Últimamente (vamos, como que ya llevo un par de años así) estoy hecho una madre, un esperpento, un blando, en suma, que se aparta de las polémicas como de las llamas del infierno. Y eso no puede ser, así que, en plan terapia, toca escribir una entrada diferente. Una entrada sobre rusófilos, que nos recuerda a aquélla en la que pudimos ver a varios de ellos desplegar todo su genio dialéctico y asombrar al mundo con las palabras más soeces que jamás han adornado esta bitácora.
Y es que yo me he pasado la juventud rodeado de rusófilos, y no de cualesquiera rusófilos, no, sino de rusófilos "pata negra", que lo eran desde antes de que cayera el telón de acero, España se llenara de rusos (y, sobre todo, de rusas) y los españoles se dieran cuenta de que las rusas les molaban mazo. Este factor hizo aumentar considerablemente el número de rusófilos. Pero eso no quiere decir que no los hubiera antes, no. Ya lo creo que los había. Y es ya la hora de acercarse a este fenómeno tan insólito en un país, como España, al que Rusia le pilla a varios miles de kilómetros y con el que no ha tenido ni guerra ni paz a lo largo de la práctica totalidad de nuestra historia. Vamos, que casi siempre nos hemos ignorado mutuamente.
Antes de continuar, recordemos: Todo lo que se cuenta aquí debería tomarse con sentido del humor. Si usted no se ve capaz de hacerlo, y aun así persiste en entrar y leer, sepa que no va por usted, que lo que se cuenta está fuera de contexto y que incluso es posible que no sea ni verdad.
En el diccionario de la Real Academia Española no aparece la entrada "rusófilo", lo cual es una lamentable omisión que no sé como los propios rusófilos no han denunciado con su vehemencia usual, entre acusaciones de conspiraciones antirrusas por parte de los académicos. Así pues, para obtener una definición académica tenemos que proceder por analogía. Tenemos, por ejemplo, "francófilo", que la Academia define como "que simpatiza con lo francés o lo admira". Así pues, según la Academia, rusófilo será aquél que simpatiza con lo ruso o lo admira.
A lo largo de mi vida, he conocido a los suficientes rusófilos como para poder matizar esta definición. Y es que la definición de la RAE es banal, generalista y no hace sangre; es para dejar contento a todo el mundo. Ciertamente, los académicos no tienen por qué meterse en berenjenales, y mucho menos con la definición de una palabra de la que, además, se habían olvidado, pero yo sí, así que ahí va mi definición beligerante de rusófilo español: Dícese del español de sexo masculino que detesta cordialmente a los Estados Unidos de Norteamérica, le gustan las mujeres rusas y por extensión lo ruso, es de izquierdas y reside en España, aunque esporádicamente aparece por Rusia, nunca para estancias demasiado prolongadas.
Lo sé, lo sé, es demasiado largo. Pero bueno, vamos a analizar los distintos puntos que definen al rusófilo:
1.- Detesta a los Estados Unidos de Norteamérica. Esa condición es necesaria. Si hay un rusófilo que puede soportar a los gringos, es un infiltrado y un impostor y urge desenmascararlo cuanto antes. No he conocido a ningún rusófilo que no rechine los dientes y lance algún comentario despectivo cuando sale a colación ese país innombrable. Obviamente, Bush (padre o hijo, cualquiera vale) es el centro de todos los males, Reagan (uno de los causantes, no lo olvidemos, del colapso de la URSS) un enviado del Maligno y, ojo, incluso Obama es malo. Sí, sí, Obama, ése que tan simpático cae a los progres de todo el mundo. Pues al rusófilo fetén tampoco le acaba de convencer. Por si acaso.
2.- Es de género masculino. ¡Hala! ¡Ahí te has pasado!, diréis. Pues no me he pasado. Teóricamente, claro, podría haber rusófilAs, pero, qué va, no resulta creíble. A una rusófila le faltaría... no sé, vehemencia, creer en una conspiración mundial con la exclusiva intención de hundir Rusia. Bueno, y que le gustaran las mujeres rusas. Podría ser, claro. De todas formas, las mujeres españolas que he conocido a las que les gustaba lo ruso y que podrían haber sido candidatas a la rusofilia han durado poquísimo en esta condición.
3.- Le gustan las mujeres rusas. ¡Y a mí, que no soy rusófilo, pero me gustan las tías buenas!, diréis todos al unísono. Sí, es verdad, pero a vosotros también os gustan las tías buenas de otros países, picarones, igual que a mí. Un rusófilo fetén, pero fetén fetén, tiene una predilección especial por las mujeres rusas. Si le ponen delante a Elsa Pataky y a Dinara Safina, le interesa más Dinara Safina, y a los demás no. Si fuera Sharapova, aún podríamos discutir el asunto, pero ¡Dinara Safina! ¿De qué van?
