Pues sí, ya tenemos culpables del desaguisado de las bebidas alcohólicas. La verdad es que, entretanto, el desaguisado se había complicado bastante, hasta el punto de que el número de fiambres por ingesta de alcohol industrial (eso ya iba mucho más allá que el caso de Rzhev), o de cualquier porquería que colocase, ya estaba aumentando tan peligrosamente que en Perm, por ejemplo, habían declarado el estado de emergencia. Uno, que en su ingenuidad relaciona el estado de emergencia con catástrofes naturales, conatos de invasión enemiga o epidemias de enfermedades contagiosas, se ha encontrado con que también es aplicable a situaciones en que un ejército de alcohólicos bebe cualquier veneno a falta de medios para comprar bebida no directamente mortal.
Pues los culpables, según el dedo acusador del primer viceprimer ministro, son tres viceministros, lo que en España llamaríamos secretarios de estado: de dos de ellos no había oído hablar nunca y, después de que la maldición haya caído sobre ellos, lo más probable es que no vuelva a hablar nunca más, más que cuando se dé la noticia de su destitución, cuando no de su encarcelamiento. Y es que hay cosas que se pueden perdonar, pero poner patas arriba el mercado de bebidas alcohólicas, eso sí que no.
El tercer acusado es Andrey Sharónov, viceministro de Desarrollo Económico y Comercio. Un chaval joven, de poco más de cuarenta años, a quien, además, tuve el gusto de conocer en una conferencia que tuvo lugar a principios de este año. Se suponía que la conferencia la iba a dar el mismísimo ministro German Gref, que no es huésped fácil de conseguir, así que se apuntó la flor y nata de la comunidad empresarial guiri en Moscú (además de la mencionada flor y nata, también me apunté yo); pero, como tantas veces pasa, a última hora se escaqueó con alguna excusa barata y le pasó los trastos a Sharónov. El chaval salió entero del trago, e incluso fue mucho más interesante de lo que se podía esperar. Y ahora, ¡toma!, le ha caído encima el sanbenito de "tú has sido quien ha causado la muerte de tantos buenos bebedores a lo largo de los últimos meses". La verdad es que el chaval me cayó bien y creo que sería una lástima que se lo quitaran de enmedio, además de que íntimamente estoy convencido de que los inútiles que han provocado el colapso del mercado de bebidas alcohólicas hay que buscarlos en otro sitio.
Veremos qué pasa. De momento, su jefe, el mismo German Gref al que sustituyó entonces, no parece que lo vaya a fulminar. Muy al contrario, sus declaraciones han sido algo así como: "Han acusado a un inocente, siguiendo la tradición rusa. Ahora, siguiendo esa misma tradición, sólo falta que den una recompensa a los verdaderos culpables."
Enternecedor. Yo quiero un jefe así. Una pena que haya más de un rumor que anuncia que a Gref le van a dar la patada de un momento a otro. Si es así, estas declaraciones tienen toda la pinta de acelerar la patada.
Madre del amor hermoso. Ya veo como está el patio... Si es queeee.. oye ¿y tú estás seguro que de los grifos moscovitas sale agua y no vodka? porque a este paso... Que país por dios.
ResponderEliminarEn fin besitosss
Uf, y lo que queda por venir. Los alcohólicos vagabundos están cayendo como moscas. Eso sí que es selección natural.
ResponderEliminarPero que bruto eres!
ResponderEliminarBueno, sí, me he pasado...
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