miércoles, 3 de enero de 2007

Estampas navideñas (IV): Marketing y mendicidad

A la salida de una librería religiosa de la plaza de la Reina, y aprovechando que estaba yo desatando la bicicleta de la farola, me abordó una gitana probablemente rumana:

- Tú escucha, tú escucha, yo no pido dinero.
- A ver... -respondí, mirando con cierta aprensión sus colmillos de oro.
- Yo no pedir dinero, sólo quiero una pregunta.

Pausa. La bicicleta ya estaba desatada, pero bueno, me quedé a ver qué quería.

- ¿Tú no puedes comprar pañales para bebé? Yo tengo bebé pequeñito, se está mojando. Ahí está la farmacia.
- Señora, va a ser que no.

Monté en la bicicleta, seguí por la plaza de la Reina, luego por la del Arzobispo, llegué a la Basílica de la Virgen, pasé por la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia y, a pocos metros de ella, otra gitana rumana me detuvo. Y mira que había gente allí; debo tener aspecto cándido y dadivoso, porque, de lo contrario, no me explico tanta afición de las gitanas rumanas por mi persona.

- Oye, espera, yo no pido dinero...
- ¿Otra vez?
- Sólo una pregunta.
- Venga.
- ¿Tú no puedes comprar pañales para bebé pequeñito? Está mojando... ahí está la farmacia. Si no compras, puedes dar dinero para yo ir a comprar.
- Señora, su estrategia de marketing adolece de cierta falta de variedad.

La gitana se me quedó mirando.

- Quiero decir -dije, procurando ser menos borde y más accesible- que deberían ser más originales.

Y me fui en la bicicleta, esquivando a los numerosos transeúntes que caminaban entre la Catedral y la Basílica.

1 comentario:

  1. JAJAJA...vaya que necesitan un mercadólogo...que bueno que no tienen empresas grandes...o quien sabe...tal vez les ha funcionado..lástima que tu te dieras cuenta...jajaja

    Un beso

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