Para los corredores aficionados como un servidor, las bandas de los pulsómetros, ésas que se llevan en el pecho para que los sensores envíen al reloj las pulsaciones que tienes en cada momento, puedes ser una tortura china. En mi caso particular, me rozan debajo del pecho y, si a eso añadimos que la ropa, por amplia y ligera que sea, también provoca sus rozaduras cuando llevas mucho tiempo corriendo, la cosa se pone molesta.
Al final, ya tocó ir a la farmacia a comprar vaselina y que las rozaduras no sean lo mismo. Menos mal que en francés se dice casi igual.
- Je voudrais acheter un tube de vaseline, s'il vous plaît - le dije al dependiente.
El dependiente miró mi mochila rosa, frunció el ceño, echó un suspiro al aire y me dio la vaselina.
Hay momentos en que es mejor no dar explicaciones. Total, p'a qué.
La mochila rosa... ¿es también de la Pantera Rosa?
ResponderEliminarClaro. :-)
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