Las manifestaciones del pasado fin de semana, para los que hayan estado siguiendo la prensa internacional, e incluso la prensa rusa, dan la impresión de haber sido un acontecimiento planetario que haya sacudido los cimientos de la sociedad rusa.
En realidad, y desde la perspectiva de los que vivimos aquí, apenas se notó.
Los que viven en las afueras, que son la gran mayoría de los moscovitas, no tuvieron ni que darse cuenta de que había unas cuantas multituditas dando la vara por el centro. Bastante había con los veintipico bajo cero, y bajo un sol de justicia helada, que nos estaban cayendo encima. Los que vivimos en el centro, vale, tuvimos que esquivar un par de marchas, pero tampoco hubo para tanto.
Se manifestaron los chicos de la oposición antisistema en Bolotnaya Ploschad. Bueno, digo "antisistema" por llamarlos algo y porque así los llama la gente, pero éstos se parecen tanto a los del 15-M como un ladrillo a una fiambrera. En realidad, son clase media, sector privado, y gentes, en general, poco amigas de violencias y de jaleos, aparte de cuatro bichos raros. Como siempre, el número de asistentes varía según las fuentes: los convocantes hablan de 120.000 y la policía de 35.000. Me conformo con 35.000 y voy a creerme que éstos no pagaron a nadie para que se manifestara con ellos. Siendo así, con el frío que hacía, convocar a 35.000 personas tiene mérito.
Rusia Unida logró juntar a muchas más de cien mil personas en Poklonnaya Gorá, por lo que tendrá que pagar una multa al municipio, al haber incumplido la petición de 50.000 manifestantes que habían realizado. Putin dice que él también se rascará el bolsillo y aportará algo, a pesar de que él no estuvo en la manifestación y ni siquiera pertenece a Rusia Unida. Voy a secarme la lágrima que me rueda por la mejilla...
Los participantes, al parecer, eran sobre todo trabajadores del sector público, probablemente con muchos menos rublos en el bolsillo que los de la otra manifestación, y ciertamente cabe la posibilidad de que haya habido algún toque en los centros de trabajo para que asistan, como sueltan a voz en grito los diarios de todo el mundo, enfadados porque haya más gente que sea partidaria de Putin, ese genocida, que de la oposición, que todo el mundo sabe que toca el arpa y tiene dos alitas que les salen de la espalda. Así y todo, yo no me termino de creer que alguien que no quisiera realmente ir a la manifestación de Putin haya terminado yendo a la fuerza. "Algo" de simpatía, o curiosidad, o lo que sea, sí que debían de tener.
La tercera manifestación en número de participantes, y de la que no ha hablado, naturalmente, ningún medio, más que esta bitácora, es la del LDPR, en plena plaza Pushkinskaya, que convocó, según fuentes del propio partido (creo que la policía ni se ha molestado en dar una cifra) a tres mil personas que estuvieron escuchando a Zhirinovsky y Anpílov, vaya par de dos. Zhirinovsky, por cierto, fue el único candidato a la presidencia que intervino en cualquiera de las manifas. Aúpa.
La cuarta fue la que me tocó las narices. Unos disidentes de la manifa gorda de la oposición, quejándose de que en la manifa principal había nazis y comunistas, montaron una diferente en prospekt Zajárova... que es la calle por donde vuelvo todos los sábados de la compra. Total, calle cortada, rodeo del quince, calles atascadas alrededor, y eso por un par de cientos de caprichosos que no se querían manifestar con el resto de la gente. Ojalá se les hubiera colado algún nazi. O comunista.
Como comer y manifestar, todo es empezar, los grupos convocantes le han tomado gusto al asunto. El 23 de febrero, que es festivo y Día del Defensor de la Patria (antes Ejército Rojo), los grupos patrióticos han convocado la suya, y Rusia Unida no podía faltar, ni los comunistas tampoco (en España los comunistas no me casan mucho con el término "patriótico", pero aquí son lo más de lo más), con lo que va a haber dos manifas más. Los opositores se decantan más por el 26 de febrero que, aunque es domingo, creo que es laborable.
Qué murga, tú. Sólo espero que para entonces no haga tanto frío.
Y, a todo esto, a mí me está empezando a recordar esto una situación histórica parecida, en que el poder tenía la mayoría de las simpatías de la gente, pero acabó habiendo una revolución. Rusia Unida no es el gobierno zarista, ni la oposición es precisamente el partido bolchevique, por eso supongo que la cosa no irá por ahí, pero las comparaciones son dignas de un análisis.
Pero eso será otro día. Hoy se hace tarde.
Ante todo, felicidades por el blog.
ResponderEliminarUna duda:
"Los opositores se decantan más por el 26 de febrero que, aunque es domingo, creo que es laborable."
¿En Rusia hay domingos que son laborables?
Salud
"...como sueltan a voz en grito los diarios de todo el mundo, enfadados porque haya más gente que sea partidaria de Putin, ese genocida, que de la oposición, ..."
ResponderEliminarAlgunos de esos medios han encontrado la solución perfecta: cambiar las cifras y las fotos de las manifestaciones. Te adjunto el enlace de donde me enteré (allí hay más enlaces):
http://www.russiaotherpointsofview.com/2012/02/who-ya-gonna-believe.html
Para una persona medianamente informada la idea es ridícula, porque no hay más que ver las banderas azules de una manifa y las rojas de la otra para saber de qué bando son cada una, pero en occidente por desgracia la gente está muy desinformada (y no sólo en los asuntos de Rusia).
Saludos
Sí, en occidente solemos estar especialmente desinformados sobre nuestro propio país.
ResponderEliminarQue si recortes, que si reforma laboral, pero canal9 y el Ayto. de mi pueblo siguen existiendo, iconos del surrealismo despilfarrador.
Me gusta eso de las manis... aunque no tengo una opinión fundada al respecto, pero me gusta...
Saludos,
Lluis
Pilot, sí, los hay. A diferencia de lo que piensa hacer Rajoy, en Rusia nadie piensa en cambiar las fiestas de día, los puentes se disfrutan legalmente y se compensan con un día que normalmente sería festivo. Lo vimos hace poco aquí.
ResponderEliminarFernando, excelente enlace. Por una vez, hay que hacer notar que el ínclito "The Moscow Times" no está entre los manipuladores de opereta (será el colmo) y, obviamente de mala gana, ha dado simplemente cifras por aquí y por allá, pero no fotos equivocadas.
Lluis, es que tú eres contingente, pero Canal 9 es necesario. Y no digamos el Ayuntamiento de tu pueblo. Eso sí, si es despilfarrador, y te aseguro que no es el mío, que tiene un superávit impresionante. Será una excepción, pero mola.