En España se cuenta de vez en cuanto un chiste viejísimo.
Un borracho, de noche, está buscando algo junto a una farola. Se le acerca un vecino y le dice:
- Juan, ¿qué te pasa?
- He perdido las llaves, y no puedo entrar en casa.
- Pues te ayudo a buscarlas.
Se pasan un buen rato buscando, y las llaves no aparecen. El vecino, al final, dice:
- Juan, ¿las perdiste aquí?
- Ah, no, las perdí allá, debajo del banco.
- ¿Y qué hacemos media hora buscando aquí, animal?
- Es que aquí hay más luz.
* * *
En Bélgica, podríamos variarlo ligeramente.
- Juan, ¿dónde vas?
- He quedado con Pedro a las ocho aquí al lado.
- ¿A las ocho? ¿Y dónde vas ahora, si son las cinco?
- Es que ahora no llueve.
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