En una entrada anterior comentaba el estropicio que causó una nueva regulación, pésimamente introducida, en el mercado de las bebidas alcohólicas en Rusia. La consecuencia fue, como quedó dicho, alentar la producción de bebidas ilegales; paralelamente, los precios del vodka, ante la escasez, aumentaron considerablemente.
Los resultados comenzaron a notarse hace una semana, cuando se registró una ola de intoxicaciones en Rzhev, y parece que no es el único sitio. La peña, a la que el bolsillo no le daba para comprar vodka legal, se hizo con unos garrafones de alcohol industrial, que también debe colocar lo suyo, se puso a plimplar de la garrafa, y poco después ingresó medio fiambre en el hospital de turno.
Al hilo de esto, el domingo pasado, en un programa de debate de esos superficiales y de baja estofa que proliferan actualmente y que poco menos que arreglan el mundo en cinco minutos, se trataba la ardua cuestión de "¿Cómo se puede combatir el alcoholismo en Rusia?". Invitaron al debate a dos pollos de lo más granado: Dmitri Zelenin, gobernador de la provincia de Tver (en la que se encuentra la ciudad de Rzhev), y Alexei Mitrofánov, diputado, jefe del grupo parlamentario del LDPR (del que habrá que escribir en otra ocasión) y número dos de Zhirinovsky (sobre el que creo que sobran las palabras).
Estos dos próceres, enfrentados al problema que se debatía, proponían lo siguiente:
Zelenin: "Es que no puede ser. En las garrafas, que las tuve en la mano, sólo ponía que contenían alcohol y que no eran para el consumo humano. Y, además, olían a limón. Y claro, la gente se lo bebe. Lo que hay que hacer es poner bien claro en la etiqueta que eso es veneno y tintarlo de negro o de rojo, para que a la gente no le dé ganas de bebérselo."
Mitrofánov: "Pues yo creo que lo que hay que hacer es eliminar los impuestos sobre el alcohol. ahora que tenemos un Estado al que le sobra el dinero por todos los sitios, no necesitamos esos impuestos. Entonces la bebida sería muy barata y todo el mundo podría permitirse beber vodka de buena calidad, con el que no les va a pasar nada si se lo beben."
Así estaban los dos padres de la Patria, cuando alguien del público, recordando el título del debate, hizo una pregunta.
- Oigan, sí, pero, para reducir el alcoholismo, ¿no piensan hacer nada?
Zelenin: "¿El alcoholismo? Bueno, nuestra responsabilidad es que la gente no se envenene. Luego, si beben, que sea algo que no les mate..."
Mitrofánov: "Eso del alcoholismo es un asunto muy complejo, con implicaciones... sociales... habría que educar a la gente. Habría que, no sé, fomentar que hubiera locales de ocio, con lo que la gente no se quedaría en casa bebiendo. Pero ésa no es nuestra tarea. Yo bajaría los precios."
Creo que siguieron hablando un poco más, pero mis propias carcajadas ya no me dejaron escuchar el resto.
pero que descaro el de estos tipos, me parece que si tienen tanto dinero que le sobre al país deberían aprovecharlo para subsidiar un poco a la población que no tiene mucho,por que dudo que toda la gente de rusia sea millonaria (y si así es, yo agarro un avión y me voy para allá).
ResponderEliminarsi bien es cierto que eso del alcoholismo es una situacion difícil, también es de cultura, pero no me parece que el bajar los precios sea la solución, y francamente ahora no se me ocurre ninguna.
ya lo pensaré y te lo digo.
p.d. que difícil es tratar de pronunciar sus apellidos!!!!!
besos
BAR, la gente aquí no es millonaria ni de lejos. Sin embargo, es cierto que al Estado le sobra el dinero y no saben donde meterlo (supongo que en Méjico, tal y como está el precio del petróleo, también estaréis con el riñón bien cubierto). Las razones por la que se lo guardan en una caja y lo sacan con cuentagotas pertenecen a la ciencia económica (con la que se puede estar de acuerdo o no) y serían difíciles de explicar, pero, si interesa, prometo hacerlo en otra entrada.
ResponderEliminarY lo del alcoholismo, desde luego que no lo van a solucionar bajando los precios. Es más segura la solución que propones de subsidiar un poco a la población.
Tú tranquila con los apellidos. Éstos se pronuncian como se escriben. Los hay mucho peores.
Menudo par de personajes, Madre del Amor Hermoso. ¿Y estos señores son de verdad políticos "serios"? ¿De verdad que esto lo decían en un debate teóricamente "serio"?
ResponderEliminarEn serio ¿qué bebieron antes de salir a antena? para mi que el tal zelenin pilló una botella de esas con olor a limón y invitó al otro.. NO sé yo, pero no podían estar hablando en serio y sobrios...
Besitoss
Querido Alf,
ResponderEliminarcuanto más me río con tus últimas historias de nuestra querida patria de adopción, más convencido estoy de que lo mejor que podemos hacer es:
1 - No intentar explicar a resto del mundo (en especial a nuestra Europa con "barreras morales", como dijo alguien en un entrevista :)) ), lo que pasa aquí. Sólo hay una forma de calar a esta gente, y es viviendo aquí un tiempo considerable. De otra manera, son totalmente incomprensibles.
2 - Déjate de blogs. Hay que escribir un libro. No sé si convendría darle un género cómico/dramático, o más bien una película.
Menudo agüjero.
Esther, a Zelenin no lo tenía calado, pero a Mitrofánov no me lo toques. Es uno de mis políticos favoritos, sólo por detrás de su jefe de filas, el incombustible Vladimir Zhirinovsky, y el "top-one" de todos los políticos de todos los tiempos, Saparmurad Niyazov, alias "Turkmenbashí". Si no fuera por ellos, la vida en la Tierra sería mucho más aburrida.
ResponderEliminarComo no dudo que los tres, y en particular Mitrofánov, volverán a ser huéspedes de estas pantallas, no voy a entrar en profundidad en ello. Sólo debo confirmar que los dos estaban aparentemente serenos durante el debate que, efectivamente, tenía ínfulas de seriedad.
Botas, no dudo de la inutilidad, al menos parcial, del esfuerzo didáctico en que estamos sumidos. Desde luego, una cola, preferentemente en Aeroflot, vale más que mil entradas en la blogosfera (aunque estoy llorando con tu última entrada). Por lo demás, lo del libro es algo que han intentado otros con cierto éxito, pero yo creo que esos otros han hecho pocas colas y han pasado por pocos antros destartalados. Podemos mejorarlo.