4.- Es de izquierdas. Bueno, esto con matices. En realidad, hay alguna "rara avis" de rusófilo que no es de izquierdas, que admira la espiritualidad eslava y que sueña con que sirva de contención a esta ola de libertinaje que nos invade. Conozco a uno, inasequible al desaliento, que piensa así, pero está muy despistado y no sé en qué Rusia está pensando, pero desde luego no en la que vivo yo. El día que pise Rusia y se entere de algo se reformará y abandonará esas ideas raras que tiene.
No, el rusófilo fetén es de izquierdas. No necesariamente comunista, sino que puede ser sociata, progre de distinto pelaje... claro, esto es un poco redundante, porque todos los izquierdistas españoles detestan cordialmente a los Estados Unidos, y esto ya lo habíamos tratado. Entre los demás españoles también hay muchos que no le molan nada, pero, vaya, no es lo mismo. Y, si en España hay algún simpatizante de Estados Unidos, desde luego lo encontraremos entre los peperos, pero no entre los progres de izquierda.
Lo curioso es que la Rusia actual se parece a un régimen de izquierdas tanto como el de Franco, pero, claro, está todavía ese poso soviético antifa que aún pesa bastante. Así que, aclarados, el rusófilo tipo (rusophilus rusophilus) es de izquierdas.
5.- Reside en España. Claro, yo sólo conozco a rusófilos españoles, así que no puedo juzgar si los rusófilos alemanes, pongamos por caso, podrían vivir en Rusia o deberían vivir en Alemania. En el caso de los españoles, la residencia en España en prácticamente necesaria. Abundan los casos de conspicuos rusófilos mientras estuvieron en España que, llegados a Rusia, han perdido su rusofilia en poquísimos meses, cuando no semanas. Es más: muchos de ellos, si escribieran una bitácora, iban a contar cosas mucho más fuertes de las que leéis en ésta.
En cambio, mientras están en España, los rusófilos pueden hacer cosas como ir a la Pilarica, comer churros con chocolate, bañarse en Almuñécar, irse de tapeo por Segovia, ponerse morados de jamón, hacer gazpacho casero... e imaginarse que Rusia es la Arcadia feliz, porque, total, está a cuatro mil kilómetros y los que disfrutamos, o algo así, de la Arcadia feliz somos otros.
Eso no quita con que el rusófilo visite Rusia, pero con mesura, sin pasarse. Un buen motivo para no pasarse es que las autoridades rusas no le dejan quedarse legalmente más de tres meses como máximo, a no ser que supere una gymkhana burocrática que ríete de Kafka, pero, si el rusófilo es sincero, eso no suele alterar sus convicciones. Porque, claro, Rusia hace eso para protegerse de los terroristas.
Hasta aquí, la definición. Creo que ha quedado claro que no soy rusófilo, aunque sólo sea porque no cumplo esta última condición, pero, obviamente, tengo un pasado, y ese pasado se ha desarrollado en España. Así que, ¿quizá haya sido rusófilo alguna vez y el cambio de residencia ha tenido algo que ver en mi camino de Damasco?
Quizá. Yo creo que no, pero eso quedará para otra ocasión.
Rusofilos personalmente no conozco, creo Alfor, que el rusofilo lo es simplemente por antagonismo a los EE.UU.
ResponderEliminarLo respeto, quizas la tenga hasta cierto cariño al rusofilo, pero me parece que solamente ve la mitad del vaso. Su rusofilia depende exclusivamente de las actitudes del gobierno ruso para con sus relaciones exteriores, nada mas y nada menos.
Entreveo tambien una añoranza a "mejores epocas".
Lo que si conoci y me entristecio mucho; fue ver antiguos comunistas que tuvieron la oportunidad de conocer ambas rusias y ver como en tan solo horas su rusofilia e ideales se desparramaban por el suelo al ver que habia mas gente en la cola del Starbucks de Arbat que en el mausoleo de Владимир Ильич, pero bueno, asi es la vida y el show debe continuar como decia uno de los mejores musicos del siglo pasado.
Y el rusofilo que se las da de tal por la cuestion femenina es porque aun no estuvo en Ucrania, aunque en Rusia tenemos mas variedad.
