Sábado por la mañana, poco antes de una fiesta de cumpleaños a la que está invitada Ro. Me desperezo poco a poco y salgo del dormitorio. Ro, que tiene muchas ganas de ir a la fiesta, tiene un problema y, como casi siempre que tiene un problema, se desplaza rápidamente a la zona parental. Como Alfina está durmiendo y Ro sabe que corre peligro si la despierta un sábado a las ocho de la mañana, la víctima propiciatoria soy yo:
- ¡Papá, papá! ¡Tinc un problema! (¡Papá, papá! ¡Tengo un problema!)
- ¿Quin? (¿Cuál?)
- ¿Tu saps planchar? (¿Sabes planchar?)
- ¿Jo? Sí. (¿Yo? ¿Sí?)
- ¿Me pots planchar esta camisa? (¿Me puedes planchar esta camisa?)
- Ah, val.
Con la camisa en la mano, me voy al salón, cojo la tabla de planchar y la plancha, la enchufo, espero a que se caliente y, entonces, le doy un par de pasadas a la camisa y listos. Jo, qué fácil. Todas las camisas deberían ser tan pequeñas como ésa.
- Ro.
- ¿Qué?
- Tin. Ja està.
- ¡Gràcies!
Ro desaparece la mar de contenta con su camisa. De vuelta a la habitación, paso por delante de su cuarto de baño. Detrás de la puerta se oye la voz de Ro.
- Аби! Папа - настоящий мужчина! Он гладить умеет! (¡Abi! ¡Papá es un auténtico hombre! ¡Sabe planchar!)
Va a resultar que, en Rusia, da igual que tengas o no pelo en pecho. El caso es saber planchar.
Muy tierno, y globalizante:)
ResponderEliminarEstos posts ya se parecen a un libro...
Cuando Alfina me contó la historia, entre risas tuvimos una conversación de esas en las que sólo necesitas intercambiar una mirada:
ResponderEliminar-"Creo que va siendo hora de que os piréis de aquí."
- "Va a ser que sí."
Si lo tiene usted grabado y se lo envía a la Excm. Sra. Bibiana Aído, le nombra a usted director general de algo y ya podrá mudarse con todas las prebendas que el régimen conlleva.
ResponderEliminarAlfreduplistsije, para globalizante, el seudónimo en georgiano. :)
ResponderEliminarKloonich, eso costará tanto como poner una pica en Flandes. Ni más ni menos... ;-)
Babunita, nada, sólo tengo testigos y encima son parientes.