevsky y pasaba por Larsen, Fisher, el propio Korchnoi y, finalmente, Kasparov.
Y allí estaba, delante de mí, pensando cómo darle cera a Cámpora.
En la siguiente sala ya estaban selecciones nacionales mucho más modestas, en las que hubiera podido jugar yo sin duda alguna. Y, después de algunas pifias que vi, incluso creo que me hubieran puesto en algún tablero destacado. También estaba Guatemala, a la que seguimos un poco más especialmente, luchando contra Andorra a brazo partido. Aquello era una fiesta. Por los pasillos se veía también al capitán del equipo español, Bellón, al periodista ajedrecístico de toda la vida, Leontxo, y también se veía a Anatoli, que finalmente no se había podido resistir y se había venido a participar de la fiesta.
Pero no estábamos en un lugar cualquiera, no. Estábamos en el Cosmos.
- Oye, que me acabo de enterar de que a la selección de Estados Unidos les han robado los ordenadores - me dijo Anatoli, riéndose.
- ¡Ostras!
Para un profesional (y los estadounidenses eran tan profesionales como los rusos... tanto que creo que su primer tablero era Gulko, nacido en Rusia), las bases de datos no eran entonces tan importantes como lo son ahora, en que hasta los aficionados "fuera de servicio" como yo tenemos bases de datos con millones de partidas; pero enfrentarte a un bicho sin saber lo que juega, cuando el bicho sí que sabe lo que juegas tú, es una desventaja palmaria. Los rateros que habían cometido el robo no creo que estuvieran a sueldo del equipo ruso para quitarse de enmedio a un peligroso contrincante (EEUU, sin Gata Kamsky, tampoco les podía dar mucha guerra ni con los ordenadores a tope), pero su acción fue bastante a dejar el prestigio del hotel por los suelos entre el mundillo ajedrecístico. Entre los que residíamos por allí el prestigio del hotel ya estaba por los suelos, de manera que el robo de los ordenatas no perjudicó su reputación.
Hoy, el Cosmos sigue siendo un mareo de hotel. No es tan cochambroso como antes, pero, salvo tres pisos que ha comprado un ricachón que ha renovado las habitaciones, sigue siendo un lugar inabarcable, con un casino allí mismo y con no quiero saber qué huéspedes a partir de ciertas horas. Pero no cuesta quinientos euros por noche, así que, por muy destarifo que sea, la gente, sobre todo los turistas, se hospeda en él. A ver si, con paciencia y una caña, van abriendo hoteles de tipo medio en Moscú, porque, al paso que vamos, los huéspedes de la ciudad van a tener que ampliar el límite de sus tarjetas de crédito para pasar siquiera una noche.
- ¡Hombre, Turismín! - dijo uno, riéndose.
- Hola, os presento a Alfor, que es español y vive en Moscú.
Era el equipo guatemalteco, discutiendo la alineación. Creo que les tocaba jugar contra Andorra, pero venían de una humillante derrota por 0:4 contra Túnez y estaban algo moscas. El capitán, al que efectivamente dejaban algo de lado los demás, gruñó algo y se apartó, mientras el resto del equipo comentaba la jornada contra Túnez.
- ¿Turismín? - pregunté.
- Sí, me llaman así desde que me fui a ver el Kremlin.
- Turismín se conoce Moscú mejor que nadie -dijo el tercer tablero-. Es el que nos guía cuando vamos por ahí.
Era un equipo simpático. El primer tablero era el único maestro internacional, y los demás sólo eran maestros nacionales y sólo el segundo y el tercero tenían ELO FIDE. Vamos, que Andorra podía darles guerra e incluso un disgusto. El maestro internacional, que parece que estaba haciendo un mal torneo y le estaban dando cera, también estaba algo sombrío y se fue a hacer compañía al capitán. El tercer tablero, en cambio, estaba encantado de la vida y parecía que estuviera haciendo el torneo de su vida.
- Bueno, me están zurrando todos, pero estamos de viaje y me lo estoy pasando bien viendo a la gente.
¡Y qué gente! Turismín, como de costumbre, no fue alineado, así que nos fuimos a pasear por la sala, comentando las partidas. Los equipos más fuertes estaban jugando en el escenario de la sala de actos, que mejor es llamar teatro, porque lo es. Allí estaba la selección que finalmente ganaría, Rusia, con Kasparov, Jalifman, Dreev y Jaritonov. Un equipazo, aunque no el mejor que podían presentar. Y es que, como estaba Kasparov, no estaba Karpov, que por cierto en aquel entonces no es que estuviera en buena forma: es que se encontraba en estado de gracia y había arrasado en todos los torneos que había jugado en 1993, incluso por delante de Kasparov en Linares. Tampoco estaban los de la órbita de Karpov, por ejemplo Salov o Bareev.
Rusia jugaba contra Holanda, otro equipazo, con Timman y Van Vely como referentes. España, también en el escenario, jugaba contra Alemania. Shirov, español (ejem), jugaba contra el número uno alemán, Yusupov (otro ejem), en el primer tablero; en el segundo, con apellidos más propios de los países representados, Miguel Illescas se las veía contra Robert Hübner. Creo recordar que España acabó perdiendo por la mínima (claro, si me hubieran seleccionado a mí...).
