sábado, 18 de marzo de 2023

Comienzos de las cadenas de supermercados belgas actuales: el león

Jean-Jacques Delhaize debía ser un tipo bastante especial. Por lo menos, innovador. Era de la zona de Charleroi (de un sitio muy valón llamado Ransart), donde nació en el lejano 1805, así que de niño y de joven le tocó vivir tiempos interesantes, como la batalla de Waterloo de 1815 o la revolución de 1830. Ya sus padres y abuelos eran comerciantes de vino y carbón, productos valones donde los haya. Recordemos que, en fuerte contraste con la actualidad, en el siglo XIX Valonia, gracias a la minería y a la industria pesada, era bastante más rica que Flandes. Hoy las tornas han cambiado y para darse cuenta de ello basta con darse una vuelta por los dos sitios.

Jean-Jacques Delhaize tuvo la friolera de once hijos, nueve varones y dos hembras. Los negocios de compraventa de vinos y carbones le fueron lo suficientemente bien como para sacar adelante a su familia, y hasta para dar estudios superiores a sus hijos varones (bueno, a los que quisieron estudiar, que ésa es otra). Pasa por ser un adelantado del concepto de sucursal y de su aprovisionamiento a partir de un almacén central, pero eso quizá sea una especie que hayan propagado sus hijos, que fueron los que realmente le sacaron jugo a la idea.

Jean-Jacques Delhaize murió en 1857, a los cincuenta y un años, que, para una persona acomodada como él, no dejaba de ser un poco pronto, incluso para el siglo XIX. El siguiente comerciante destacado fue su hijo mayor, Jules, el cual era un teórico del comercio y, de hecho, era profesor de comercio en el Ateneo Real, en Bruselas. A la muerte de su padre tenía veintiocho años y le tocó hacerse cargo de la familia y del negocio familiar de venta de vinos y carbones. El tío pasó rapidito de teórico del comercio a práctico del mismo, cortando radicalmente el número de intermediarios en la distribución alimentaria (lo del carbón se lo debió dejar a los Reyes Magos, o no). Hoy eso lo hace todo el mundo, así que no veremos más que productor, mayorista y minorista, pero en el siglo XIX había todo tipo de escalones intermedios de varios niveles. El mérito de Jules Delhaize es el de ampliar el concepto de sucursal atribuido a su padre y realizar lo que hoy se llamaría una integración vertical, hablando directamente con el productor, eliminando todos los intermediarios y suministrando a las tiendas a partir de un almacén central, que también le pertenece. Por otra parte, negocia tales cantidades para todas sus tiendas que su poder de compra es enorme, lo que le permite apretar a los productores y dar unos precios sin competencia a los clientes. Me lo podéis comparar con quien queráis en la distribución actual.

La cosa le empezó a ir bien. Tan bien, que le exigió dedicación a tiempo completo y dejar su empleo de profesor de comercio en 1867. Bueno, la verdad es que no fue el primero, porque su hermano menor Adolphe (que era diez años más joven que Jules) ya había abierto su tienda, llamada "Bon Marché", con un indudable tufo de "discount", el año anterior. A los dos hermanos unidos se les unió un tercero, Auguste, que, la verdad, hasta entonces había tenido muy poco que ver con el negocio de su padre, porque se había hecho veterinario. Los tres hermanos crean la sociedad Delhaize Frères, con realmente muy poca imaginación a la hora de escoger el nombre, pero supongo que eso era lo de menos, y se ponen a abrir tiendas en Valonia. Luego se les unió en el ramo un cuñado (siempre hay un cuñado en medio, ¿verdad?), que dejó su empleo de profesor, pero no de comercio, sino de francés y latín. Siendo cuñado, supongo que les diría a sus socios cómo tenían que hacer las cosas. Y luego se les unió otro hermano más, Édouard.

