Las distancias con la patria de uno traen consigo, en buena parte, ventajas, como puedan ser un conocimiento mejor del mundo, una mente más amplia... pero también acarrean numerosos inconvenientes, como, por ejemplo, un cierto grado de alienación cuando uno aparece por la tierra de sus mayores.
Esa alienación es todavía mayor en Abi, Ro y Ame, cuyos mayores, por si fuera poco, proceden de lugares diferentes y distantes, por lo que aparecen por su "patria" especialmente poco. Por su "matria" aparecen algo más... Sin embargo, este agosto ha sido posible una estancia de dos semanas en el terruño de los ancestros, a orillas del Júcar, lugar antiguo, con solera, látigo de urbanitas y crisol de rusticidad. Mi pueblo, vamos.
Mis padres, algo confusos ante tamaña invasión del casón familiar, intentaron hacerse a un lado para que no hubiera heridos entre ellos (entre mis padres). Mis hermanos decidieron no interrumpir su rutina más que lo justo para pasar por allí y poner cara a sus sobrinos, que a estas edades evolucionan con rapidez. Con lo cual, visto que la parentela cercana tomaba una actitud más bien pasiva, opté por llevar la estancia por otros derroteros.
- Anirem a vore als vostres cosins (Iremos a ver a vuestros primos) -dije con entusiasmo.
Y Abi dijo:
- Papá, ¿i qué és un cosi? (Papá, ¿y qué es un primo?)
Mmmmm... las relaciones con mi familia menos cercana son manifiestamente mejorables.
Uupsssss.. Alf, ¿Y cómo le explicaste eso? jajaja... Además su pregunta suena a que estuviera pensando "el meu pare en vol portar a veure algo molt rar"
ResponderEliminarBesitosssssss
Esther, mis hijas no hablan así. Eso de "veure" les suena raro raro.
ResponderEliminarEn todo caso, la explicación fue la traducción al castellano o al ruso, claro. No hubo mayor problema.