Turismín y yo nos sentamos en la sala y comenzamos a discutir las partidas que mostraban los tableros, pero luego nos aburrimos y nos pusimos a pasear por la sala dos, donde estaban las selecciones no tan exitosas. Ahí ya no había escenario, así que nos podíamos meter delante mismo de los tableros. Y, de repente, lo vi, a medio metro, al alcance de mi mano.
Suiza jugaba contra Argentina. Creo recordar que el primer tablero argentino era Daniel Cámpora, pero no estoy seguro, porque el que llamaba toda la atención era el hombre, ya bastante mayor, que estaba sentado al lado de la banderita suiza y del cartelito con el número uno. Una leyenda viva.
Víktor Korchnoi, o Viktor el Terrible, fue en los setenta, cuando ya era veterano, la amenaza fantasma del ajedrez soviético. Dos veces subcampeón del mundo (1978 y 1981), y prácticamente otra más (1975), en lucha contra el niño bonito, Karpov, de la Federación Soviética de Ajedrez, del Partido Comunista y, por si fuera poco, también de la Federación Internacional. Después de su exilio en 1976 y de la obtención de la nacionalidad suiza, el match por el título de 1978 fue lo más sucio que se recuerda en ajedrez, y mira que el ajedrez es un deporte sucio como pocos. Era el último representante de la saga de retadores al poder soviético establecido que, por poner un caso, iba desde Reshevsky y pasaba por Larsen, Fisher, el propio Korchnoi y, finalmente, Kasparov.
Y allí estaba, delante de mí, pensando cómo darle cera a Cámpora.
En la siguiente sala ya estaban selecciones nacionales mucho más modestas, en las que hubiera podido jugar yo sin duda alguna. Y, después de algunas pifias que vi, incluso creo que me hubieran puesto en algún tablero destacado. También estaba Guatemala, a la que seguimos un poco más especialmente, luchando contra Andorra a brazo partido. Aquello era una fiesta. Por los pasillos se veía también al capitán del equipo español, Bellón, al periodista ajedrecístico de toda la vida, Leontxo, y también se veía a Anatoli, que finalmente no se había podido resistir y se había venido a participar de la fiesta.
Pero no estábamos en un lugar cualquiera, no. Estábamos en el Cosmos.
- Oye, que me acabo de enterar de que a la selección de Estados Unidos les han robado los ordenadores - me dijo Anatoli, riéndose.
- ¡Ostras!
Para un profesional (y los estadounidenses eran tan profesionales como los rusos... tanto que creo que su primer tablero era Gulko, nacido en Rusia), las bases de datos no eran entonces tan importantes como lo son ahora, en que hasta los aficionados "fuera de servicio" como yo tenemos bases de datos con millones de partidas; pero enfrentarte a un bicho sin saber lo que juega, cuando el bicho sí que sabe lo que juegas tú, es una desventaja palmaria. Los rateros que habían cometido el robo no creo que estuvieran a sueldo del equipo ruso para quitarse de enmedio a un peligroso contrincante (EEUU, sin Gata Kamsky, tampoco les podía dar mucha guerra ni con los ordenadores a tope), pero su acción fue bastante a dejar el prestigio del hotel por los suelos entre el mundillo ajedrecístico. Entre los que residíamos por allí el prestigio del hotel ya estaba por los suelos, de manera que el robo de los ordenatas no perjudicó su reputación.
Hoy, el Cosmos sigue siendo un mareo de hotel. No es tan cochambroso como antes, pero, salvo tres pisos que ha comprado un ricachón que ha renovado las habitaciones, sigue siendo un lugar inabarcable, con un casino allí mismo y con no quiero saber qué huéspedes a partir de ciertas horas. Pero no cuesta quinientos euros por noche, así que, por muy destarifo que sea, la gente, sobre todo los turistas, se hospeda en él. A ver si, con paciencia y una caña, van abriendo hoteles de tipo medio en Moscú, porque, al paso que vamos, los huéspedes de la ciudad van a tener que ampliar el límite de sus tarjetas de crédito para pasar siquiera una noche.
lunes, 9 de junio de 2008
Hoteles (II): Recuerdos del Cosmos
En 1994, yo todavía era un jugador de ajedrez aceptable. En el Cosmos estaban teniendo lugar las Olimpiadas de ajedrez. Creo recordar que tenían que haber sido en Beirut, pero por allí se estaban pegando tiros a saco los sarracenos, los judíos, los cristianos e igual hasta un señor budista que pasara por allí, así que la FIDE, en un intento desesperado, aceptó la oferta de la Federación Rusa de Ajedrez para organizar la Olimpiada en Moscú.
- Y la sede será el hotel Cosmos. Será impactante: los jugadores se alojarán en el mismo lugar donde juegan las partidas.
- ¿El Cosmos? Ay, madre...
El Cosmos, por aquel entonces, era un agujero infecto y una cueva de ladrones. Los ajedrecistas somos gente sufridísima y hemos toreado en plazas que nos obligaban poco menos que a dormir en la calle, pero, para una Olimpiada, que es un torneo oficial, algo así como el campeonato del mundo de selecciones nacionales, aquello podía ser mucho.
