Esto no es Grozny, ni Kabul, ni Mosul. No: esto es Bruselas, y más concretamente el edificio otrora conocido como Hospital Edith Cavell, y que ahora es un amasijo menguante de hierro y polvo.
No le puedo tener la menor simpatía al lugar (por esto, esto y esto), pero que conste que no tengo nada que ver con su derribo.
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