Como el fenómeno no parece muy conocido entre los comentaristas, voy a hacer un cambio de estilo para explicar quiénes son los veterocreyentes. Para empezar, está la traducción del nombre (en ruso se llaman "старообрядцы" o "староверы", y en inglés han sido traducidos como "old believers"). "Veterocreyente" es una especie de neologismo que, como traducción, es la que más me gusta de las alternativas posibles, aunque no es la más frecuente en castellano (y no viene de "Bétera", sino del latín "vetus, veteris", que significa "antiguo, viejo").
Pues bien, los veterocreyentes son un grupo de confesiones religiosas que tienen en común su origen, en la oposición a las reformas litúrgicas del patriarca Nikon, en el siglo XVII. El patriarca Nikon, apoyado por el zar Alejo, declaró incorrectos los libros litúrgicos que se usaban en Rusia por aquel entonces y los sustituyó por unos "reformados" según los textos al uso en Grecia. Buena parte de la gente se rebotó a saco, y un monasterio, en las islas Solovki, en el Mar Blanco (más o menos arriba del todo), se declaró en rebeldía abierta y sostuvo un asedio de siete años contra las tropas que el zar envió a someterles, hasta que ya no pudo y los soldados del zar se dedicaron a pasar a cuchillo a los monjes levantiscos que pudieron cazar. Los monjes que se escaparon de la quema propagaron su fe por toda Rusia, principalmente por las tierras del norte y del Volga.
La persecución fue cruel, con períodos más o menos relajados, y no se puede decir que terminó hasta 1905, con la promulgación de la libertad religiosa. Bueno, terminó entonces, para reanudarse en 1917, porque los bolcheviques hacían pocos distingos entre las religiones y no se cortaron en incluir a los veterocreyentes entre sus objetivos.
Los veterocreyentes, hasta bien entrado el siglo XIX, no tuvieron una jerarquía eclesiástica. Para entonces, ya se habían dividido en multitud de confesiones, algunas de ellas bastante curiosas, y bastantes extinguidas en la actualidad, pero todas ellas con un punto teológico muy profundo detrás de una aparente simplicidad. La división más clara es la de aquéllos que tienen sacerdotes (popovtsy) y los que no los tienen (bezpopovtsy); dentro de éstos había gente bastante radical, y consecuente con su radicalidad: unos negaban el matrimonio (claro, como no tenían sacerdotes...), otros se negaban a tener pasaporte, considerándolo un sello del Anticristo (bien mirado, algo de sentido tiene esto); otros iban más lejos y se negaban a tener dinero (para subsistir recurrían al trueque de las cosas que fabricaban); y los que rizaban el rizo eran la secta llamada "netovshina", llamada así a partir de la palabra rusa "net" (como todo el mundo sabe, significa "no"), porque no tenían templos, ni sacramentos, ni curas, ni capillas, ni nada. Otras variantes había cuyos miembros llegaron a quemarse vivos, pero, obviamente, de éstos no quedan.
Se supone que en 1905 los veterocreyentes eran la cuarta parte de la población. Además de por su liturgia particular, se caracterizan por un ascetismo muy riguroso y por una honradez y capacidad de trabajo que se echa mucho de menos en estos tiempos en Rusia. Ah, y por llevar barba, absolutamente obligatoria. Sabiéndolo, Pedro I, que era un tipo religiosamente poco fanático, pero muy práctico, en lugar de perseguir a los veterocreyentes, les obligó a pagar doble impuesto y, además, introdujo un impuesto sobre las barbas, que estos chicos pagaron a tocateja.
Por desgracia, yo no conozco a ninguno, que yo sepa (y, vistas las características que deben adornarlos, no creo que ninguno se me haya pasado). Si los conociera, seguro que les encargaría la reforma del piso, porque, con las joyas que hay por aquí como obreros, manda narices. Lo que pasa es que, siendo honrados, trabajadores y frugales, la mayoría acabaron forrados (casi todos los industriales rusos del siglo XIX eran veterocreyentes) y ya se dedicaron a otra cosa distinta a amontonar ladrillos.
Hoy son pocos, quizá alrededor de un millón, y la mayoría están en las tendencias más cercanas a la Iglesia Ortodoxa Rusa "oficial", habiendo prácticamente desaparecido las tendencias radicales descritas arriba y siendo cada vez más complicado su estilo de vida alejado del mundo. Lo que no pudieron los ejércitos del zar ni los bolcheviques, parece que lo está consiguiendo la sociedad moderna.
Pero que tipos tan locos, tal vez tampoco podían usar clavos...jajaja
ResponderEliminarBueno, eso de que ya o hay de los que se prendían fuego, fué un chiste algo macabro, pero muy bueno...jejeje
Así es, en este mundo se hacen infinidad de cosas en nombre de la religión, o el amor, como bien lo dijo U2...
Un beso
BAR, yo les tengo mucho respeto, de verdad. Pudieron vivir una vida tranquila, pagar menos impuestos y formar parte de aquel, pero creían (¡y creen!) en algo y decidieron ser consecuentes con ello. Algo divino tendrán cuando llevan más de tres siglos en la brecha.
ResponderEliminarHola Alfiiiii: (por fin, voy a ponerme al día)
ResponderEliminarAntes que nada gracias por la aclaración, aunque mi vocabulario latin me llegaba para lo de veteris, pero que quieres, sigue sonándome a Betera, ains... que mala zoy.
¿Patriarca Nikon? No es por nada Alf, pero estando en Rusia, el patriarca debía ser Lomo, no Nikon, eso es más propio de los de la Tierra del Sol Naciente.. Pero oye, que buenas, las Nikon, pues casi las mejores, aunque no se puede dejar de lado las Leica, alemanas, por cierto.. Esto... ¿de qué hablábamos? ah si, de Veterocreyentes, voy a centrarme.
Un sello del anticristo el pasaporte... Hombre, tampoco es para tanto ¿no? Vale mola eso de ser ciudadanos del mundo y tal, peroooo....
Esto... Veo que los expedientes X vienen de la época de los veterocreyentes: Siguiendo la lógica del "net" y los "netovshina" no teniendo nada de nadan o se tendrían ni a ellos así que "se sabe que existen pero nadie los ha visto" purito expediente x.
¿Un impuesto sobre la barba? vale, ahora tengo que decirlo: MADRE DEL AMOR HERMOSO...
A ver a ver a ver... ¿No renunciaban al dinero?¿cómo es que acabaron siendo industriales? (empiezan a tener un cierto parecido a los del opus)...
Bueno, en cuanto a la actualidad de los veterocreyentes... Los tiempos cambian, y hasta los viejos rockeros (que nunca mueren) se transforman, como la energía, jejejeje...
Besitossssssss