España renunció a la posibilidad de incluirme en la selección, cosa comprensible, porque yo estaba entonces hacia el puesto seiscientos del ranking español, y claro, en la selección sólo cabían seis y había otros quinientos noventa y cuatro jugadores con puntuación internacional superior a la mía. Vamos, que ni de coña. Entretenía yo mis ocios y mi desficio ajedrecístico jugando torneos de rápidas en el Club Central de Ajedrez, en Moscú, cuando Anatoli, un veterano de los tableros con un conocimiento pasmoso del español y que hacía amistad con todo hispano que pasaba por allí, se me acercó y me presentó a Gustavo.
- Hola, camarada -me dijo Anatoli, que siempre me llamaba camarada, pero a él se lo perdono- ¡Mira a quién tenemos aquí! ¡Un participante en la Olimpiada!
- Encantado.
- Hola - me dijo Gustavo, un chaval de aspecto agradable, pero con pinta de estar bastante despistado.
- ¿Estás en la Olimpiada?
- Sí.
- ¿Pero no tenéis ronda hoy?
- Bueno, sí.
- ¿Y tú con quién juegas?
- Soy el segundo tablero reserva de Guatemala. Y hoy no me han alineado. Como me aburría viéndoles jugar a los otros, he preguntado si había algún torneo de rápidas por la ciudad y me he venido.
- ¿Y tu capitán no dice nada?
- Creo que está algo enfadado conmigo. El otro día me quiso alinear, y yo me escapé y me fui al Kremlin. Y ahora ya no me habla.
- Oye, qué bueno...
- Bah, el capitán no tiene ni idea. Es un político que se ha sacado un viaje gratis, pero todos los del equipo le evitamos.
- Mira, un tablero libre, vamos a jugar.
Jugamos varias partidas con resultado variado, de lo que deduje que, si el sexto del ranking guatemalteco no supera al siscentésimo del ranking español, es que el ajedrez no es precisamente el deporte nacional en Guatemala.
- ¿Por qué no se vienen a ver la ronda de mañana? - dijo Gustavo.
Anatoli se excusó, pero yo acepté encantado.
- ¿No pondrán problemas para pasar?
- No. Yo estoy alojado allí, y allí pasa todo el mundo.
Y así era. Al día siguiente, aparecí por allí, y llegué a la habitación de Gustavo. Las habitaciones del Cosmos eran espartanas a más no poder. Las camas eran minúsculas e incomodísimas, los cajones de los armarios se caían a pedazos; había un televisor que parecía que fuera a echar chispas de un momento a otro y la moqueta tenía un color indefinible. El baño estaba lleno de manchas y las toallas eran trozos de telas que no secaban nada. En fin, lo típico en muchos hoteles rusos, incluso hoy en día.
Bajamos a la sala central, donde iban a jugarse las partidas. Al salir de la habitación, la encargada de pasillo nos dirigió una mirada desdeñosa, como preguntándose qué hacía yo por allí. Sí, sí, en el Cosmos, como en todos los hoteles soviéticos, había una mujer encargada de pasillo, que era (y a veces sigue siendo) quien daba y recogía las llaves... y quien avisaba a las prostitutas del hotel de que un huésped masculino acababa de llegar a su habitación. Enseguida seguía una llamada del "servicio de habitaciones" ofreciendo servicios sexuales. Si a uno no le gustaban esas llamadas, sólo tenía que encararse con la encargada del pasillo y dejarle bien clarito, a ser posible a gritos, que si aquello se repetía se iba a enterar. La mujerona, indefectiblemente, negaba tener nada que ver con la llamada..., pero lo cierto es que no se volvían a repetir.
Y entonces bajamos a ver el torneo, pero se hace tarde, así que lo del torneo lo dejo para la próxima, que ya cierra esta serie nostálgica.
- Y la sede será el hotel Cosmos. Será impactante: los jugadores se alojarán en el mismo lugar donde juegan las partidas.
- ¿El Cosmos? Ay, madre...
El Cosmos, por aquel entonces, era un agujero infecto y una cueva de ladrones. Los ajedrecistas somos gente sufridísima y hemos toreado en plazas que nos obligaban poco menos que a dormir en la calle, pero, para una Olimpiada, que es un torneo oficial, algo así como el campeonato del mundo de selecciones nacionales, aquello podía ser mucho.
España renunció a la posibilidad de incluirme en la selección, cosa comprensible, porque yo estaba entonces hacia el puesto seiscientos del ranking español, y claro, en la selección sólo cabían seis y había otros quinientos noventa y cuatro jugadores con puntuación internacional superior a la mía. Vamos, que ni de coña. Entretenía yo mis ocios y mi desficio ajedrecístico jugando torneos de rápidas en el Club Central de Ajedrez, en Moscú, cuando Anatoli, un veterano de los tableros con un conocimiento pasmoso del español y que hacía amistad con todo hispano que pasaba por allí, se me acercó y me presentó a Gustavo.
- Hola, camarada -me dijo Anatoli, que siempre me llamaba camarada, pero a él se lo perdono- ¡Mira a quién tenemos aquí! ¡Un participante en la Olimpiada!
- Encantado.
- Hola - me dijo Gustavo, un chaval de aspecto agradable, pero con pinta de estar bastante despistado.