Vivir aqui no es una tragedia griega, aunque a veces se le parezca tanto!!! Pero tampoco es un oasis mundial para los antiguos y modernos idelistas.
http://www.kp.ru/daily/24346.4/535294/
Lei este articulo de Boris Borisov, me parecio interesante, aunque conociendo sus antecedentes su fiabilidad no es de las mejores.
Por eso te lo recomiendo y te pido una opinion al respecto.
Me llama atencion cuando dice que la poblacion de la URSS sabia de lo sucedido en Ucrania a principios de la decada del 30, me parece que "pepe" no hubiese filtrado jamas esa informacion, aunque quizas opine desde mi formacion occidental anti rusa conspirativa... ops, cai en el discurso rusofilo.
Querido Alfor a fin de año abandonare el pais por unos meses y me instalare en Turquia por cuestiones laborales
Autotest de rusofilia.
ResponderEliminar1) Me caen gordos los yanquis. Sí. 1 punto
2)Género masculino. La última vez que miré, sí. 1 punto.
3)Me gustan las mujeres rusas. Sí, aunque me quede con la mía. Sin embargo yo quitaría lo de "rusas" porque, en realidad, si es guapa no me fijo en el pasaporte y además excluyes a las bielorrusas, ucranianas, etcétera, que también son de pa'cá y entran en el perfil. No obstante, sigo cumpliendo requisitos. 1 punto.
4)De izquierdas: mierda, otro punto más, aunque no se que tiene que ver, porque, comparado con el actual gobierno ruso, Franco era un puto rojo. Igualmente, 1 punto.
5)Bueno, el último punto no tengo claro si lo cumplo, porque la suma de los años en que lo he cumplido, residiendo en España, es bastante mayor que los años que he residido fuera, así que dudo si sumarme un punto. Venga va, coño, medio punto y aquí paz y después gloria.
Y el resultado de mi Autotest de rusofilia es: Mierda, ¡positivo!, me cago en la leche, ahora con que cara voy a poder seguir rajando de este gran país y sus cálidos, amables y simpáticos habitantes?
Alfor, estoy confuso, tronco... ¿por qué me has hecho esto?
Preséntanos al de la foto....
ResponderEliminarmaestro, que te relajas...
quien es aksakov??
El primer rusofilo??
Pues yo siempre he sido un gran admirador de Rusia y soy de derechas desde que tengo uso de razón. Tampoco le tengo especial inquina a los Estados Unidos. Están ahí y punto. Quizás usted confunde rusófilo con sovietófilo. Y eso sí, ahí no tengo nada que hacer. Todo lo contrario. Para mí, la URSS, que no Rusia, fue siempre el ENEMIGO, y una de las mayores alegrías de mi vida fue cuando se vino abajo la tiranía comunista. Conocí a gente, ya anciana, que estuvo en la División Azul, anticomunistas feroces, pero que se les empañaban los ojos, y hasta les caía alguna lagrimita, cuando oían el sagrado nombre de Rusia. Por tanto, y para resumir, rusófilo y de derechas.
ResponderEliminarBruno, no creas, en España hay un montón de gente a la que no le molan nada los EEUU y, sin embargo, de Rusia pasan ampliamente.
ResponderEliminarSobre las colas en el Starbucks y en el mausoleo de Lenin, es muy normal que haya más cola en el Starbucks. En el mausoleo te hacen dar mil vueltas hasta llegar hasta él, te despojan de todo lo que lleves encima, te miran mal y te hacen ir a la carrera por todos los sitios. Ah, y no te dan café ni pastitas. Por muy comunista que seas, al final a todos nos gusta que nos mimen un poco, y en el mausoleo eso no va a ocurrir.
Así que ucranianas, ¿eh? Yo, la verdad, siempre he pensado que la mayor proporción de chicas cañón está en Lituania. Lo que pasa es que en Lituania debe ser difícil competir contra los lituanos, que parece que se pasen el día en el gimnasio. En cambio, en Ucrania y en Rusia yo diría que el occidental medio es aceptablemente, ejem, competitivo...
En cuanto al artículo de Borísov, yo también sospecho que miente, principalmente por lo que dices tú, que no veo al Pravda ni al Izvestia de los años veinte informando sobre la hambruna ucraniana, y no sé cómo se podría enterar la población rusa de otra forma de lo que se estaba cocinando allí. Bueno, cocinando no es la mejor palabra que hubiera podido elegir...
En cuanto a lo que dice de los EEUU, me sorprende mucho, pero bueno, me parece por lo menos exagerado.
Buen viaje a Turquía, hombre. Parece un buen lugar para hibernar y volver a Rusia con las pilas cargadas.
