domingo, 13 de abril de 2008

Corresponsales (II): ABC

Comenzaremos esta rueda de corresponsales con el del ABC, que llegó a la corresponsalía de este periódico cuando su antecesor en la misma, con quien coincidí en alguna ocasión (me lo presentaban cada vez y él nunca se acordaba de haberme visto antes, lo cual era seguramente cierto), dejó su puesto para dedicarse a la novela histórica. Aprovechando la compra de ABC por Vocento, y comoquiera que los corresponsales son caros, supongo que los nuevos responsables del periódico quisieron aprovechar sinergias y así es como tenemos a Rafael Mañueco, que había llegado con El Correo, de corresponsal de ABC en Moscú.

Se le suele acusar de escribir de manera excesivamente políticamente correcta sobre lo que es Rusia. Para entendernos, en este caso, ser "políticamente correcto" no tiene nada que ver con evitar el lenguaje pretendidamente sexista o racista: ser políticamente correcto a la hora de manejar la realidad política rusa quiere decir exagerar los méritos de la oposición liberal y considerar a Putin como un bicho autoritario y caprichoso, enemigo de la democracia.

Y, efectivamente, no cabe duda de que los lectores del ABC, que toda la vida ha sido un diario liberal, monárquico, alfonsino y de gente bien, es precisamente eso lo que quieren leer: que los demócratas liberales de derechas no están en el poder porque el honrado pueblo ruso, que sin duda les votaría en masa, está abducido por ese pérfido autócrata criptocomunista que responde al nombre de Vladímir Putin, que sólo puede presumir de un medroso apoyo obtenido a base de fraudes y todo tipo de coacciones.

Claro, los que estamos por aquí o seguimos lo que pasa por estos pagos (corresponsal incluido, obviamente) sabemos que las cosas no son exactamente así, pero aquí nos encontramos ante un obstáculo insalvable, ya comentado en otra ocasión. Si dices algo distinto sobre Rusia de lo que la gente quiere oír, no te creen. Amica veritas, sed magis amica manduca, aunque este comportamiento desencadene las iras de la rusofilia, menos numerosa e influyente, eso sí, que el grueso de los lectores de ABC.

Así las cosas, a nuestro corresponsal quizá le haya convenido la apertura de su propia bitácora, bajo la denominación de "Cartas euroasiáticas" a la que quien quiera puede acceder pinchando aquí. Suponemos que aquí el autor está menos sujeto a las cortapisas de su editor y que se puede expresar mucho más a sus anchas de lo que está obligado a hacer en la liberal-conservadora versión escrita.

La verdad es que, para mi gusto, la bitácora resulta un poquito sosilla. Tiene muchas cosas interesantes, pero uno se queda con la impresión de que se le podría sacar mucha más punta con un estilo menos plano. Si vemos el tratamiento de las últimas elecciones presidenciales (de hecho, para comparar a los cuatro corresponsales, podemos ver el tratamiento de las elecciones presidenciales), nos encontramos con una entrada muy políticamente correcta, además de sumamente discutible.

Sí que es cierto, en cambio, que conoce bien el país, y es lástima que este conocimiento no se vea reflejado completamente en sus escritos. A ver si su editor decide fomentar un estilo un poco más agudo y don Rafael le mete un poco de sal a sus crónicas.

2 comentarios:

  1. Lo cierto es, mi querido Alfito, que lo que nos llega por estos lares sobre Rusia, poco tiene que ver con lo que tú cuentas y por tanto sospecho, que poco tiene que ver con la realidad...

    Besitos

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  2. Estherita, según como se mire. Seguramente coincide con lo que quieren escuchar o leer los que reciben las noticias, lo cual, desde su punto de vista, no deja de ser una realidad. No es que sea relativista, pero...

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