- ¿Estás en la Olimpiada?
- Sí.
- ¿Pero no tenéis ronda hoy?
- Bueno, sí.
- ¿Y tú con quién juegas?
- Soy el segundo tablero reserva de Guatemala. Y hoy no me han alineado. Como me aburría viéndoles jugar a los otros, he preguntado si había algún torneo de rápidas por la ciudad y me he venido.
- ¿Y tu capitán no dice nada?
- Creo que está algo enfadado conmigo. El otro día me quiso alinear, y yo me escapé y me fui al Kremlin. Y ahora ya no me habla.
- Oye, qué bueno...
- Bah, el capitán no tiene ni idea. Es un político que se ha sacado un viaje gratis, pero todos los del equipo le evitamos.
- Mira, un tablero libre, vamos a jugar.
Jugamos varias partidas con resultado variado, de lo que deduje que, si el sexto del ranking guatemalteco no supera al siscentésimo del ranking español, es que el ajedrez no es precisamente el deporte nacional en Guatemala.
- ¿Por qué no se vienen a ver la ronda de mañana? - dijo Gustavo.
Anatoli se excusó, pero yo acepté encantado.
- ¿No pondrán problemas para pasar?
- No. Yo estoy alojado allí, y allí pasa todo el mundo.
Y así era. Al día siguiente, aparecí por allí, y llegué a la habitación de Gustavo. Las habitaciones del Cosmos eran espartanas a más no poder. Las camas eran minúsculas e incomodísimas, los cajones de los armarios se caían a pedazos; había un televisor que parecía que fuera a echar chispas de un momento a otro y la moqueta tenía un color indefinible. El baño estaba lleno de manchas y las toallas eran trozos de telas que no secaban nada. En fin, lo típico en muchos hoteles rusos, incluso hoy en día.
Bajamos a la sala central, donde iban a jugarse las partidas. Al salir de la habitación, la encargada de pasillo nos dirigió una mirada desdeñosa, como preguntándose qué hacía yo por allí. Sí, sí, en el Cosmos, como en todos los hoteles soviéticos, había una mujer encargada de pasillo, que era (y a veces sigue siendo) quien daba y recogía las llaves... y quien avisaba a las prostitutas del hotel de que un huésped masculino acababa de llegar a su habitación. Enseguida seguía una llamada del "servicio de habitaciones" ofreciendo servicios sexuales. Si a uno no le gustaban esas llamadas, sólo tenía que encararse con la encargada del pasillo y dejarle bien clarito, a ser posible a gritos, que si aquello se repetía se iba a enterar. La mujerona, indefectiblemente, negaba tener nada que ver con la llamada..., pero lo cierto es que no se volvían a repetir.
Y entonces bajamos a ver el torneo, pero se hace tarde, así que lo del torneo lo dejo para la próxima, que ya cierra esta serie nostálgica.
viernes, 6 de junio de 2008
Hoteles (I)
Los hoteles de Moscú no es que sean caros: es que a los dueños sólo les falta un parche en ojo. Y vamos a ver algún motivo de por qué son tan caros, y es que, hace no tantos años, había varios hoteles de medio pelo que elegía la gente que no quería gastarse trescientos euros por noche en una habitación; aunque no mucho, esa gente tenía donde elegir, pero las cosas han cambiado bastante:
1.- El primero en caer fue el hotel Intourist, situado al principio de la Tverskaya. Los inspectores decidieron finalmente derribarlo tras comprobar que era imposible de desinfectar y que el único sistema para eliminar a sus habitantes indeseados era una bomba de neutrones, pero les debió parecer bestia.
2.- El "Rossiya" fue el siguiente en caer. Tres mil habitaciones tenía, nada menos. Aquello era un laberinto peor que el de Creta. Es posible que, cuando lo derribaron finalmente, encontraran algún huésped buscando la salida.
3.- El "Moskva", en plena plaza Manezh, siguió la racha de víctimas. Aparte de su curiosa estética, que es otra historia que se las trae, también era un laberinto desquiciante, pero es que además buena parte de las habitaciones llegaron a estar alquiladas a empresas en los tiempos en que los centros de negocios en Moscú no eran más que un proyecto.
4.- Luego siguió el Minsk, y luego el Ukraina, éste último situado en uno de los famosos rascacielos moscovitas, que son muy bonitos por fuera, pero que dejan mucho que desear cuando hay que habitar en ellos.
En fin, que prácticamente todos los hoteles de clase media de Moscú han sido derribados (bueno, el Ukraina sólo ha sido clausurado), y ya sólo quedan los de alto copete, a unos precios por noche que superan el presupuesto nacional de varios países africanos, y los agujeros insondables. A mí me encantan los agujeros insondables (¿qué vivencias interesantes se sacan de un cinco estrellas, señores?), pero mis gustos no son compartidos por la mayor parte del turista o profesional que viene a visitar la ciudad y que, adocenado y remilgado, insiste en alojarse cerca del centro en lugares decentes. Pero claro, con tanto hotel medianejo en reconstrucción, la oferta ha caído y los dueños de los hoteles han visto el cielo abierto para machacar al cliente con las tarifas más altas del mundo. Y, encima, siempre están llenos.