Ángel de izquierdas, nononononono... que no es un test de rusofilia, sino una definición. Para poder ser rusófilo pata negra hay que cumplir todos los requisitos. Si falta uno, se siente. Yo también cumplo en por lo menos un 95% largo los requisitos para ser mujer, por ejemplo, pero me faltan un par de cosillas que hacen que no sea mujer.
Además, a ti te faltan, no uno, sino dos requisitos. No te gustan las mujeres rusas por encima de cualesquiera otras y no vives en España. Así que, tranquilo, puedes seguir rajando con total libertad del país y, en particular, del paisanaje. No eres rusófilo. Y posiblemente nunca lo serás. Bueno, posiblemente... :)
Danferesp, ahhhhh, buena pregunta. Y ciertamente se me ha pasado decir quién era Aksakov; pero, para ello, tengo que continuar con la serie de comparaciones histórico-odiosas que dejé interrumpida en marzo.
Pero eso todavía no será mañana, que mañana es un día un poco distinto, además de destacado, y toca escribir sobre un músico acabado del pasado. Quiero decir que ya estaba acabado en el pasado, porque en el presente lleva siglo y pico bajo tierra, en un bonito cementerio de San Petersburgo. Pero luego ya me pongo con Aksakov y su grupo.
Ángel de derechas, bienvenido y muchas gracias por su comentario, que además es muy pertinente y viene muy bien al propósito de aprender. Que es uno de mis objetivos con esta bitácora. Paso a responderle por puntos:
ResponderEliminar1.- Efectivamente, la parte sobre la ideología política del rusófilo es la parte más endeble de la definición. Ya le digo que conozco a un rusófilo de derechas (bueno, digamos que no de izquierdas), que yo consideraba "rara avis", pero, después de leerle a usted, parece que no es tan rara.
2.- Terminología. Tiene usted razón con lo de "sovietófilo", pero me encuentro con cierta frecuencia con gente que entra dentro de mi definición de rusófilo a pesar de parecerles bastante feo lo que se hizo en la URSS y, eso sí, apoyan a Putin. Llamar a alguien "sovietófilo" estaría bien si no siguieran siendo partidarios de Putin.
3.- Si me permite una batería de preguntas, ¿en qué basa usted su rusofilia? ¿Es simpatía pura o hay alguna base? ¿Por qué le gusta Rusia? ¿Qué época histórica rusa le gusta más? Ya veo que el período 1917-1992 no, pero ¿qué opinión le merece la Rusia de Putin?
Vamos, que no tengo ningún inconveniente en matizar la definición de rusófilo que di (supongo que se dio cuenta de que no iba en serio del todo, ¿no?), pero para eso debería tener algún motivo más.
Eso sin quitar que, al fin y al cabo, una definición no deja de ser una generalización y que en ese caso, o encontramos un nombre distinto a "rusófilo" para calificarle a usted (y eso parece difícil), o hay que suavizar la definición. Pues vamos a ello, si usted quiere.
A mí me ha resultado imposible descubrir las razones que han llevado a mis compañeros de ruso a estudiarlo porque tapamos las verdaderas razones con un: "por curiosidad"; pero creo que adaptando los cuatro criterios de la definición a los estudiantes de ruso, sí se desvela una extraña relación.
ResponderEliminarNuestra clase consta de:
1ºunos pocos hombres
2ºdesencantados con la enseñanza industrial del inglés
3ºesperanzados con la aparición de alguna mujer que aparezca por la puerta para quedarse:
-¿Es la clase de ...?
-No
-¿Qué se da en esta clase?
-Ruso
-¡Hay que horror!...(salida precipitada)
4ºque miran, al menos con curiosidad, el pin de la orden de lenin que lleva el profesor en la solapa.
Un saludo
ajajaja nunca me habían definido también, solo te ha faltado poner: diversos intentos fallidos de aprender ruso, la hubieres clavado
ResponderEliminarCid6cuerdas, soberbio. Me he reído un montón. Eso me hace recordar mis tiempos de Escuela de Idiomas... qué digo, un día de éstos meto una entrada sobre el asunto.
ResponderEliminarYa veo que, entretanto, la Escuela de Idiomas ha cambiado poquísimo.
Anónimo, uffff... lo pensé, pero es que eso era tocar mucho la fibra sensible, además de que en el grupo hay rusófilos que han logrado aprender el idioma y también los hay que han hecho un intento y se acabó.
Alfor, muchas gracias por comentar tan detalladamente mi humilde opinión, basada en todo momento en la subjetividad y sin ningún ánimo de sentar cátedra.
