El salón del automóvil de Moscú es un escaparate que no se sabe muy bien, una vez visitado, si tiene como objetivo enseñar los nuevos modelos de coches que los distintos fabricantes ponen a la venta, o alegrar la vista del visitante salid... mmm... capaz de apreciar la belleza, tal y como están los modelos de coches de bien acompañados por modelos de chicas.
Cuando uno se acercaba a un coche, cámara en ristre (como veis, es mi caso), la modelo esbozaba una sonrisita y ponía pose de foto. Cuando te alejabas, adquiría una pose de indiferencia bastante comprensible, teniendo en cuenta que estar junto a un trasto de ésos diez horas al día durante los diez días de duración del salón acaba por desquiciar a la modelo más motivada. Tomando en consideración esto, mi visita se realizó poco después de las diez de la mañana, apenas abierta la feria, para encontrar a las chicas bien desayunadas y llenas de energía.
¿A cuánto va el kilo de pibón en Moscú? El salón del automóvil nos permite realizar una aproximación adecuada en tiempos de demanda relativamente alta. Pues ahí va: el salario normal de cada una de estas chicas es de cinco mil rublos al día, que, al cambio, vienen a ser unos ciento veinticinco euros. El trabajo consiste en situarse junto a los vehículos luciendo palmito y en no ser desagradable. Tampoco se exige ser la alegría de la huerta. Los visitantes, todo lo más, se sacan fotos con el coche y con la chica, pero no se propasan. Muchas veces la foto se la hace su propia mujer (bueno, eso parecía), así que no hay problema doméstico en ciernes.
- Cinco mil rublos... no es tanto.
- Hombre, pues... visto así.
- No, fíjate, la próxima fiesta que hagamos, entre varios podríamos alquilar a una para que esté en la fiesta.
- ¿Y?
- Sólo para que esté. Nada más. Nada de propasarse. Aún así, íbamos a quedar de miedo con el personal.
- Pero es que entonces habrá que sacar la bebida al final, cuando se haya ido, porque si la sacamos antes seguro que hay alguno que intenta propasarse por mucho que digamos que no. Como poco le dará la murga.
- Bueno, también podemos decir que es novia de algún supermafioso agresivo.
- Es igual. Si la peña bebe van a babear a saco.
- Jo, es que quedaría muy bien. La pones a un lado de la sala para que se quede allí de pie y ya que haga lo que quiera. Incluso si quiere puede hablar con alguien.
- No sé... no lo veo claro.
- Yo creo que podemos intentarlo.
En estas pláticas salimos del salón del automóvil y nos dirigimos a la feria adyacente de componentes y repuestos de automoción, cuya descripción y fotos vendrán, Dios mediante, en la próxima entrada, con las aventuras que allí nos sucedieron.
Pero hombre... ¡las fotos más grandes!
ResponderEliminarAlfor, si tuvieras que ofertar un producto y supieras que dejándote la ética en casa, venderías el doble ¿no lo harías?
ResponderEliminarOjo, hay gente que no, hay gente con principios sólidos, pero poca. Yo me dedico a algo parecido, muchas veces tengo que colar productos difíciles, y está claro que si te llevas al cliente a beber alcohol y luego a un bar de... vida alegre, el contrato lo firmas, y el hombre, quizás repita porque entre una reunión seria de 4 horas, o una de media hora y un fiestón, te elige a ti.
Por otra parte, las mujeres no creo que vayan obligadas, por el dinero ponen la carne, también ellas se dejan explotar burdamente.
La culpa es un poco de todos, pero la modelo y el vendedor se ve comprometido si no lo hace, mientras que el cliente podría preferir calidad y seriedad antes que lujuria. De hecho, no vas a ligar con la modelo porque vayas a un salón o compres el producto, así que también es que el cliente es tonto.
Anónimo, es que la cámara es así de cutrilla a veces.
ResponderEliminarBehemoth, creo que en esta entrada no me quejo de la falta de ética. Las chicas se limitan a posar, y en eso yo no veo nada malo.
Quiero pensar que, en mi caso, la ética es algo imposible de dejar en casa, pero, gracias a Dios, hasta hoy no me he visto en la necesidad de elegir. El día que llegue y tenga necesidad, veremos, pero espero estar a la altura.
Las chicas de esta feria son modelos y lo que hacen es perfectamente ético. No seré yo quien me queje. Y, si para comprarse un coche u otro es criterio de valoración es la chati que esté al lado, tienes toda la razón en que ese cliente esta idiota.
Pero mira, mañana viene otra entrada sobre mujeres objeto, y ésa va a estar un poco más al límite, no sé muy bien si de la ética o del buen gusto.