Bueno, pues sólo un hotel de tres estrellas de la antigua escuela continúa abierto: es el Cosmos, un pedazo de bicho interminable que no está totalmente cochambroso y que mantiene precios aproximadamente asequibles. Llevaba mucho tiempo sin ir por allí, pero hace poco conseguí convencer a un visitante para que se alojara en él y quedé para recogerlo allí mismo. Y se me despertaron recuerdos de la primera vez que estuve allí, en el lejano 1994. Pero eso lo dejo para la próxima.
1.- El primero en caer fue el hotel Intourist, situado al principio de la Tverskaya. Los inspectores decidieron finalmente derribarlo tras comprobar que era imposible de desinfectar y que el único sistema para eliminar a sus habitantes indeseados era una bomba de neutrones, pero les debió parecer bestia.
2.- El "Rossiya" fue el siguiente en caer. Tres mil habitaciones tenía, nada menos. Aquello era un laberinto peor que el de Creta. Es posible que, cuando lo derribaron finalmente, encontraran algún huésped buscando la salida.
3.- El "Moskva", en plena plaza Manezh, siguió la racha de víctimas. Aparte de su curiosa estética, que es otra historia que se las trae, también era un laberinto desquiciante, pero es que además buena parte de las habitaciones llegaron a estar alquiladas a empresas en los tiempos en que los centros de negocios en Moscú no eran más que un proyecto.
4.- Luego siguió el Minsk, y luego el Ukraina, éste último situado en uno de los famosos rascacielos moscovitas, que son muy bonitos por fuera, pero que dejan mucho que desear cuando hay que habitar en ellos.
En fin, que prácticamente todos los hoteles de clase media de Moscú han sido derribados (bueno, el Ukraina sólo ha sido clausurado), y ya sólo quedan los de alto copete, a unos precios por noche que superan el presupuesto nacional de varios países africanos, y los agujeros insondables. A mí me encantan los agujeros insondables (¿qué vivencias interesantes se sacan de un cinco estrellas, señores?), pero mis gustos no son compartidos por la mayor parte del turista o profesional que viene a visitar la ciudad y que, adocenado y remilgado, insiste en alojarse cerca del centro en lugares decentes. Pero claro, con tanto hotel medianejo en reconstrucción, la oferta ha caído y los dueños de los hoteles han visto el cielo abierto para machacar al cliente con las tarifas más altas del mundo. Y, encima, siempre están llenos.
Bueno, pues sólo un hotel de tres estrellas de la antigua escuela continúa abierto: es el Cosmos, un pedazo de bicho interminable que no está totalmente cochambroso y que mantiene precios aproximadamente asequibles. Llevaba mucho tiempo sin ir por allí, pero hace poco conseguí convencer a un visitante para que se alojara en él y quedé para recogerlo allí mismo. Y se me despertaron recuerdos de la primera vez que estuve allí, en el lejano 1994. Pero eso lo dejo para la próxima.
miércoles, 4 de junio de 2008
Respondiendo a Olga
Estimada Olga:
Me alegró mucho (o muy mucho, como dice usted) recibir su mensaje sobre las relaciones serias. Todas mis relaciones son serias, así que creo que podremos llegar a un entendimiento, tanto más cuanto que usted habla no malo la lengua inglesa, según confiesa de manera seguro que modesta. A mí tampoco se me da mal, pero me gusta más el castellano; eso sí, al traductor no recurro ni jarto vino, porque yo he sido traductor, sé cómo las gastamos y estoy seguro de que las máquinas son todavía peores que nosotros, que ya es decir.
Me pide usted que le cuente cosas sobre mi ciudad. Mi ciudad, desde la que le escribo a usted, es Valencia y está en España. Valencia no es una ciudad cualquiera, no. Valencia es la mejor tierra y la más bonita del mundo. Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor. Sus mujeres todas tienen de las rosas el color. Y al sentir cómo perfuman en sus pechos el azahar, quisiera en la tierra valenciana mis amores encontrar. Pero con eso de los amores no hubo suertecilla por mi tierra, de manera que me tocó ir un poco más lejos a encontrarlos. No fue a Samara, pero eso fue porque entonces se llamaba Kuybyschev y yo todavía no era capaz de pronunciar todo eso. Hicieron ustedes muy bien en cambiar de nombre a la ciudad. Kuybyschev no vendía, y Samara sí.
La verdad es que es usted una mujer muy hermosa, además de atrevida y con ganas de viajar. Y, por si fuera poco, tiene buen gusto, prueba de lo cual es que me ha escrito precisamente a mí, que no estoy nada mal. Algún compañero de trabajo dice que él ha recibido el mismo correo, pero eso es seguramente envidia cochina, porque usted, estoy seguro, nunca haría eso de ir enviando mensajes indiscriminadamente.
En nuestro caso, lo malo es que yo estoy servido de mujeres hermosas. Pero una proposición de las que hace usted no es cosa de echarla en saco roto así como así, de manera que he pensado en cómo sacarle partido, y me ha venido a la cabeza que tengo un hermano, de 28 años, que se parece bastante a mí, conque ya puede imaginarse lo bien plantado que es. Él también, como yo, quisiera en la tierra valenciana sus amores encontrar, porque, por si fuera poco, en Valencia, la blanca barraca, la flor del naranjo, la huerta tupida de almendros en flor, el Turia de plata, el cielo turquesa, y el sol valenciano van diciendo amor ¿Usted se da cuenta de lo que es vivir en un sitio así y no comerse un rosco? Una agonía, creáme, que lo he sufrido en mis propias carnes.