ResponderEliminar¿Que por qué me considero rusófilo? Ni yo mismo lo sé. Es simplemente un sentimiento, quizás absolutamente idealizado, pero lo tengo desde que era niño.
Quizás tenga muy idealizada la Rusia de los Zares, quizás mi sentimiento anticomunista me hizo ponerme en seguida del lado de los rusos blancos, quizás me encantan las causas perdidas, quizás yo pensaba, como su amigo, que Rusia era la reserva espiritual que una vez liberada del comunismo había de redimir a la corrupta y materialista Europa Occidental, quizás...
No sé, es todo como muy sentimental. Creo que el pueblo ruso tiene, quizás ya no, un alma muy profunda que le hace verlo todo con una melancolía innata, melancolía que reconozco en mi propio carácter. En fin, no sé, todo demasiado idealizado y que sin duda usted me desmontará en un par de líneas.
¿Respecto a la Rusia de Putin? Francamente, esperaba mucho más después de la caída del comunismo. En este sentido la Rusia de Putin me ha decepcionado y veo como Rusia se asemeja cada vez más al materialismo occidental que yo detesto. De todas formas la veo una sociedad mucho más sana, más ingenua, menos pervertida que la de Europa Occidental.
Y hasta aquí mis desvaríos.
Respecto a lo de rusófilos de derechas, yo sí he conocido muchos, sobretodo cuando todavía aquello era la URSS. Éramos unos idealistas, anclados creo yo todavía en la época de antes del bolvechismo, y que nos gustaba recordar al Zar, a la Familia Imperial, a la Rusia Tradicional y renegar de esos bolcheviques malvados que habían acabado con todo aquello.
Nuestra única contribución a la causa era ponernos nostálgicos y consumir unas cuantas botellas de vodka, para acabar poniéndonos todavía más nostálgicos y melancólicos. Ahí se acababa todo nuestro activismo político.
Muchas gracias y perdón por la excesiva extensión del comentario.
Un abrazo.
Nunca me metí a estudiar ruso como Stalin manda, pero de colegial me aprendí el cirílico en la enciclopedia Sopena y años después lo estudié en plan autodidacta antes de viajar a Rusia. Bueno, mientras pudiera leer no pasó nada. Pero cuando pedía cómo ir a tal o cual lugar estaba más perdido que la una, y solamente entendía las palabras metro y aftóbus.
ResponderEliminarÁngel de derechas, gracias por sus comentarios. Creo que rebuscando un poquillo en la historia de Rusia en el siglo XIX voy a encontrar un traje a medida para usted, pero eso será dentro de un par de días. :)
ResponderEliminarJavier, es que el idioma no es fácil, no, y el castellano no ayuda demasiado. Al final voy a escribir sobre cómo comencé yo a hablar ruso. Pero eso, también, será dentro de unos días.
La verdad es que la descripción del "rusófilo estándar" que ha dado cuadra bastante con la realidad, sobre todo con el rusófilo de foro de internet.
ResponderEliminarEs difícil no simpatizar con Rusia. Algunos, por reminiscencias de la URSS, otros por la supuesta espiritualidad de su pueblo, su música...
Y en mi caso, por simpatía con un pueblo que ha sufrido tanto a lo largo de su historia: guerras, purgas, y las penurias que acarreó la caída del comunismo para la población.
Tiene usted razón en lo de esos rusófilos que escribirían cosas más fuertes que usted tras vivir en Rusia. El problema es que igual que hay rusófilos, hay una corriente rusófoba muy fuerte, quizá también debida a las reminiscencias del comunismo; y esta gente se dedica a calumniar gratuitamente ese país.
Por eso, si yo no hubiera estado en el país, pensaría que muchas cosas de las que se leen en este blog pudieran ser temas rebuscados o echar mano a la excepción para convertirla en la norma, tal como hacen los ingleses con España.
Pues no, no son exageraciones lo que escribe Alfor. Lo digo por si a alguien se le ha pasado eso por la cabeza.
(Lo que dije de los ingleses es así: tomar la noticia más rocambolesca y presentarla como si en todos los pueblos de España tiraran una cabra desde el campanario. O recurrir simplemente a la mentira: allí leí que a los caballos de los picadores les sacan los ojos para que no vean al toro. Y más lindezas por el estilo)
Resumiendo, que se podría pensar que se está siguiendo el ejemplo inglés de tomar la excepción y presentarlo como norma. Pero no, no es así, los portales están sucios, la chapuza campa por sus respetos, etc.
Es un placer leer su blog.
Francisco, bienvenido y muchas gracias por este comentario y los otros que ha ido dejando por ahí. Es un placer, también, tenerle comentando.
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