Para entenderlo un poco mejor, veamos la foto que encabeza esta entrada. Efectivamente, es un coche. Es más, es un coche que ha sido fotografiado por un servidor, que no daba mucho crédito a sus ojos, en mitad de un cruce entre dos calles. En principio, parece que no hay nada de particular, pero sí, ya lo creo que lo hay.
Lo particular es que ese coche está aparcado.
Ahí, con un par de narices. Si alguno quiere pasar por la calle, que lo rodee.
Otra cosa no menos particular es que hay sitio a espuertas, por lo que no hay ninguna necesidad de tirar el coche en medio de la calle. A un lado de la calle no hay nadie aparcado en varios metros, y en la otra, a unos diez metros del lugar, hay sitio como para que aparquen una limusina y un camión trailer sin hacer maniobra.
No sé. Quizá al conductor le había entrado el mono y estaba en la tienda más cercana, que es...
Sí, señor. Aromatny Mir, uno de los mayores distribuidores de bebidas alcohólicas.
Comprensible. Con el tembleque del delirium tremens debe ser complicado hacer maniobras.
Que fuerte me parece... Aunque en Oporto, hace años, vi algo similar, jejeje...
ResponderEliminarbesitos
¿qué hay de lo mío? (parezco uno esperando una recalificación del chorizo, perdón, político democratica y libremente elegido de turno o, al revés, el chorizo después de "dejado" el cargo reclamando viejos favores), sigo esperándolo. ¡Dame lo mío!, ejem, ejem, tú ya sabes, ni aceite ni pluma.
ResponderEliminarhttp://shaurma.blogspot.com/2009/09/transito.html?showComment=1253819951430#c7657442436292404302
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Ese fijo que se apellida Aznarov, ¡quién es nadie para decirle cuanto debe beber (no digamos donde aparcar)!
saluditos.
Esther, ciertamente supongo que en Oporto debe haber muchas tiendas de vinos.
ResponderEliminarFlamenquito, con respecto al comentario de su entrada anterior, permítale decirle que usted no ha visto un atasco en su vida, y todo moscovita que haya leído su propuesta de solución debe estar tapándose la boca para no despertar a los vecinos.
Ah, y como le he escrito ya, soy contrarrevolucionario y monárquico. Y, si quiere, como escribía Valle Inclán del marqués de Bradomín, feo, católico y sentimental. Si con esto no se entera usted de qué pie cojeo, me rindo y váyase a leer las Sonatas, porque no sé repetirlo de manera más clara, ni qué está usted esperando que le diga.
podrias hablar de restaurnates y abres en msocu k un amigo fue y se parito el kulo alli
ResponderEliminarme recuerda al chiste (machista.. sí, así que si sois sensibles o carecies de sentido del humor no sigas) de aquella mujer que tras aparcar le pregunta a su marido:
ResponderEliminar- Cariño, ha quedado el coche muy lejos de la acera?
A lo que él contesta:
- De cuál de las dos?