"La economía es la ciencia que estudia la asignación de recursos escasos"
Cualquier manual de primero de Economía, tema I, probablemente página 1.
La primera que pasó fue una estudiante algo más maquillada de lo que debería, alta y bastante bien parecida, salvo alguna irregularidad en las mejillas que quizá explicara su insistencia en el maquillaje. Se sentó delante de nosotros y cruzó las manos nerviosamente.
- ¿Cuál es su motito? - preguntó Ludmila Marlenovna.
- ¿Motito? - pregunté.
- Sí - explicó ella -. Los estudiantes no participan en el concurso con su verdadero nombre, sino con un mote. Un nick.
- Ah, mira, como en internet.
- Evalina - dijo la estudiante con voz tíiiimida.
- ¿Y qué estudia?
- Economía. El español es mi segunda lengua, después del ruso.
- Bueno, pues vamos a empezar - Ludmila Marlenovna tomó un pequeño reloj de arena y le dio la vuelta.
- Bueno, pues le voy a hacer una pregunta - dije a Evalina -. Hábleme de los períodos más importantes de la historia económica rusa.
Todos conocemos, o eso creo, que Rusia pasó de una economía básicamente feudal hasta 1861 (liberación de los siervos), a una rápida industrialización hasta 1913, a una economía de guerra hasta, aproximadamente, 1922, en que se impone el modelo de asignación centralizada de recursos (con un breve período de NEP) propio del socialismo, hasta 1990. Desde entonces, podemos hablar a grades rasgos de una economía de mercado con precios libres y alguna intervención estatal.
Bueno, yo pensaba que una estudiante de Economía rusa podría recitar eso de carrerilla, aunque fuera en español, que se supone que es su primera lengua extranjera.
Pues parece que, en la UPM (Universidad Pijísima de Moscú), mis expectativas eran exageradas.
- La historia económica rusa... - acertó a decir arrastrando las sílabas, antes de comenzar a mover la cabeza de izquierda a derecha.
- Creo que no lo han visto en clase - me susurró, a mi izquierda, Natalia Vladlenovna.
En España, historia económica se da en primero, para dar una culturilla general al alumno. Como vi que mal íbamos a poder calificar los conocimientos de español si no decía nada, pasé a otra pregunta:
- ¿Qué es la inflación?
Evalina me miró, y enseguida bajó la vista.
- La inflación... bueno, la inflación... pues...
La arena del reloj seguía cayendo. Evalina seguía callando.
- Seguro que usted sabe que en agosto de 1998 hubo una crisis en Rusia ¿sabe usted cómo esa crisis, que venía de Asia, se propagó a Rusia?
Los lectores de esta bitácora, por lo menos, han leído algo de esa crisis. Como mínimo una estudiante de Economía de la UPM, Evalina, ha prescindido en su formación de esas minucias ocurridas hace tanto tiempo.
- Bueeeeno, ¿me podría decir que es una crisis?
Evalina volvió a mirarme con ojos inexpresivos.
- Una crisis... es cuando las cosas van mal.
- Síii, claro, cuando van mal. Pero, ¿cómo se manifiesta eso en Economía?
Silencio. La arena del reloj se había consumido. Yo esperaba que hubiera comentado algo del comportamiento de las variables macroeconómicas, de los ciclos económicos, e incluso, puestos a esperar, de las implicaciones micro de todo eso. Esperando me quedé.
- Venga, una última pregunta: ¿Qué es la Economía?
Evalina se me quedó mirando aterrada, como si estudiara Arquitectura en lugar de Economía.
- No importa, déjelo. Al salir, ¿puede avisar al siguiente participante, para que entre?
Evalina salió y, por fortuna, su examen, ese mal trago para todos nosotros, terminó. Entró una chica muy morena y risueña, vestida de negro.
- ¡Hola! - dijo al sentarse.
- ¿Cuál es su motito? - dijo Ludmila Marlenovna.
- Consuelito - seguro que era alumna de Ludmila Marlenovna.
- Venga, Consuelito, dígame, ¿qué estudia usted?
- Empresariales, y el español es mi primera lengua.
Y, efectivamente, se la veía suelta hablando.
- Muy bien, Consuelito, ¿qué es la Economía?
Consuelito se quedó mirando y su sonrisa se borró de su boca.
- Bueno, pues la Economía es el estudio de las, o sea, relaciones económicas...