Pues eso, que mi hermano, que se llama Hermann von Buchweizen, está un pelín desficioso, porque todo a su alrededor va diciendo amor, y sin embargo él, cuando no está trabajando o echando unas partidas de ajedrez, está delante del ordenador con no sé qué de juegos en red y cosas así, hasta tal punto que le he pedido que se levantara cinco minutos a ver si podía mirar mi correo y se ha puesto a echar gruñidos como si le hubiera quitado la comida. Así que, si usted me hiciera el favor, podía enviarle también correos como ése, a ver si pica y comienza a pensar en otras cosas, porque ya no sé qué hacer para poder leer mi correo. Ya ve, todo a su alrededor va diciendo amor, y él ni caso. Y no es que tenga mal carácter, no, es algo temporal y yo creo que una mujer de bandera como usted podría encauzarlo por el buen camino, además de que, puestos a tener cuñada, al menos que esté buena. De lo contrario, tendré que convencerlo para que visite Moscú y allí le puede pillar cualquier pelandusca sin conciencia y que no esté ni la mitad de cañón que usted.
Así que dígame si le interesa Hermann. Le aseguro que no se arrepentirá. Es un tío deportista, alto, guapo y con un interesante recorrido de mejora. Pero está desficioso, y eso, en Valencia, no puede llevar a nada bueno.
Espero sus noticias. Suyo afectísimo.
Alfor von Buchweizen
Me alegró mucho (o muy mucho, como dice usted) recibir su mensaje sobre las relaciones serias. Todas mis relaciones son serias, así que creo que podremos llegar a un entendimiento, tanto más cuanto que usted habla no malo la lengua inglesa, según confiesa de manera seguro que modesta. A mí tampoco se me da mal, pero me gusta más el castellano; eso sí, al traductor no recurro ni jarto vino, porque yo he sido traductor, sé cómo las gastamos y estoy seguro de que las máquinas son todavía peores que nosotros, que ya es decir.
Me pide usted que le cuente cosas sobre mi ciudad. Mi ciudad, desde la que le escribo a usted, es Valencia y está en España. Valencia no es una ciudad cualquiera, no. Valencia es la mejor tierra y la más bonita del mundo. Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor. Sus mujeres todas tienen de las rosas el color. Y al sentir cómo perfuman en sus pechos el azahar, quisiera en la tierra valenciana mis amores encontrar. Pero con eso de los amores no hubo suertecilla por mi tierra, de manera que me tocó ir un poco más lejos a encontrarlos. No fue a Samara, pero eso fue porque entonces se llamaba Kuybyschev y yo todavía no era capaz de pronunciar todo eso. Hicieron ustedes muy bien en cambiar de nombre a la ciudad. Kuybyschev no vendía, y Samara sí.
La verdad es que es usted una mujer muy hermosa, además de atrevida y con ganas de viajar. Y, por si fuera poco, tiene buen gusto, prueba de lo cual es que me ha escrito precisamente a mí, que no estoy nada mal. Algún compañero de trabajo dice que él ha recibido el mismo correo, pero eso es seguramente envidia cochina, porque usted, estoy seguro, nunca haría eso de ir enviando mensajes indiscriminadamente.
En nuestro caso, lo malo es que yo estoy servido de mujeres hermosas. Pero una proposición de las que hace usted no es cosa de echarla en saco roto así como así, de manera que he pensado en cómo sacarle partido, y me ha venido a la cabeza que tengo un hermano, de 28 años, que se parece bastante a mí, conque ya puede imaginarse lo bien plantado que es. Él también, como yo, quisiera en la tierra valenciana sus amores encontrar, porque, por si fuera poco, en Valencia, la blanca barraca, la flor del naranjo, la huerta tupida de almendros en flor, el Turia de plata, el cielo turquesa, y el sol valenciano van diciendo amor ¿Usted se da cuenta de lo que es vivir en un sitio así y no comerse un rosco? Una agonía, creáme, que lo he sufrido en mis propias carnes.
Pues eso, que mi hermano, que se llama Hermann von Buchweizen, está un pelín desficioso, porque todo a su alrededor va diciendo amor, y sin embargo él, cuando no está trabajando o echando unas partidas de ajedrez, está delante del ordenador con no sé qué de juegos en red y cosas así, hasta tal punto que le he pedido que se levantara cinco minutos a ver si podía mirar mi correo y se ha puesto a echar gruñidos como si le hubiera quitado la comida. Así que, si usted me hiciera el favor, podía enviarle también correos como ése, a ver si pica y comienza a pensar en otras cosas, porque ya no sé qué hacer para poder leer mi correo. Ya ve, todo a su alrededor va diciendo amor, y él ni caso. Y no es que tenga mal carácter, no, es algo temporal y yo creo que una mujer de bandera como usted podría encauzarlo por el buen camino, además de que, puestos a tener cuñada, al menos que esté buena. De lo contrario, tendré que convencerlo para que visite Moscú y allí le puede pillar cualquier pelandusca sin conciencia y que no esté ni la mitad de cañón que usted.
