Una de las cosas buenas de los regímenes totalitarios es que estimulan el sentido del humor. Ante lo que tienes encima, como además se te ocurra protestar, puedes acabar muy malamente, así que la válvula de escape es ésa: inventar y contar chistes. La gran ventaja es que muchas veces te sirven los chistes que inventaron en los regímenes anteriores, y que basta con cambiar de protagonista: sustituya Brezhnev y Súslov por Kim Il Sung y Kim Jong Il, entre otros próceres, y los chistes siguen pudiendo ser aprovechados.
En los regímenes realmente totalitarios, el chistoso puede pasarlo bastante chungamente, así que lo mejor es pasar al anonimato. Sirva como ejemplo tenebroso el de Karl Radek, el bolchevique más chistoso. Aunque era judío, contaba un montón de chistes de judíos, dejándolos fatal y, aunque era bolchevique, se le consideraba autor de una colección de chistes antisoviéticos. Para él, lo importante era reírse, por lo visto, y no seré yo quien se lo reproche.
Stalin también tenía sentido de humor, pero se ve que sólo si el chiste lo contaba él. Se cuenta que un día llamó a Radek a su presencia y le habló en tono conminatorio:
- ¡Camarada Radek! He oído que va usted inventando chistes sobre mí. Sepa que soy el líder del proletariado mundial.
A lo que respondió Radek, tras pensar un momento teatralmente:
- No, camarada Stalin. Ése no me lo he inventado yo.
El destino final de Radek es fácil de suponer en aquel régimen, incluso sin leer su biografía. Los chistosos que le sucedieron en la invención de chistes anticomunistas, por su propia seguridad, ya nunca salieron del anonimato.
Hoy quedan pocos regímenes comunistas, o totalitarios en general, pero todavía queda alguno. Como ejemplo final para esta entrada, ahí van unos cuantos con sabor caribeño, y sin acritud, porque los cuentan los propios cubanos. Si vives en Corea del Norte o en algún otro sitio del mismo jaez, basta con cambiar los nombres; aunque, la verdad, si vives en Corea del Norte, tus posibilidades de leer esto son prácticamente nulas. Ahí van:
* * *
- ¿Sabes que los cubanos no descienden del mono? Descienden de la foca.
- No, no lo sabía. ¿Y eso por qué?
- Porque aunque tienen el agua hasta el cuello, se pasan el día aplaudiendo.
* * *
Uno de los adelantos de la medicina cubana es no tener que darle una nalgada al recién nacido.
El médico se acerca al bebé y le dice al oído:
- Oye... naciste en Cuba.
Acto seguido, el niño empieza a llorar.
* * *
Un cubano le pregunta a su hijo de 6 años:
- ¿Qué quieres ser cuando crezcas?
- ¿Yo?... ¡Extranjero!
* * *
Un cubano y un estadounidense echan una carrera y gana el gringo. El día siguiente, el titular de Granma:
Cuba en segundo lugar; EEUU en penúltimo.
* * *
Se muere Fidel.
Raúl Castro, en la despedida de duelo del comandante en jefe, dice:
- Lo que enterramos hoy, aquí, es una semilla...
Se oye una voz entre la multitud:
- ¡La madre a quien la riegue!
* * *
Fidel va a un círculo infantil y dice a los niños:
- Ahora les voy a cantar una cancioncita: Los pollitos dicen pío, pío, pío, cuando tienen hambre, cuando tienen frío... Ahora, canten una cancioncita para mí, compañeritos...
Y los niños responden:
- Pío, pío, pío, pío, pío...
* * *
Fidel está dando uno de sus discursos en la plaza y dice:
- ¡Y a partir de ahora, habrá que sacrificarse más!
Y alguien grita:
- ¡Trabajaremos el doble!
Sigue Fidel:
- ¡Y hay que comprender que habrá menos alimentos!
- ¡Trabajaremos el triple!
Algo molesto, Fidel continúa:
- ¡Y las dificultades crecerán!
- ¡Trabajaremos el cuádruple!
Fidel vuelve a ver a su jefe de seguridad y le pregunta:
- ¡Coño, chico!, ¿quién es ese idiota que dice que va a trabajar tanto?
- No se preocupe, Comandante, es el sepulturero.
* * *
Fidel dando un discurso:
- ¡Compañeros!, gracias a Dios este año tendremos montañas de arroz.
Raúl, asombrado, lo llama aparte y le amonesta:
- Fidel, mi hermano, ¡pero si Dios no existe!
- No, si el arroz tampoco...
Me ha hecho pensar sobre las pocas ganas que quedan de hacer humor con la actual crisis capitalista.
ResponderEliminarMuy bueno, simpar amigo Alfor. La verdad es que no conocía ninguno. Me he reído un montón. No hay nada como un buen chiste o un buen par de chorradas bien soltadas, para alegrarle a uno el día e incluso mejorar su salud física y mental. Comprobado, oiga...
ResponderEliminarPor cierto, la mala noticia es que aún sigo asiduamente tu blog... No se lo diré a nadie...
No me hacen mucha gracia los chistes de capitalistas a trabajadores.
ResponderEliminarPero es verdad eso de que todo los chistes se inventaron en regimenes anteriores.
Saludos.
Andriey, no estoy de acuerdo. Hay muchísimos chistes relacionados con la actual crisis, y seguro que nos quedan muchos más por escuchar.
ResponderEliminarAl'bert, silencio, silencio... yo tampoco lo iré diciendo por ahí, para no delatarte.
Ricarduzz, ya me gustaría a mí poder presumir de capitalista, pero creo que ni yo soy capitalista, ni tampoco los autores de los chistes que van ahí.
Para contrabalancear, un chiste clásico sobre Franco:
ResponderEliminar"En el Pardo, se ve que en una reunión Churchill con Franco, los dos hablaban pues de lo típico de la época. La guerra fría, que si los comunistas rusos malos, los americanos que bla bla bla, que si Europa..etc...
Entonces Churchill pidió un whiskey, y el ayudante de cámara de Franco, pues lo sirvió y tal....
Churchill le dijo a Franco si le acompañaba con la copa, y el dictador pues declinó la invitación comentando.
-No no, gracias. Lo probé una vez y no me gustó....
Churchill pues nada, tomandose el copazo seguí con Franco charlando de la politica, los paises....igual que antes.
Al rato Churchill se enciende uno de sus famosos puros y como buen inglés con fina educación, pues invita a Franco a uno de sus vegueros. Franco igual que antes pues rechazó cortésmente el puro y contesto algo parecido a lo del copazo.
-Disculpeme, pero no fumo, lo probé una vez y nunca más....
En un momento de la reunión. Churchill, que hacía gala de un ácido humor inglés y en un momento menos politico de la reunión y hablando le dijo a Franco.
-¿Carmencita es hija única verdad?...."
la verdad que eres un hijo de tu puta madre
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