Dentro de poco, en Rusia hay elecciones. No es que haya mucho que elegir, pero aparecen en los medios algunos partidos, aparte del único y chupiguay Rusia Unida, a los que posiblemente les caigan algunas migajas del pastel. Uno de ellos es el incombustible LDPR, que tuvo su momento de gloria en el congreso de hace unos días. Vladímir Vólfovich ha sido bueno estos cuatro años, se ha convertido en vicepresidente de la Duma y no ha sido crítico más que con la boca pequeña. Como el atractivo de Zhirinovsky consiste precisamente en que su boca no sea pequeña, sino que suelte fuego por la misma, supongo que habrá tenido que hacer un gran sacrificio, pero parece que las encuestas le pronostican un avance.
Otro es un partido que se llama "Pravoye Delo" y cuyo nombre, como tantas veces, consiste en un juego de palabras de traducción muy complicada. Literalmente, puede querer decir "Causa Justa", o "Asunto Correcto" pero también quiere decir algo así como "Acción de Derechas". Sí, es un partido de derechas, o de lo que en Rusia se llama "derecha", que es un partido liberalcapitalista y proclive al empresariado.
Además, está dirigido desde hace unos meses por el mayor oligarca de Rusia, Mijaíl Prójorov, por lo que uno sospecha que no es a la pequeña empresa a la que va a defender este partido, sino a la grande, como la suya misma. Hay gente que piensa que hay oligarcas más importantes, pero sin lugar a dudas el mayor es él, siquiera sea porque mide 2,06 metros, aún es un notable jugador de baloncesto, a pesar de que está más cerca de los cincuenta que los cuarenta, y últimamente incluso se ha encaramado a la cabeza de la clasificación de ricachones locales.
(¿Cómo? ¿Que ya no es el líder del partido? ¿O sí? A ver, a ver...)
Hay otros partidos, claro, pero no es que nadie les haga mucho caso. Están los comunistas, cuya cobertura mediática es cada vez más reducida y que, teniendo en cuenta que sus potenciales votantes van cascando fatalmente, parece que podría perder votos. También está en la misma línea difícil el otro partido, digamos, de izquierda con representación parlamentaria, Rusia Justa, que se pasó a la oposición hace unos meses y, como lo de pasarse a la oposición es sumamente malo, lo va a tener complicado para meter a alguien en nómina del parlamento ruso. Es lo que tiene ser díscolo.
Como a los demás partidos no se les augura un porvenir brillante, y hay bastante gente que no está muy motivada por ninguno de los cinco mencionados, el refugio de la versión local de los indignados (de boquilla, como siempre ha sido en Rusia) es Internet. Y aquí llegan los poderes públicos para tomar medidas preventivas, mucho antes de que las cosas se pongan como en España o, válgame Dios, como en el Reino Unido. Antes de eso, hay que domesticarlo todo. Pero todo todo.
Y es que ha entrado en escena nuestro Conde Pumpido particular. Por cierto que hace unos meses el mismísimo Conde Pumpido estaba en el mismo avión que yo e iba desde Moscú para España, como pude ver a través de la cortinilla que separaba a la chusma de la gente de primera clase. Dejaré que el lector adivine quién iba en primera, si Conde Pumpido o yo, y quién con la chusma.
Nuestro Conde Pumpido particualar, cuyo cargo también se llama "Fiscal General", es Yuri Chayka. Hace algunos años era ministro de Justicia, pero luego lo pasaron a la fiscalía general, donde el tío sigue haciendo méritos invalorables para la causa. El muy cuco ha visto que el problema puede venir de las perniciosas redes sociales, y se ha manifestado a favor de ponerlas bajo control, para prevenir la aparición de extremistas. Ah, los extremistas, pero qué asco dan los extremistas.
Inmediatamente, el "Völkischer Beobach..." ah, no, aquí se llama "Rossiyskaya Gazeta", se ha hecho eco de tan noble propósito y aplaude la iniciativa de Chayka con un texto que no tiene desperdicio y que incluye el habitual desdén de los periodistas hacia los aficionados que escriben (bueno, escribimos). Ah, la élite.
Un día de éstos traduciré unas partes del texto. Entretanto, ojo, que, cuando Chayka habla, es porque su amo le ha insinuado algo, así que puede que falte poco para que las redes sociales sean intervenidas, primero un poquito, y luego, cuando ya hayan metido la patita, cada vez un poquito más.
Por si acaso se pasa por aquí, señor Chayka, que sepa que este sitio no es ni un poquiiiiito extremista. Esta en el puritito centro de todo, y jamás se me ocurriría desviarme un milímetro de ese lugar tan acogedor que alberga a todos los centristas que en el mundo somos. Pues no faltaría más.
Pues yo me temía que los comunistas fueran avanzando. En la prensa española se aireó hace meses unas manifestaciones multitudinarias en Kaliningrado (sin decir convocante, luego me enteré en internet que eran los comunistas). También me enteré en internet que en el primero de mayo de estos últimos años están participando cada vez más jóvenes.
ResponderEliminarSaludos
Fernando, yo no creo que la prensa española sea una fuente muy fiable cuando se trata de describir manifas contra el régimen ruso. Creo que les pueden las ganas de que sean cuanto más grandes mejor.
ResponderEliminarY el primero de mayo, la verdad, yo creo que las manifas son ya pura anécdota y que la gente, jóvenes y adultos, lo que quiere es pasar un día sin pegar golpe. Si va algún joven, seguro que es para ligar.
Dicho esto, podría ser que los comunistas estuvieran mejorando su popularidad entre la gente joven, pero yo no lo creo.
Iba a escribir "lo podremos ver en las elecciones", pero casi me da la risa. :)