Estar en un país de gente infalible es mucho menos inspirador para la escritura de entradas que encontrarse en Rusia, un país confesadamente imperfecto donde la gente hace cosas curiosas. No es de extrañar que a veces, y de manera nostálgica, esta bitácora eche un ojo por encima de la frontera a ver qué nuevas aventuras suceden por aquellos lares.
La foto que ilustra esta entrada, sin ir más lejos (aunque ya va bastante...), está tomada en Kírov, antes Vyatka. Que haya tapas de alcantarilla en Kírov entra dentro de lo nomal, pero es que la leyenda de la tapa revela que se fabricó para el ayuntamiento de Bilbao.
Cómo ha llegado la tapa hasta allí es uno de los grandes misterios de la civilización occidental. Claro que, si los de Bilbao nacen donde quieren, parece lógico que sus tapas de alcantarilla aparezcan en los lugares más insospechados.
O eso, o aquel chiste malo del vizcaíno que entró en una tienda y pidió un mapamundi de Bilbao tiene más fundamento del que parecía.
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