Como Jean-Jacques Delhaize había tenido tantos hijos, todavía quedaban algunos por ahí, de los que iba a destacar el segundo, Louis, probablemente nerviosito por ver cómo sus hermanos iban abriendo tiendas a troche y moche. Acabará haciendo la guerra por su cuenta a partir de 1870, pero de éste tocará tratar en otro momento.

De momento, los hermanos Delhaize asociados se concentraron en el Henao, su tierra de origen, pero las cosas les fueron tan bien que se les queda pequeño y en 1871 decidieron montar la sede de su negocio cerca de Bruselas, más concretamente en Molenbeek, que hoy es un nido de islamistas, pero entonces era una agradable aldea en las cercanías de Bruselas y, para lo que convenía a los intereses de los Delhaize, muy cerca de la estación de tren.

En 1874, Adolphe se piró de la sociedad fraternal y creó una sociedad disidente: Adolphe Delhaize. Para compensar, se incorporó al equipo de Delhaize Hnos. el hermano menor (bueno, había una hija aún menor, pero fue su marido, el mencionado cuñado, el que entró en el grupo), Léopold. Así que tenemos en este momento tres empresas llamadas Delhaize: Louis Delhaize, Adolphe Delhaize y Delhaize Frères. A pesar de que Adolphe y sus antiguos socios habían concluido un pacto de no agresión (que hoy sería ilegal) cuando se separaron, me imagino que la situación debía ser confusa incluso para ellos, tanto más cuanto que la marca comercial (así se llamaría hoy) seguía siendo "Au Bon Marché" para todas las tiendas. Tocaba distinguirse, y los tres hermanos reunidos tuvieron la ideíta de ser más patriotas que nadie (recordemos que el nuevo socio se llamaba "Léopold", igual que Su Majestad), y pasaron a llamarse, y así siguen hasta hoy, "Delhaize Le Lion", como el emblema de Bélgica. Eso vende mucho. Por si fuera poco, y lo vemos en la imagen que ilustra esta entrada, adoptaron el lema nacional "La unión hace la fuerza", obviamente en francés. Entretanto, y a medida que el patriotismo belga se ha ido desvaneciendo y puede resultar problemático para despertar las simpatías de los supongo que muchos clientes independentistas, ha sido necesario un proceso de "rebranding" urgente y estilizar un poco el león, que incluso ahora parece un poco flamenco.

Para diferenciarse, ya que no por el nombre de las tiendas, que por alguna razón siguió siendo el mismo, Adolphe Delhaize se dirigía a una clientela más acomodada que sus hermanos, que pusieron el acento sobre el surtido y vendían una gama de productos mucho mayor, sobre todo conservas. En el fondo, la diferenciación era tirando a escasita, cosa que duró hasta 1950, cuando todos los fundadores llevaban muertos varios decenios, y la sociedad Delhaize Le Lion absorbió a Adolphe Delhaize y la confusión quedó reducida a dos empresas, la del león y la de Louis Delhaize.

Hoy, Delhaize Le Lion es una cadena de supermercados que quiere dejar de serlo, al menos según el modelo tradicional de que la propiedad es de la central, y pasar a un modelo de franquicia pura y dura. La verdad es que el modelo de franquicia ya lo venía explotando para sus versiones más reducidas (creo que Consum hace algo similar con los Charter), pero ahora quiere pasar a ser mayorista y suministrador de una pléyade de franquiciados. La verdad es que no les culpo por querer reducir los gastos que conlleva gestionar una enormidad de propiedades y unas plantillas enormes, porque no estoy muy seguro de que las economías de escala funcionen muy bien en este sector. Lo que está claro es que a los trabajadores les han sentado bastante mal. Y, cuando en Bélgica un trabajador está descontento, las posibilidades de una huelga son altas. En ello estamos.