Así que dígame si le interesa Hermann. Le aseguro que no se arrepentirá. Es un tío deportista, alto, guapo y con un interesante recorrido de mejora. Pero está desficioso, y eso, en Valencia, no puede llevar a nada bueno.
Espero sus noticias. Suyo afectísimo.
Alfor von Buchweizen
lunes, 2 de junio de 2008
Proposiciones
De: Olga
Enviado el: viernes, 30 de mayo de 2008 3:56
Para: Alfor von Buchweizen
Asunto: Hola el hombre de mi sueno
(¿Sueno? Eh, que yo no ronco. No sueno nada)
Hola
Me llamo Olga a mi de 26 anos
Vivo en Rusia la ciudad SAMARA es la ciudad confortable y hermosa, que me ha dado muy mucho en las vidas.
(Eh, Samara. Simple y fácil de pronunciar. Desde luego, resulta más sencillo que... no sé, Dzherzhinsk, por ejemplo. Creo que si Olga viviera en Dzherzhinsk, además de que Dzherzhinsk no es ni confortable ni hermosa, no podría escribir cartas de amor a españoles. Quizá a polacos sí, pero a españoles no. Menos mal que vive en Samara)
Buscar a si bueno al hombre para las relaciones serias y la posibilidad del encuentro.
(Para serios, yo. Vamos, todo lo que hago yo es serio. Soy su hombre)
Cuenta a mi, por favor, mas del lugar, en que vives?
(Vaya, pues me ha pillado en Valencia. Mejor, porque Moscú, que es donde vivo, debe estar muy visto para una rusa. Bueno, pues contaré cosas de Valencia, que me da a mí que es confortable y hermosa. Como Samara)
He nacido, ha acabado la escuela, y ha recibido superior economico La formacion de la profesion manager.
(Leche, sólo me ha quedado claro que ha nacido. Bueno, es lo mínimo que hay que hacer. Luego, ya veremos)
No se malo la lengua inglesa. Y Pienso, sera facil comprendernos uno a otro. Pero a veces con todo mi Uso al traductor.
(Aaaah, era eso. Yo pensaba que era cosa de la LOGSE, o que había estudiado español en el Instituto Cervantes)
Ahora trabajo en la firma, manager por A la venta. Concedia mucho tiempo al trabajo, y ya hacia 26 anos mi Se doy cuenta que a mi el tiempo meditar en la creacion de la familia.
(Cierto, ya va siendo hora. Se lo diré a mi hermano pequeño, que va para 28 y todavía no se ha dado cuenta)
Mientras que no podia Encontrar a la persona, que conviene. Por eso he decidido encontrar en internet De esta unica cosa el hombre, con que podria crear serio Las relaciones. Puede ser en el futuro esto ha crecido en firme seguro El par - la familia!
(Vamos, que, entre Samara e internet, se queda con internet)
Que buscas?
(Ahora mismo el puntero de la PDA, que se me ha perdido. Si está por Samara, dímelo)
Desde la infancia mis padres educaban De mi, como la persona honrada y honesta. Demostraba siempre El respeto a los mayores se preocupaba por los proximos a mi la gente!
(Ahí, ahí. Familia, educación, honradez, honestidad, respeto a los mayores, amor al prójimo. Así me gusta, nada de pendones desorejados)
Tengo la figura hermosa y la apariencia.
(No está mal, no. La boca está sospechosamente oculta, pero bueno, pelillos a la mar)
Y tengo habitualmente cada uno el dia La carrera de la manana.
(No me hables de carreras, que ayer corrí en la Volta a Peu de Faura y hoy no puedo dar un paso. Ahí te querría ver yo, con los dos kilómetros al 10% que nos pusieron al final)
Pienso, puedes verlo en mis fotografias. Y como Te preocupas sobre la salud? Sere contento ver mas cerca de tus cuadros.
(Pero si yo no pinto...)
Trabajaba muy persistentemente todo el ano para hacer a si el regalo, y Visitar su pais.
(Eso de trabajar el ano suena fatal. Y, si lo combino con aquelo de "manager por A la venta", me puedo hacer una idea del oficio -y orificio- que desempeña la firma en que curra. Pero bueno, todo esfuerzo es bueno, si se trata de visitar mi país)
Se de su pais, como sobre fuerte y libre El estado, con la cultura desarrollada y las tradiciones buenas.
(Bien, bien, España una, fuerte y libre. Y tradiciones buenas, ya lo creo que sí. Aún crearemos una célula tradicionalista en Samara)
Esto fue mi Por el sueno remoto de visitar tu pais. Pero mi sueno principal fue Encontrar a la persona, proxima a mi.
(Mmmm... ya te voy viendo las intenciones, picaruela)
Y probablemente nuestro conocimiento se encontraba no Por la coincidencia simple. Y querria que cuentes mas de si.
Espero mucho que seras aquello persona, sobre que mi sera: olgasamara@rambler.ru
Con interes y facilmente!
