Todo lo que se cuenta aquí debería tomarse con sentido del humor. Si usted no se ve capaz de hacerlo, y aun así persiste en entrar y leer, sepa que no va por usted, que lo que se cuenta está fuera de contexto y que incluso es posible que no sea ni verdad.
sábado, 15 de julio de 2006
En tierra de cosacos
Rostov del Don pasa por ser la capital meridional de Rusia, además del centro de la zona de los cosacos del Don, junto con la auténtica capital, la vecina ciudad de Novocherkassk. Un millón largo de habitantes, cercanía al mar de Azov y patria de Mijaíl Shólojov, autor del "Don apacible" y premio Nóbel de literatura.
Tierra de cosacos. Los cosacos eran, en origen, campesinos rusos que escapaban de la servidumbre y huyeron a las tierras esteparias del sur, donde acabaron formando comunidades. El zar, que no los debía ver con mucha simpatía al principio, decidió finalmente utilizarlos como fuerza fronteriza contra los tártaros y los otomanos. Su sentimiento levastisco y sedicioso les resultó bastante perjudicial en tiempos de Stalin, persona con escasas simpatías por la gente con ganas de gresca y que por poco no acaba con la población con sus métodos habituales.
Toca presentar a los personajes que forman parte del grupo. A uno de ellos, Alf, autor de estas líneas, ya se le conoce por aquí. Otro de ellos es su jefe, alto directivo de la entidad, al que vamos a conocer como Oskarl, que, como siempre, es un nombre supuesto. El tercero en discordia es un becario conocido como el Ingeniero. Enfrente de ellos, destaca Valery Petrovich, director de una importante empresa de ingeniería local, y su hijo Vladislav Valerievich, al que llamaremos Vlad.
- Vlad, y usted ¿también estudió en la Escuela de Ingenieros Civiles, como su padre?
Vlad pareció confuso durante unos segundos.
- No -dijo finalmente. Y Valery Petrovich acudió al rescate.
- Vlad es economista, financiero, banquero.
Miré a Vlad a los ojos. Contento con la salida, Vlad asintió, yo diría que sin mucha convicción.
¿Quedan cosacos todavía?¿qué queda vivo del espíritu de aquellos campesinos que se rebelaron?
ResponderEliminarSegún la foto, esta ciudad no es especialmente bonita, pero como digo, según la foto, quizá desde otro punto de vista si lo sea...
En cuanto a Vlad, y teniendo en cuenta tu siguiente post, algo me hace sospechar que este no sabe lo que es una universidad...
Besos
La foto está tomada desde la habitación del hotel. Es lo que hay... cierto que no es una ciudad especialmente bonita, pero hay sitios mucho peores.
ResponderEliminarCosacos quedan, aunque a mí me da que los que nos enseñaron eran una atracción para turistas.
Y en cuanto a Vlad, las sospechas sobre su cualificación académica estaban muy extendidas, efectivamente.