Este año no debería haber empezado. Así, a lo bruto. No recuerdo un año más garrafal desde que tengo memoria, y ya van unos cuantos. Pero, mira, sea como fuere, ya van catorce desde que comenzó esta aventura, que ya son años, e incluso se diría que, puede que gracias al confinamiento, pero no sólo por eso, el ritmo de entradas ha aumentado. No, vale, sigue lejos de los mejores tiempos, que no parece fácil que vuelvan, pero igual esta bitácora tarda en desaparecer un poco más de lo que parecía que iba a pasar. Los que han casi desaparecido, según las estadísticas, son los lectores, pero es que no se puede tener todo.
Catorce años... Se dice pronto, pero han pasado cosas en ellos, ya lo creo que han pasado. Lo que pasa es que últimamente los tiempos son tirando a malos, y escribir tiene mucho que ver con desahogarse, de ahí el aumento de la frecuencia de publicación, en un tiempo en que, seamos claros, las bitácoras son cada vez más cosa del pasado: demasiada letra para los tiempos que corren.
Para este amanuense, sin embargo, la letra es una vocación. Incluso en un año tan nefasto como el actual, en que es justo pensar que ojalá tuviéramos un botón de reinicio para comenzar desde cero, hay que seguir escribiendo, aunque sea como último refugio de todas las desgracias que se van sucediendo.
De momento, no faltan cosas sobre las que escribir. Tanto la pandemia en Bélgica como la sucesión de gobernantes pulcramente inscritos en los muros del ayuntamiento de Bruselas prometen fijar la atención de este relator durante algún tiempo todavía. Hasta pronto, entonces, si Dios quiere.
No sé cuántos seremos, pero sí cuánto disfrutamos con su bitácora. Felicidades y a por otros catorce.
ResponderEliminarDesde Estella (Navarra) tengo que animarte para continuar.
ResponderEliminarNo has hecho conocer a la Madre Rusia y ahora, la coctelera belga
Un saludo
José Miguel
Existimos, antes y ahora. Yo personalmente desde... ¿2007-8?
ResponderEliminar¡Larga vida!
Fer Sólo Fer, muchas gracias y a mandar. Me gusta esa tilde en ‘sólo’... :-)
ResponderEliminarJosé Miguel, bienvenido y gracias por los ánimos. Qué bonita debe ser Estella y qué ganas tengo de pasar por ahí. A ver si algún año que me toque bajar a la Península en coche me da tiempo a desviarme del camino más corto y conocer Navarra.
Millán, gracias por los ánimos y bienvenido. Catorce años no es nada, así que vamos a ver hasta cuándo llega.