Cuando eres soltero, y te casas, te cambia la vida, pero tampoco tanto.
Cuando te cambia la vida de verdad es cuando tienes tu primer hijo.
Cuando tienes el segundo, te das cuenta de lo fácil que era la vida cuando sólo tenías uno.
Cuando tienes el tercero, te das cuenta con un escalofrío de que ya no puedes montarte en un taxi con toda la familia, y que tus desplazamientos son un prodigio de logística.
Cuando esperas el cuarto, te das cuenta de que lo del taxi no era nada, y de que ahora lo que vas a tener que hacer es rascarte el bolsillo, cambiar de coche y buscar poco menos que una furgoneta.
Cuando te habías hecho a la idea, habías previsto qué ibas a hacer, y el cuarto no sigue adelante, te quedas muy confuso y te preguntas qué está pasando y por qué.
Menos mal que está Ro. Ro pregunta, pero, antes de que te dé tiempo a responder, aventura una posible causa de por qué pasan las cosas:
- Papà, a lo millor Déu no vol que canviem de coche (Papá, a lo mejor Dios no quiere que cambiemos de coche).
Será eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario