Benicountrí, mi pueblo, se ha visto enriquecido este verano con un nuevo habitante, nacido lejos del término municipal, pero debidamente prohijado por un matrimonio residente por allí.
Así, cuando ayer por la mañana volvíamos mi padre, Ame y yo de inspeccionar el arroz y cercionarnos de que el serreig y la marchelina hacen estragos, de que había que haber pulverizado una vez más, y de que menos mal que no había rebordonit, al aparcar dijo mi padre:
- Este niño es ruso - dijo señalando a un niño de cosa de dos años, aspecto moreno y asilvestrado y que a duras penas lograba su madre mantener cerca.
- ¿Ah, sí?
- Sí, se fueron allí a adoptarlo hace unas semanas. El padre no me dijo nada hasta que estuvo de vuelta. Si no, le hubiera dicho que hablara contigo.
- ¿Y el niño habla ruso?
- Vamos a verlo.
Salimos del coche, abordamos a la familia y le dijo mi padre.
- Este és el meu fill major, el que viu en Rússia. (Éste es mi hijo mayor, el que vive en Rusia)
- Tant de gust - dijo el padre -. Mosatros hem adoptat este chiquet d'allí, que estiguerem fa unes semanes. (Encantado. Nosotros adoptamos este niño de allí, donde estuvimos hace unas semanas)
- ¿I encara parla rus? (¿Y aún habla ruso? )
- Sí que en parla, sí. ( Sí que habla, sí )
- A vore si Ame pot parlar en ell. ( A ver si Ame puede hablar con él )
- Però, ¿este parla rus? ( Pero, ¿éste habla ruso? )
- Millor que jo. ( Mejor que yo )
Ame se encaró con el niño y con su mejor sonrisa, y le dijo muy simpático:
- Privet! ( ¡Hola! )
Y yo añadí, también con mi mejor sonrisa:
- Kak tebya zovut? ( ¿Cómo te llamas? )
El niño nos miró literalmente aterrado, como si fuéramos unos monstruos. De repente, se abrazó desesperado a las piernas de su madre. Todos nuestros intentos por hacerle decir algo fueron en vano; es más, giraba la cara para no vernos.
- Pareix que sí que mos enté, perè lo de parlar no lo té tan clar. ( Parece que sí que nos entiende, pero lo de hablar no lo tiene tan claro )
Y así decidimos cortar la conversación, para no crearle al niño algún trauma. No tenemos noticias de cuál fue la vida del niño antes de ser adoptado, pero da la impresión de que no tenía el menor interés en recordarlo.
No es la primera vez que veo que pasa eso. Es muy comun en los niños adoptados en Rusia. Se ve que no lo pasan muy bien de donde vienen, y huyen de todo lo que les recuerda a su estancia en los orfanatos. Una lastima.
ResponderEliminarHola Alfor, hace tiempo que sigo tu blog, pero es la primera vez que mando un comentario.
ResponderEliminarMi hija es rusa, es de una ciudad en los Urales, la adoptamos hace poco más de un año y hasta hace poco no queria decir nada en ruso, ahora dice alguna palabra y canturrea alguna canción, pero cuando le preguntas que es lo que dice o canta,responde que no lo sabe o que no se acuerda y sino contesta con un, niet panimayu paruski, no creas que se olvidan tan facilmente de su idioma, simplemente no se quieren acordar, nosotros no hablamos ruso fluidamente como para mantener una conversación, pero aprendimos a decir algunas cosas para entendernos con nuestra hija y con los rusos, por supuesto teniamos una traductora, pero en la casa cuna nos apañabamos nosotros solos, en este tiempo que lleva mi hija aqui habla castellano y catalán, ojala yo hablara ruso igual de bien que ella castellano.
Buenas Alfor,
ResponderEliminarA decir verdad mucha gente se pone líbida si un Ruso le dirige la palabra, se llama Rusofobia y es un fenómeno ampliamente documentado (http://es.wikipedia.org/wiki/Rusofobia).
Entiendo que las motivaciones en este caso son distintas, sin conocer el caso he de decir que mi hijo si se encuentra con un compañero del cole por la calle no le dirige la palabra porque asocia ese entorno a otra situación que no es estar con Papa y Mama y en el que ese momento no quiere estar, dando por supuesto que en el cole no le maltratan ni nada parecido.
Quiero decir que (aunque también están ampliamente documentados los casos de condiciones penosas de niños huérfanos en orfanatos de la antigua URSS) tal vez si el nió escucha ruso asocia piensa que es hora de volver y no quiere porque esta muy bien en su nueva situación y que el que llore no significa necesariamente que haya vivido situaciones muy desagradables en el lugar donde estuvo...
al menos eso quiero pensar por la propia criatura.
un saludo
Hola, yo también te sigo hace meses y es la primera vez que escribo. Mi hija está adoptada en Murmansk hace cuatro años, y ahora habla castellano, euskera y aprende inglés en un programa de trilingüismo en la escuela, (tiene catorce años). Por supuesto habla en ruso perfectamente, ya que la mandamos a clases particulares para que no pierda su lengua materna. Depende de como se lo plantees, pero mi hija lo lleva bien. Además acogemos a dos hermanas de Novozivkov (Briansk) y se ha pasado todo el verano hablando en ruso con ellas. Un saludo y sigue con el blog, me parece harto interesante. Dasvidania
ResponderEliminarUna bonita historia, y ha tenido mucho éxito en los comentarios...
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos
Lluis
Lugh, desde luego, por muy bien que estén los orfanatos (y demasiados no lo están), siempre estarán mejor con sus papás.
ResponderEliminarAnónimo, bienvenido a la sección de comentarios y enhorabuena por la niña. Supongo que es demasiado pequeña, si viene de una casa cuna, para que pueda conservar el ruso, lo cual es una lástima. Y desde luego es curioso el rechazo que adquieren al idioma cuando son tan pequeños.
Borís, creo que la rusofobia no tiene nada que ver con esto. Lo de los orfanatos en malas condiciones, por desgracia, es verdad; pero yo creo que el rechazo se produciría en cualquier caso, incluso con orfanatos en buen estado (también los hay): nunca serán como una familia.
Maybe Kalandasha, bienvenida igualmente y enhorabuena por la niña. La adoptaste con diez años... enhorabuena doble, porque hace falta mucha decisión para eso. Me alegro de que con diez años ya conserve el ruso y de que le deis clases de refuerzo.
Lluis, sí, se ve que lo de Kostromá no vende. :)
Hola Alfor, gracias por tus palabras. La adopción fué dificil pero cuando volvimos con ella supimos que habia merecido la pena. Algún día volveremos a su pueblo natal en Kola, pero aún no está preparada para enfrentarse a su pasado, por otra parte bastante turbulento. Añoro Rusia, es un país que me gusta. Un abrazo y hasta pronto.
ResponderEliminarhola ,nuestra hija es rusa pero la adoptamos con 9 meses y no recuerda nada de su pais , volveremos en un par de años ella si quiere conocer san petersburgo que es donde nacio y nosotros deseamos volver con ella , un saludo .
ResponderEliminarAMPARO.