viernes, 2 de febrero de 2007

Gente equivocada (y III)

En todo caso, de verdad, lo que me ha hecho escribir esta serie sobre llamadas equivocadas fue la del otro día, que también arroja alguna luz sobre los motivos por los que la frecuencia de llamadas equivocadas es desusadamente alta.

- ¿Diga?
- Ho... la... ¿Shash? -esta vez era una voz femenina.
- ¿Qué?
- Quiero... hablar... ¿Sha-ash?
- ¿A quién busca?
- ¿Mmmmm? ¿Qué número... es... ése?
- ¿Y a dónde llama?
- Ahora lo... bussssco. A verrr... seis... dos... nueve... no, dos... o nueve.
- Señora...
- ¿Sí-i-i?
- No hay que beber tanto.
- Ji, ji, ji... ¿de verr-dad?
- Lo que me sorprende es que la primera cifra la ha acertado.
- Ji, ji, ji... ¡viva!
- Ande, váyase a dormir.
- ¿No quieres charlarrr... unn... poquito?
- No, señora. Piense en Shash. Hasta otra -y colgué.

Acababa de acostar a Ame, que estaba a mi lado y se puso en pie en su cuna.

- Mmmm... ¿equivocat? - preguntó.
- Sí, Ame, era una dona equivocada, i no sols s'ha equivocat al tocar. Em pareix que fa molt de temps que s'ha equivocat.

3 comentarios:

  1. No hay nada como saber el porqué de las cosas... que en Rusia por lo que se ve es casi siempre el vodka.

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  2. Madre del Amor hermoso... Espero que, en efecto, al menos fuera por el vodka, como apuna el capi, y no por alguna de los "brebajes" (por llamarlos de algun modo) a los que hacías referencia en otra de tus entradas...

    Pero digas lo que digas, a mi me sigue mosqueando el tipo de la otra entrada....


    Besitosss

    PD: Alf, el viernes nos vemos ¿no? SUERTEEEEEEEEEEEE

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  3. Achab, a veces hay otras causas. A veces.

    Esther, el viernes nos vemos por allí. Suerte también a ti.

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