lunes, 26 de octubre de 2009

Elecciones municipales

El pasado 11 de octubre hubo elecciones municipales en Moscú, en las que se elegía a, como diríamos en España, los concejales de la ciudad. No se elige al alcalde, porque, en Moscú, al alcalde lo elige un cuerpo electoral reducido. Tan reducido como que lo forma una sola persona: el presidente Medvedev. Conozco a bastantes moscovitas que creen que deciden ellos quién debe ser el alcalde y se quedan muy sorprendidos cuando les digo que en realidad no es así. Ya tiene bemoles que tenga que ser el guiri el que les cuente cuál es su sistema político y cómo ha evolucionado últimamente la normativa hasta dejar la urna electoral convertida en algo mucho menos útil que una papelera. Los más, directamente, no acaban de creérselo (es lo que tiene ser guiri).

En estas circunstancias, la importancia de las elecciones locales (y de las elecciones en general) es muy relativa. De hecho, prácticamente no sirven para nada y hay mucha gente que, si no lo sabe, por lo menos lo barrunta, así que la participación es lamentable.

Aún así, hay partidos políticos que se lo han tomado con ilusión. De entre todos ellos, a los lectores de esta bitácora no les sorprenderá que escoja al LDPR, o Partido Liberal Democrático de Rusia, que me cae muy simpático. Es una de esas simpatías que no tienen mucho sentido, porque ni soy liberal, ni demócrata, al menos en el uso más común de esta palabra tan desgastada, ni ruso, pero, ¡qué le voy a hacer! De manera inexplicable me cae bien, y probablemente ello pasa por los buenos ratos que me hace pasar su líder (el de la foto, el incombustible Vladímir Zhirinovsky) en sus apariciones y discursos, en los que suelta verdades como puños que luego están, por desgracia, alejadísimas de su práctica. Porque luego, a la hora de la verdad, el LDPR suele venderse por un plato de lentejas. Y no muy colmado.

Su lema electoral es claro: "Sólo LDPR... o sigue aguantando." Y a continuación traduzco el vibrante texto de su pasquín.

Queridos moscovitas:

En nuestra capital hay caminos por los cuales no se llega nunca al destino, agua que no se puede beber y aire que no se puede respirar.

Moscú se ha convertido un apart-hotel de cinco estrellas para oligarcas petroleros y empresarios extranjeros, para niños de papá y call-girls. Para ellos se abren supermercados caros, y se reconstruye el centro histórico a base de dúplex. La calle Ostozhenka, tan querida por los moscovitas, ha sido convertida en una milla de oro para ricachones. Están expulsando del centro a los moscovitas de pura cepa. Las villas tradicionales se ven destruidas y reconstruidas sin el menor reparo. La Moscú capitalina, de piedra blanca, se transforma sistemáticamente en una febril megapolis. Nadie pregunta a los moscovitas si quieren vivir en una ciudad así.

El LDPR se presenta a la Duma municipal para devolver Moscú a sus habitantes. A los que aman a su ciudad. A los que con su trabajo la hacen irrepetible, llena de talento, hospitalaria. En la capital no deben llorar mendigos ancianos en los pasos subterráneos. Los niños moscovitas deben recibir una educación de calidad y gratuita. El moscovita no debe temer que pongan una bomba en el metro, o que le aceche en su portal un ladrón o un violador, o que un perro vagabundo muerda a un niño en la calle ¡No debe haber sitio en nuestra ciudad para los delincuentes, ladrones, asesinos o violadores! Ni debe haber sitio en los mercados moscovitas para los acaparadores.

Moscú es para los moscovitas, porque con sus esfuerzos se construyó y con sus esfuerzos mejorará. En la Duma municipal, el LDPR va a ayudar a los habitantes de Moscú a hacer la ciudad más hermosa y más confortable para vivir. Y en Moscú no habrá malas carreteras, ni agua podrida, ni aire sucio, ni funcionarios deshonestos.

Vladímir Zhirinovsky


Llegado el recuento electoral, al partido gobernante "Rusia Unida" no le ha temblado la mano. 32 de los 35 concejales se los han quedado ellos, mientras que los tres restantes han ido a los comunistas. Uno puede creerse que Rusia Unida fuera a ganar las elecciones, pero lo de rozar el 70% de los votos no es verdad ni de coña. Los otros partidos, LDPR incluido, han protestado enérgicamente y han seguido una política de escaños vacíos en el Parlamento estatal, pero su energía se disipó al tercer día: el 16 de octubre el LDPR ya estaba de vuelta en la Duma; los comunistas llegaron poco después.

Lo dicho, en sus discursos podrán soltar verdades como puños (en el de ahí arriba hay unas cuantas), pero, a la hora de la verdad, parece que se les vaya la energía por la boca. Pues nada: "LDPR... y a seguir aguantando."

4 comentarios:

  1. Una unica y simple duda: "ciudad hospitalaria" ¿? Desde cuando? Que parte del 2003 al 2009 viviendo aqui me he perdido?

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  2. Bruno, bueno, ten
    en cuenta que Zhirinovsky nació en la lejana Alma-Atá y hoy vive de lujo en Moscú. En su caso, Moscú ha sido tremendamente hospitalaria...

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  3. Hola!

    Hace 1 mes estuve por Moscu y ... tachan! Cartel de la Pantoja.
    Evidentemente, me acorde de tu teoria de las carreras en declive: "Musicos acabados". Incluso nos sacamos una foto con la prueba fehaciente de que la Pantoja está acabada.
    Ah, y por cierto, con AHA, de quien también vimos el poster, se confirmó tu teoria de forma aplastante. En unas semanas anunciaban que se disolvia el grupo (por otro lado, demasiado longevo)

    Saludos y felicidades por el estupendo blog, que sigo habitualmente.

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  4. Marta, gracias por los piropos y bienvenida. Ya veo que pudiste comprobar que lo de los músicos acabados era verdad. De hecho, está en curso otra entrada de esa serie.

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