Bueno, pues lo que ocurre cuando los electores pueden elegir en qué orden van los candidatos de las listas, es que el orden que deciden los partidos pierde importancia y el fenómeno de personalidades conocidas que entran en las listas en los últimos puestos para dar apoyo a la candidatura, pero sin ganas de ser elegidas, tiene sus problemillas. Supongamos que los sociatas españoles se encuentran con un sistema como éste, y deciden poner a una persona carismática y muy conocida y querida por el pueblo español, como el ex-presidente Zapatero, en el último lugar de la candidatura. Con el sistema español actual, todos sabemos que no será elegido, pero que manifiesta su apoyo a la candidatura y eso atrae votos. Con el sistema belga, en cambio, Zapatero podría ser elegido perfectamente, porque el recuerdo de su gobierno significaría un porrón de votos preferenciales para él, que pondría patas arriba el orden electoral elegido por el partido sociata. Así que mejor sería dejarlo tranquilamente en el Consejo de Estado, sin meterse donde no le llaman.
Por tanto, los partidos pierden poder, y las personas que forman parte de los mismos los ganan. Veamos por ejemplo el caso del señor de la foto, antiguo liberal reformista decepcionado con la línea política de su partido y que, sin afiliarse ni nada, ha decidido formar parte de la candidatura del FDF como liberal-independiente, harto de lo que él denomina contubernios del MR con la Alianza Neoflamenca (N-VA), que no es precisamente partidaria de permitir el uso del francés en las comunas próximas a Bruselas, por mucho que la mayoría de la población sea francófona. Como el señor van Hoobrouck d'Aspre, otra cosa no sé, pero es belga, orgulloso de serlo y deseoso de permanecer en esa condición, ha hecho mutis por el foro liberal reformador, y se nos ha hecho del FDF, pero independiente y, de hecho, su cartel parece una fotocopia que se ha hecho él mismo, pasando de los signos distintivos de los carteles del FDF fetén.
Total, que la política belga del siglo XXI va recordando fuertemente esa escena de "La vida de Brian" en que se enzarzan el Frente Popular de Judea, el Frente Judaico Popular, el Frente Popular Judaico y disidentes varios. Sea como fuere, el hecho de que los electores puedan alterar el orden de las listas tiene otra consecuencia muy interesante, pero, como voy con algo de prisa, la dejo para la siguiente entrada.
Se te ha olvidado poner las etiquetas de -MODE IRONIC ON- y -MODE IRONIC OFF- en la primera parte del texto...
ResponderEliminarJosé Manuel, pero... ¡cómo puedes pensar eso! :D
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