viernes, 23 de octubre de 2009

Crimen y Castigo (II)

- ¿Qué le pasa a ese señor?

La pregunta me la hizo la persona a la que íbamos a visitar, y con quien estábamos comiendo. Se refería a Iván.

- Mmmm... posiblemente ha tomado algo que le ha sentado mal.
- ¿Ah, sí?

Iván conservaba el aspecto desaliñado del episodio anterior; además, su cabeza, torcida, descansaba sobre su hombro derecho, con la boca entreabierta, y hasta me pareció que le caía la baba por la comisura del labio. Para estar, técnicamente, trabajando, su pinta era de patética a directamente desastrosa. De vez en cuando, regresaba de su estado de semiinconsciencia y levantaba la cabeza, sólo para regresar rápidamente a su sopor anterior.

- Sí. Y, además, habrá dormido poco, seguro.
- Eso parece.
- Ah, por cierto...
- ¿Sí?
- No tendremos vodka en toda la comida, ¿verdad?
- Hombre, ¿vodka?, pues no.
- Además, ¿qué tal si le decimos a los camareros que no dejen las botellas de vino encima de la mesa?
- Creo que voy entendiendo por dónde van los tiros.
- Eso es... que los camareros sirvan vino de vez en cuando, pero sin dejar las botellas sobre la mesa. Vaya, por si acaso.
- Bueno, ahora se lo diremos, cuando se acerquen.
- Si no, luego, todo son líos.

Los camareros fueron trayendo los entremeses y recogiendo los pedidos para el segundo plato. Quien más quien menos fue diciendo si quería carne o pescado.

- Y ese señor, ¿qué va a comer?
- ¿Sabe qué? Tráigale pescado. A la plancha, para que sea más digestivo.
- Bueno. Total, se lo va a dejar igual.

Su vecino de mesa, a su debido tiempo, consiguió espabilarlo lo suficiente como para que probara algo. Después de los postres, conseguimos arrastrarlo hasta la sala vecina, donde estaban los cafés y una breve presentación de la empresa que íbamos a visitar. Iván se desplomó sobre la mesa tal cual llegó y se quedó con la cabeza entre los brazos cruzados todo el rato. Por lo menos, antes su vecino de mesa había logrado apartar su café.

Al final, conseguimos hacer reaccionar a Iván lo suficiente para que se arrastrara y lograra acompañarnos en nuestras visitas. Así, de paso, se aireaba, lo que, teniendo en cuenta el olor que desprendía, que no era precisamente de santidad, no podía menos que mejorar el ambiente del grupo.

Acabando la visita, y después de haber respondido muchas preguntas interesantes del resto del grupo, aunque habiendo soportado alguna pregunta a cual más estúpida de Iván, que se estaba reanimando a medida que avanzaba el día y se acercaba la noche, volvimos a la recepción. Iván, resacoso al fin, tenía sus propias urgencias fisicas y se encaró con la recepcionista:

- Где у вас вода? (¿Dónde hay agua?)

La recepcionista se le quedó mirando aterrada, retrocedió unos centímetros y dijo tímidamente en un inglés muy bueno.

- Do you speak English?

Iván sólo alcanzó a decir:

- Water!

Al final le dieron lo que quería.

- ¿Pero este tío no era intérprete de inglés? - le pregunté al organizador.
- Sí, eso dijo ayer.
- Pues sí que se le ha olvidado rápido.

Y con esto lo dejo con una pequeña reflexión. Porque es lástima que, en un grupo razonablemente nutrido de rusos, casi siempre haya alguno empeñado en buscar los límites de su cuerpo y, una vez encontrados, sobrepasarlos ampliamente. Porque, de esta manera, el resto del grupo, que se divierte dentro de los límites y no olvida que, después de todo, se trata de trabajar y además lo hace, se queda rápidamente en el olvido; de lo que se acuerda la gente es del estrafalario que monta el espectáculo convirtiéndose en el actor principal. Luego se quejarán de que la imagen de Rusia está por los suelos, pero eso tiene mucho que ver con lo que sus representantes perpetran allá por donde van, ya desde dentro de los aviones. Y, por lo que hace a los aviones, ya lo hemos visto en más de una ocasión.

Pero ahora toca volver a Rusia a seguir con la campaña, que el invierno ya está cerca.

3 comentarios:

  1. muy bueno te sigo desde hace tiempo desde almeria un saludo muy divertido

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  2. Anónimo almeriense, bienvenido a la zona de comentarios y gracias por los halagos. A mandar.

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  3. ke krak el ivan jajajajaja xDDDDDDDDDDDDDDD weno, lo importante es ke el negocio salga bien, y no hay nda mejr ke llevarse a los klientes de fiesta xra k piensen pko en el negocio y firmen borraxuzos, yo stoy recibiendo kuxillas de afeitar y unas kartas en mi buzn tdos los meses xk me suskribi a algo y no era consciente

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