Delhaize tiene un punto de flexibilidad que posiblemente quiera acentuar más todavía con esta idea de la franquicia. Ese punto de flexibilidad le hace adaptarse al hecho de que el cliente que tiene en Molenbeek, probablemente tapado hasta las cejas, si es mujer, compra cosas distintas y, sobre todo, cantidades distintas a las del cliente de, por ejemplo, Uccle, que con seguridad es blanco y tiene mucha menos prole que alimentar (eso suponiendo que tenga prole) que los de otros barrios con familias más amplias. Así, en la tienda de Molenbeek se encuentra uno con tamaños familiares y con envases bastante grandes, mientras que en la de Uccle cada vez más se ven más envases de una sola unidad, por ejemplo de hamburguesa. Cuando llegué a este barrio, todavía parece que se resistían a la evidencia, pero está visto que el cliente manda y que en esta parte de la región las personas que vivimos solas somos las suficientes como para que los envases se fabriquen pensando en nosotros.

Y hasta aquí Delhaize Le Lion. Pero, como hemos visto, en el lejano 1870 Louis Delhaize también se había metido en el sector y, a diferencia del hermano Adolphe, su sociedad se escapó de ser absorbida por el león, así que tocará escribir sobre ella dentro de unos días, cuando toque publicar la siguiente entrada.

Cosa que no será hoy, porque no son horas.


