Abi, Ro y Ame hicieron buenas migas con los primos que fue posible localizar y yo incluso conseguí reconocer a la mayoría de mis primos y de mis tíos que pasaron por el pueblo con motivo de las fiestas patronales, después de años sin verlos. Ahí estoy en clara desventaja. Todos los que me ven dicen:
- Ah, eres el fill de Padralfor, ¡cóm te sembles a ton pare! (Ah, eres el hijo de Padralfor, ¡cómo te pareces a tu padre!)
Así cualquiera. En cambio, yo no tengo ese recurso, porque tampoco conozco a los padres de los que me interpelan, a los que llevo años sin ver. Pero bueno, mejor o peor, conseguí no quedar demasiado mal.
En verano, en el pueblo aparecen algunos extranjeros, de los de verdad, que no hablan el castellano, y no digamos el valenciano. Destacan especialmente en la procesión mayor del pueblo, en la que no soy quién para juzgar su devoción, pero podrían estar más callados. La verdad es que todos podríamos estarlo. Abi, Ro y Ame tenían muchas ganas de ir a la procesión y decidí llevarlos. Las ganas se les fueron quitando progresivamente, pero, a pesar de que al cuarto de hora ya se iba quejando Ame de que tenía sed, conseguí que la acabaran todos, de lo que estuvieron muy orgullosos.
Delante de nosotros estaba una señora con dos niños, algo mayores que los míos, que conversaban entre ellos:
- Allume! - decía uno, con el cirio apagado.
- Attend! - decía otro.
- Depêche-toi! - le decía yo, para que no nos tuviera allí parados. Me miraron con cara de extraterrestre.
Y, en esto, me dio uno de esos prontos que tocan de repente:
- Аби, Ро, Аме, будьте осторожны, пожалуйста, со свечами! (Abi, Ro, Ame, tened cuidado con las velas, por favor).
Los tres se me quedaron mirando extrañadísimos. Buenos, los tres, y todos los que pudieron oír aquella jerigonza.
- Папа, а почему? Ты же с нами всегда говоришь по-валенсийски... (Papá, ¿por qué? Si siempre hablas en valenciano con nosotros) - repuso Abi.
- Мы же как раз в Валенсии (Y estamos precisamente en Valencia) - añadió Ro.
Y yo les dije:
- Если эти дураки говорят между собой по-французски, мы будем говорить по-русски (Si estos cretinos hablan entre ellos en francés, nosotros lo haremos en ruso).
En el fondo, eran ganas de ir volviendo a casa.
Tiene usted una rara habilidad para captar y plasmar la auténtica realidad cotidiana. Enhorabuena.
ResponderEliminarJajaja, Alfito, eres único, sólo tú eres capaz de dejar tu lengua paterna que tanto adoras por fastidiar un poco... Porque reconócelo, que ya son unos años que nos conocemos: Lo tuyo fueron ganas de chinchar, jajaja... Bueno, vale, y alomejor echabas de menos Moscú, pero eso creo que era lo de menos..
ResponderEliminarBesitossssss
Ah, por cierto, de las fiestas de tu pueblo, lo que más recuerdo de cuando tenía un novio de allí, es la noche esa del baile de disfraces, y que al día siguiente había un "esmorsar popular" con pescado de ese salado (creo que son sardinas) frito con cebolla y pan, estaba de vicio, mmmmmm... Supongo que seguirán haciéndolo
ResponderEliminarBesitos
Anónimo, pues muchas gracias.
ResponderEliminarEstherita, lo del baile de disfraces y el "esmorsar popular" continúa. Lo de tu novio de mi pueblo ya veo que no... :p
Jajaja, no, el novio ya hace años que no, pero muchos, ¿eh? lo menos diez. Pero eso sí, hemos seguido siendo amigos y su hermana era vecina mía hasta abril, cuando me trasladé a la gran city.
ResponderEliminarBesitos