Puede dar la sensación, por lo leído hasta ahora en otras entradas (por ejemplo, en ésta, o en ésta otra) que los portales moscovitas, y es de temer que rusos en general, no sean sino una peste hedionda indigna de ser habitada por personas civilizadas. Pues bien, si bien es cierto que algo de eso hay, también es cierto que existen portales postineros que resisten sin mancha la comparación con los portales españoles más empingorotados. Son pocos, y hay que buscarlos muy bien, pero existen y es precisamente aquí, en esta bitácora no precisamente rusófila, donde van a ser glosados, para que se vea que aquí no nos duelen prendas a la hora de aplaudir cuando toca.
El de la foto de arriba es uno de los siete rascacielos de Moscú. Los rascacielos, como otras tantas edificaciones (y no pocos derribos) en Moscú, son obra del emperramiento de Stalin, que sabía que en otras capitales puturrudefuá del mundo existían, y que estaba desconsolado porque, tras haber ganado la guerra, la gente aparecería por Moscú y preguntarían en masa por los rascacielos. Y, al ver que no los había, pensarían en la birria de ciudad que estaban visitando. Vamos, Stalin se ponía negro con la perspectiva de imaginar una caterva de turistas guiris decepcionados con su visita a la capital del proletariado mundial y, como Stalin enfadado era un tipo realmente muy peligroso, su entorno se puso manos a la obra y así se proyectaron y edificaron los rascacielos. La alternativa consistía en ponerse manos a la obra extrayendo oro a cuarenta grados bajo cero en las minas de Kolymá, y el entorno de Stalin debió desecharla. Angelitos.
El resultado fueron dos hoteles (el Ukraina y el Leningrad), dos edificios administrativos (el Ministerio de Asuntos Exteriores y el de Krasnye Vorota, donde tienen cabida distintas instituciones y empresas), uno de fines educativos (la Universidad Estatal de Moscú), y dos edificios de viviendas, uno junto al metro Barrikadnaya y otro el de la foto de arriba, en Kotelnicheskaya Naberezhnaya. Los pisos, muy decentes, sobre todo en comparación con el estándar habitual, eran concedidos a artistas con gran talento o gran enchufe, que han servido a sus descendientes para hacerse con un pedazo de capital a la hora de venderlos por un pastón y para poder permitirse dedicarse a la holganza.
El caso es que, por una vez, lejos de la tónica habitual de relacionarnos con clase media encantadora, pero del montón, Alfina y yo fuimos invitados a la residencia de unos amigos, gente estupenda, que resultó que viven precisamente en el edificio de marras. Cierto que ya habíamos estado allí en otra ocasión, en casa de otra conocida, pero la diferencia es que esta vez llevaba la cámara de fotos.
Y la pregunta es: ¿Incluso en esa mole imponente, de calidad de construcción indiscutible, vamos a presenciar el lamentable espectáculo del vecindario dejando por los rincones despojos, basuras, orines y todo tipo de porquería?
La respuesta, en la próxima entrada, que relatará nuestra ídem en el edificio en cuestión.
Keithania dixit: Por supuesto, el portal estará más guarro que "El cuchitril de Joe" :) Y es que la casa empieza en la alfombrilla y no en el portal. No como en España, todo bien limpio e incluso con alguna planta :) (Hago de abogado del diablo, aviso). Pero bueno, el Herr Von B. nos sorprenderá. Yo apuesto a que parecerá el convite de una boda de cucas :)
ResponderEliminarKeithania, no he estado en "El cuchitril de Joe", pero, si me dices dónde está, intentaré ir. Sobre todo si no me pilla muy lejos. Sería ideal que estuviera entre Almenara y Borriol, porque más lejos ya me daría pereza. ;)
ResponderEliminarEn cuanto al aspecto del rascacielos y la apuesta de que parecerá el convite de una boda de cucas (por cierto, buenísimo :D ), mañana se desvela el misterio.
Keithania dixit: He visto muy buenas cucas (de las californianas, grandes y fornidas) en Fabratown (aka. Castelló de la plana);) pero el cuchitril de mi amigo Joe está más bien aquí: http://www.filmaffinity.com/es/film901114.html
ResponderEliminarPor cierto, com a molt entre Almenara i Borriol, Dios mio, ¿da pereza salir de la Ribera del Xúquer?;)
Keithania, salir de la Ribera da pereza, pero lo hago. Sólo que tampoco se trata de ir als Ports a ver cucarachas. Fabratown (:D) sirve, pero, puesto a visitar aquella zona, me quedo con el Alto Palancia. El día que me eche al monte, será allí. :)
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