No voy a descubrir aquí el elevado nivel cultural de la población rusa en general. Sin embargo, en esta entrada vamos a ver un ejemplo de pericia en la redacción de notas que, en manos de plumas más bastas, podrían derivar en un texto soez y poco agradable para la lectura. El texto es el de la fotografía adjunta y reza, en una traducción todo lo literal que permiten las circunstancias, como sigue:
Estimados huéspedes:
Se ruega, con independencia de los objetivos previstos y de los resultados alcanzados, echar agua al salir.
Si los resultados alcanzados han superado todas las esperanzas, se ruega servirse de la escobilla.
Gracias con antelación.
La limpiadora.
Y, en efecto, no me quiero imaginar a doña Margarita en la tesitura de redactar un texto como éste, cuyo cuidado estilo refleja un mundo en que las limpiadoras son licenciadas universitarias con dificultades de adaptación al capitalismo. Y sí, esas licenciadas universitarias venidas a menos son capaces de redactar unos floripondios como el que hemos visto, pero son mucho menos capaces de ejercer la función para la que han sido contratadas, es decir, dejar como los chorros del oro la oficina o vivienda que deben limpiar.
Y es que, en el fondo, la limpiadora licenciada, igual que la camarera licenciada, o la dependienta licenciada, considera que el hecho de que, por circunstancias de la vida, deba estar realizando un trabajo servil, menoscaba de alguna manera su dignidad. Quizá sea por eso que ninguna es diligente en lo suyo, aunque, por otra parte, puedan recitar las obras completas de Pushkin.
Que bueno.. Madre del amor hermoso, ya sé, acabo de descubrirlo, Moscú es ese mundo al revés del que hablaba aquella canción infantil, está claro. Pero eso sí, me imagino a Doña Margarita, y ya que tu no lo escribiste, con tu permiso, Alf, lo hago yo: "agan el fabor de tirar de la cadena que me degan el vaño echo un hasco, y si el zuruyo deja restos, usen la escoviya que no cuesta nada, leñe" Fdo Dña margarita.
ResponderEliminarAins, pero oye, yo te he de decir una cosa, a mi me deja una nota como esta la señora de la limpieza, y sólo por la molestia que se ha tomado para darle la vuelta a la tortilla y decir con tanto estilo algo tan complejo de tratar, de verdad que no volvía a fallar en eso de tirar de la cadena... ¿o si?¿cual sería su segunda nota? mi maliciosidad traviesa me hace suponer que, después de todo, yo la provocaría... Venga, va, guapa, a ver que me escribes ahora..
Besitos
Jajajaja...Está super loco eso, de verdad q ahí debe ser licenciado hasta el bagabundo...será que la educación estará taaan bien?
ResponderEliminarCada vez me dan más ganas de ir a Rusia.
Besitos.
Esther, muy agudo eso del mundo al revés, algo de eso hay. Y gracias por la redacción de la supuesta versión de doña Margarita: a mí se me hace muy duro escribir así.
ResponderEliminarEn honor a la verdad, los baños en cuestión estaban razonablemente limpios. También es verdad es que no eran públicos.
BAR, lo cierto es que educación, en el sentido de "enseñanza", está bastante bien. Eso sí, en el sentido de "modales" deja muchisimo que desear. Tengo mis dudas sobre qué es más importante.
Bueno Alf: estaban limpios por un detallito: yo no estaba para provocarla a escribir una nueva nota, je, je, je. En cuanto a la nota de Dña Margarita, no hay de que. Ya sabía yo que para ti era más duro que para mi, aunque te he de decir que ha provocado daños casi irreparables en mi córnea tanta falta, por dios. Debi escribirla un poco borracha o dormida para resistir todo eso.
ResponderEliminarEn fin. Besitos