Y si ser mas corto aquello mi querer conocera y basar con ti las relaciones serias Si gustarte mi foto te pido me escribire mucho esperar Su Olga
(Pues "aquello" será todo lo corto que quieras, vale, sobre todo después de una ducha fría, con la profilaktika, como las de la última semana, ¡pero luego crece! Y. funcionar, funciona)
***
En fin, habrá que responder. Pero mejor en la próxima, que hoy no urge.
Enviado el: viernes, 30 de mayo de 2008 3:56
Para: Alfor von Buchweizen
Asunto: Hola el hombre de mi sueno
(¿Sueno? Eh, que yo no ronco. No sueno nada)
Hola
Me llamo Olga a mi de 26 anos
Vivo en Rusia la ciudad SAMARA es la ciudad confortable y hermosa, que me ha dado muy mucho en las vidas.
(Eh, Samara. Simple y fácil de pronunciar. Desde luego, resulta más sencillo que... no sé, Dzherzhinsk, por ejemplo. Creo que si Olga viviera en Dzherzhinsk, además de que Dzherzhinsk no es ni confortable ni hermosa, no podría escribir cartas de amor a españoles. Quizá a polacos sí, pero a españoles no. Menos mal que vive en Samara)
Buscar a si bueno al hombre para las relaciones serias y la posibilidad del encuentro.
(Para serios, yo. Vamos, todo lo que hago yo es serio. Soy su hombre)
Cuenta a mi, por favor, mas del lugar, en que vives?
(Vaya, pues me ha pillado en Valencia. Mejor, porque Moscú, que es donde vivo, debe estar muy visto para una rusa. Bueno, pues contaré cosas de Valencia, que me da a mí que es confortable y hermosa. Como Samara)
He nacido, ha acabado la escuela, y ha recibido superior economico La formacion de la profesion manager.
(Leche, sólo me ha quedado claro que ha nacido. Bueno, es lo mínimo que hay que hacer. Luego, ya veremos)
No se malo la lengua inglesa. Y Pienso, sera facil comprendernos uno a otro. Pero a veces con todo mi Uso al traductor.
(Aaaah, era eso. Yo pensaba que era cosa de la LOGSE, o que había estudiado español en el Instituto Cervantes)
Ahora trabajo en la firma, manager por A la venta. Concedia mucho tiempo al trabajo, y ya hacia 26 anos mi Se doy cuenta que a mi el tiempo meditar en la creacion de la familia.
(Cierto, ya va siendo hora. Se lo diré a mi hermano pequeño, que va para 28 y todavía no se ha dado cuenta)
Mientras que no podia Encontrar a la persona, que conviene. Por eso he decidido encontrar en internet De esta unica cosa el hombre, con que podria crear serio Las relaciones. Puede ser en el futuro esto ha crecido en firme seguro El par - la familia!
(Vamos, que, entre Samara e internet, se queda con internet)
Que buscas?
(Ahora mismo el puntero de la PDA, que se me ha perdido. Si está por Samara, dímelo)
Desde la infancia mis padres educaban De mi, como la persona honrada y honesta. Demostraba siempre El respeto a los mayores se preocupaba por los proximos a mi la gente!
(Ahí, ahí. Familia, educación, honradez, honestidad, respeto a los mayores, amor al prójimo. Así me gusta, nada de pendones desorejados)
Tengo la figura hermosa y la apariencia.
(No está mal, no. La boca está sospechosamente oculta, pero bueno, pelillos a la mar)
Y tengo habitualmente cada uno el dia La carrera de la manana.
(No me hables de carreras, que ayer corrí en la Volta a Peu de Faura y hoy no puedo dar un paso. Ahí te querría ver yo, con los dos kilómetros al 10% que nos pusieron al final)
Pienso, puedes verlo en mis fotografias. Y como Te preocupas sobre la salud? Sere contento ver mas cerca de tus cuadros.
(Pero si yo no pinto...)
Trabajaba muy persistentemente todo el ano para hacer a si el regalo, y Visitar su pais.
(Eso de trabajar el ano suena fatal. Y, si lo combino con aquelo de "manager por A la venta", me puedo hacer una idea del oficio -y orificio- que desempeña la firma en que curra. Pero bueno, todo esfuerzo es bueno, si se trata de visitar mi país)
Se de su pais, como sobre fuerte y libre El estado, con la cultura desarrollada y las tradiciones buenas.
(Bien, bien, España una, fuerte y libre. Y tradiciones buenas, ya lo creo que sí. Aún crearemos una célula tradicionalista en Samara)
Esto fue mi Por el sueno remoto de visitar tu pais. Pero mi sueno principal fue Encontrar a la persona, proxima a mi.
(Mmmm... ya te voy viendo las intenciones, picaruela)
Y probablemente nuestro conocimiento se encontraba no Por la coincidencia simple. Y querria que cuentes mas de si.
Espero mucho que seras aquello persona, sobre que mi sera: olgasamara@rambler.ru
Con interes y facilmente!
Y si ser mas corto aquello mi querer conocera y basar con ti las relaciones serias Si gustarte mi foto te pido me escribire mucho esperar Su Olga
(Pues "aquello" será todo lo corto que quieras, vale, sobre todo después de una ducha fría, con la profilaktika, como las de la última semana, ¡pero luego crece! Y. funcionar, funciona)
***
En fin, habrá que responder. Pero mejor en la próxima, que hoy no urge.