Si, en los primeros tiempos de esta bitácora, había una sección llamada "Viajes por la ex-URSS", lo lógico es abrir ahora, una que recoja los viajes que vaya haciendo por esta región de Europa. Vale. Técnicamente, los Países Bajos son hoy lo que en España conocemos, bastante impropiamente, como Holanda, pero hay mucho más ¿Por qué Bélgica o Luxemburgo no van a ser 'Países Bajos'? Formaron parte del Reino de los Países Bajos entre 1815 y 1830 (Luxemburgo, incluso, un poco más) y, si se separaron, fue por un quítame allá una revolución o, en el caso de Luxemburgo, porque las leyes sucesorias tienen su importancia, y la Unión Europea no las había armonizado en el siglo XIX, ni ahora.
"Viajes por la ex-URSS" fue una sección que me encantaba escribir, a lo que se añadía que pocos españoles habían escrito sobre los sitios a los que yo me desplazaba, lo cual me daba incluso la impresión de estar hollando terreno inexplorado. Aquí, claro, las cosas son diferentes. Los españoles no es que hayamos pasado por aquí, es que en su tiempo éramos los amos del cotarro, hasta el punto de que buena parte de las ciudades de por aquí tienen nombre españolizado y español, cuando la pronunciación del lugar en neerlandés se le atragantaba a las cuerdas vocales de los españoles de entonces. No tiene mucho sentido españolizar Breda, que cualquier español pronuncia sin esfuerzo, pero, claro, cuando la ciudad se llama 's Hertogenbosch, la cosa cambia. Bastante es que te estés dejando la piel para poner el mundo a los pies del Rey de España, como para que encima te toque aprenderte los nombres de las ciudades en esa jerigonza incalificable.
Total, que 's Hertogenbosch pasa a ser Bolduque, del francés Bois-le-Duc, que es la traducción literal del nombre neerlandés. Vlissingen pasa a ser Flesinga, que dónde vamos a parar y, por ejemplo, la capital de Zelanda, Middelburg, pasa a ser Medialburgo, que podría estar perfectamente en Castilla la Vieja.
Y así casi todas. Las que no han sido españolizadas es porque nuestros antepasados consideraron que ni siquiera merecían la pena, lo cual más bien redunda en desdoro de las ciudades en cuestión.
En el mapa aparece la situación de los Países Bajos, todos, en 1572, justo antes de que la situación se torciera definitivamente. Ya se ve que son mucho más que los Países Bajos actuales, y que hasta entran en el actual Norte de Francia, con lugares como Valencijn, que hoy es la ciudad francesa de Valenciennes y que los españoles de entonces llamaron Valenciana, muy gallardamente. La otra ciudad que llama la atención es Rijsel, que a ojo no nos suena de nada, pero que se trata de Lila (Lille, en francés).
En fin, que éste va a ser el teatro de operaciones de esta sección, pero que habrá que esperar a otro momento a comenzar, porque, Dios mío, no son horas.
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