C’est véritablement à Charleroi que naît la distribution belge moderne. La famille Delhaize est déjà implantée dans la région carolorégienne depuis plusieurs générations, et plus précisément à Ransart. Jean-Jacques Delhaize y est négociant en vins et en charbon. Il épouse en 1827 Joséphine Ponsart ; ils auront onze enfants, dont neuf garçons. Parmi eux, plusieurs se lanceront dans la distribution alimentaire : Jules Delhaize (1829-1898) Louis Delhaize (1833-1897, repose au cimetière de Ransart) Edouard Delhaize (1835-1888) Auguste Delhaize (1838-1895) Adolphe Delhaize (1840-1899, repose au cimetière de Laeken) Léopold Delhaize (1843-1887, repose au cimetière d'Ixelles) Célina Delhaize (1845-1886, repose au cimetière d'Ixelles) Magasin Delhaize sur la place Charles II (détail carte postale ancienne, éditeur inconnu) Jules Delhaize, l’aîné, devient professeur de sciences commerciales à l'Athénée Royal de Bruxelles. Au décès de son père, il se retrouve chef d’une famille nombreuse. Intéressé par le système de la distribution alimentaire en Belgique, il observe de près les cascades des intermédiaires qui font augmenter le prix des denrées alimentaires. Jusqu’au milieu de XIXIème siècle, la distribution n’est l’affaire que de petits commerçants indépendants, et les intermédiaires multiples font rapidement augmenter les prix. Jules Delhaize pense un nouveau système de distribution des denrées alimentaires : plusieurs succursales réunies sous une enseigne commune seraient desservies à partir d’un entrepôt central, bénéficiant de prix de gros auprès des fournisseurs. Les magasins pensés par Jules Delhaize se veulent irréprochables, tenus par un personnel compétent. Les prix des denrées seront fixes, et affichés, comme dans les grands magasins, qui commencent à s’ouvrir un peu partout en Belgique (notamment « A la Ville de Verviers », à Charleroi, en 1846). En 1866, Adolphe Delhaize est le premier à se lancer ; il ouvre son commerce à Châtelet, sous l'appellation Bon Marché. En 1867, le 1er juillet, Jules quitte son emploi d’enseignant. Son frère Auguste, établi comme médecin vétérinaire, le rejoint. Ensemble, ils créent la société Delhaize Frères et Cie, active dans le commerce des denrées coloniales, les vins et les liqueurs. Ils ouvrent leur premier magasin sur la place de la Ville-Basse à Charleroi. Magasin Delhaize, avenue Mascaux à Marcinelle (détail carte postale ancienne, Edition A. Leclercq) En 1868, une nouvelle succursale Delhaize Frères et Cie est ouverte à Marchienne-au-Pont. Le futur époux de Célina Delhaize, Jules Vieujant (1842-1911), les rejoint, quittant son emploi de professeur de français et de latin ; il ouvre des succursales à La Louvière et à Mons. Edouard Delhaize quitte son emploi de professeur de rhétorique française, et ouvre les succursales de Namur et de Huy. En 1870, Louis Delhaize se lance également dans l’aventure du commerce, mais seul. En seulement quatre années, la famille Delhaize aura créé trois entreprises actives dans le secteurs de la distribution. La création des succursales durant ces quatre premières années se concentre principalement sur le Hainaut, terre connue des Delhaize, où le nombre de clients potentiels est élevé dans les zones industrielles. Les affaires sont florissantes. En 1871, les frères Jules, Edouard et Adolphe Delhaize s’unissent avec Jules Vieujant. Ils créent ensemble une société en commandite simple, et quittent la région de Charleroi pour s’établir à Molenbeek-Saint-Jean, à proximité de la gare de l’Ouest. Magasin Delhaize sur le boulevard Tirou En 1874, l’ambiance entre les frères n’est cependant plus au beau fixe : Adolphe décide de quitter la société ; il hérite de certaines succursales et tous signent un pacte de non-agression ; la société Adolphe Delhaize est créée. Léopold Delhaize, le cadet, rejoint ses frères Jules et Edouard. C’est en 1875 que les frères ajoutent au nom de leur société la mention “Le Lion”, emblème de la Belgique et de sa devise "L'union fait la force" ; on compte alors déjà 21 succursales à travers le pays... Bien que dépendant de deux sociétés différentes, les magasins sont exploités sous le slogan commun “Au Bon Marché”. Les magasins d’Adolphe se spécialisent attirant une clientèle plutôt aisée, tandis que les enseignes Delhaize Frères & Cie Le Lion proposent une large gamme de produits, touchant toutes les classes de la société. L’enseigne produit elle-même de nombreux produits, et importe des produits en conserve des Etats-Unis. En 1950, la société Adolphe Delhaize est absorbée par l’enseigne du Lion. De son côté, Louis Delhaize reste à Charleroi et développe son réseau à partir de son siège social de Ransart. Il se concentre principalement sur le Hainaut. Après son décès, le 11 novembre 1897, ce sont ses fils Achille, René et plus tard Georges qui reprennent l’entreprise. Ils permettent à l’entreprise de croître en dehors des frontières ; si Achille reste en Belgique, René et Georges prennent la direction de la France. René y achète en 1906 les enseignes Sanal à Nancy, et en 1920 celles de Sadal à Strasbourg. Georges fonde à Lille les Docks du Nord en 1908. Sépulture de Louis Delhaize et de sa famille dans le cimetière de Ransart - Détail En 1908, en Belgique, Louis Delhaize devient une société anonyme. A la mort d’Achille, c’est Louis, fils de Georges, et qui reprend la direction de l’entreprise. Louis, deuxième du nom, continue de diriger la société familiale depuis Ransart. Côté français, en 1965, André Bouriez, neveu français de la famille entré chez Sanal en 1929, arrive à rapprocher les firmes Sadal, Sanal, Docks du Nord et Mielle, permettant la création du Groupe Louis Delhaize. Rapidement, le Groupe se lance dans l’aventure des hypermarchés sous l’enseigne Cora. Groupe franco-belge, détenu aujourd'hui majoritairement par la famille Bouriez, le siège social reste toujours aujourd'hui situé sur les terres d'origine des Delhaize. La famille de Louis Delhaize resta longtemps proche de sa région d'origine, comme en témoignent les différentes artères qui portent leur nom (sentier Delhaize, place Louis Delhaize, rue René Delhaize). Propriétaire d’une vaste demeure située à proximité du centre de Ransart, la famille fit don du Château Delhaize à la commission d'assistance publique de Ransart ; suite à la fusion des communes, le bien fait aujourd’hui partie des propriétés du CPAS de Charleroi. Le Groupe Louis Delhaize prit également en charge la restauration de l’ancienne maison communale de Ransart. Louis Delhaize repose au cimetière de Ransart.
Source : charleroi-decouverte.be | Les Delhaize, à l’origine de la grande distribution moderne / F. Dierick

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