miércoles, 27 de abril de 2011

Músicos acabados (XI)

- ¿Dave?
- Sí, ¿quién es?
- Soy Roger.
- Jo. Desde que no me pones demandas para quedarte con el nombre del grupo, ya me llamas todas las semanas.
- Sí, pero esto es grave.
- No lo será tanto como lo de Rick.
- Es grave.
- ¿Y qué es?
- Voy a actuar en... Moscú.
- ¡Roger! ¡Estarás acabado!
- Ya estoy acabado, Dave. No hago nada original desde hace casi veinte años.
- ¿Y la ópera ésa que escribiste?
- No me la recuerdes.
- Pero... ¡tocar en Moscú! ¡Es lo último!
- Bueno, es que... claro... y... una cosa más.
- Dime.
- Había pensado en que podíamos tocar juntos, e incluso convencer a Nick, como en aquel concierto de Londres de hace unos años. Que ya hace seis años, tú. Cómo pasa el tiempo.
- ¿Yo, en Moscú? ¡No! ¡No estoy acabado todavía! Sólo hace cinco años que saqué mi último disco ¡No voy!
- Bueno, pues si sólo hace cinco años que sacaste algo nuevo y bueno, iré yo sólo a tocar a Moscú. Ya sé que todo el mundo sabrá que estoy acabado, pero al menos es en primavera, y pagan bien.

Efectivamente, esos dos pollos del supuesto diálogo no habían venido todavía por Moscú. No mientras fueron miembros de Pink Floyd, claro, porque Roger Waters se fue del grupo en 1985, o más lo declaró disuelto, aduciendo, precisamente, que habían dejado de ser una fuerza creativa. O sea, que estaban acabados. Los otros dos componentes lo desmintieron, después de unos problemillas judiciales, sacando «A Momentary Lapse of Reason», y luego «The Division Bell». Y no, no estaban acabados. Los dos son muy buenos.

Ahora podemos decir tranquilamente que los Pink Floyd están acabados. Syd Barrett, que llevaba acabado casi cuarenta años (las drogas no perdonan) murió en 2006 y Richard Wright en 2008. Cuando dos miembros del grupo mueren, es señal suficiente de acabamiento y terminación. El sábado, el tercero, Waters, actuó en Moscú.

Probablemente cualquier otro día hubiera ido, pero el sábado era la vigilia de Pascua y estaba ocupado. Al que seguimos esperando, y no creo que tarde demasiado en venir, es a David Gilmour. A ése espero no perdérmelo, aunque sea la constatación definitiva de que, incluso él, está acabado.

Y aquí tenéis a Waters en Moscú:

3 comentarios:

  1. Amigo Alfor, eres un asesino de grandes artistas y en definitiva un sinvergüenza musical sin escrúpulos. Te estás pasando unas cuantas verstas con estas entraditas...

    ResponderEliminar
  2. Al'bert , ¡y lo que me queda por pasarme!

    ResponderEliminar
  3. Oh, nooo :( Descanse en paz, Roger Waters.

    ResponderEliminar