- Pero no puede meter la defición en lo definido.
- ¿Ah, no?
- No.
- ¿Por qué?
- Porque, para eso, diga que la Economía es la Economía, y será cierto y exactísimo.
- ¿Sí? ¿Y es eso?
- Déjelo. Explíqueme la ley de la demanda.
- No, yo estudio marketing, no soy jurista.
- Ufff...
- Creo que no han dado esto en clase - susurró, a mi izquierda, Natalia Vladlenovna.
- ¿Que no han visto en clase la ley de la demanda? - pregunté aterrado.
- No, no son juristas.
Suspiré.
- Pregúntele algo de marketing - sugirió.
- De mercadotecnia, de mercadotecnia - añadió Ludmila Marlenovna, haciendo gala de su dominio del español económico.
- Bueno, venga, hábleme de las cuatro P.
- ¡Eso! ¡Las cuatro P!
Consuelito se quedó mirando a su profesora:
- ¿Son cuatro?
- Bueno, él dice que son cuatro - respondió Ludmila Marlenovna.
- Está bien, en la versión clásica son cuatro, pero modernamente les han añadido más. Dígame lo que sepa de las P, sean las que sean - dije yo, ya un poquito harto.
- Bueno, pues eso... son... precio, muy importante el precio... promoción... huy, ¿cuáles más hay?
- Es igual, dígalo en inglés, que en español hay una que no empieza por p.
- ¡No! ¡En inglés no! ¡En español! - exclamó Ludmila Marlenovna.
- Bueeeno, pues en español.
- ¿Y cómo era en inglés? - preguntó Consuelito.
- A ver, la que no empieza por P en español es "place", que en español solemos traducir por "distribución". - "Dios mío, ¿es que esto no va a terminar nunca?"
- Ah, entonces, ¿ya he dicho tres?
- Si usted quiere...
- ¿Y sólo falta una? Es que no me acuerdo.
- A ver, ha dicho precio, promoción y distribución. Le falta la más importante.
- ¿Sí?
- Sí.
Consuelito se quedó parada, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.
- Producto, Consuelito, producto. Le falta el producto. Si tiene precio y promoción, y está en el lugar adecuado, pero no tiene producto, no va a vender nada.
Lo dije, y me la quedé mirando.
Porque, bien mirado, quizá Consuelito fuera la prueba de lo contrario.
Por Dios, que no acabe nunca esta historia. Me estoy descojonando (y más conociéndote, y concoiendo a alguna alumna de la UPM).
ResponderEliminarCreo que hay material para un divertidísimo corto.
Kloonich.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEconomia Rusa, desde el punto de vista de una Rusa : "La gestion de felaciones y maquillaje convinados con sumisión y vista gorda ante las infedelidades del marido necesarias para vivir exclusivamente de su esfuerzo"
ResponderEliminarJajaja, ¿Sabes que te van a odiar todos en el mismo momento en que salgas por la puerta de la UPM?
ResponderEliminarjajaja, lo de la ley de la demanda ha sido muy bueno "No soy jurista" jajaja
Eso me recuerda a un examen del cole, donde un amigo, a la pregunta de "Coménteme los acontecimientos del 2 de mayo" contestó "¿De qué año?"
Economia Rusa, desde el punto de vista de una Rusa.........
ResponderEliminarHa diferencia del buen sentido del humor y la fina ironia que caracteríza al autor de este blog aparecen comentarias como el de Ricardo con un "humor" más apropiado para el foro de la patanería.
Es una pena no saber distinguir donde acaba el sentido del humor y donde empieza la mala educación
Andrey, me da igual lo que pienses,vivir en rusia me ha enseñado eso, entre otras cosas, por lo que en el fondo lo agradezco.
ResponderEliminarVarias preguntas, D. Alfor:
ResponderEliminar1). ¿En qué consistía el premio del concurso?.
2). ¿Qué porcentaje de alumnado se presentó?.
3. ¿Había un tema o podía ser cualquier asunto económico?.
Gracias. Saludos,
Ditifet.
P.S.: Andriey, el comentario de Ricardo es del estilo habitual en la mayoría de foros y listas en España, sobre cualquier tema, pero en especial los sociales y deportivos. Blogs como el de Alfor hay pocos, puedes comprobarlo fácilmente.
me da igual lo que pienses,vivir en rusia me ha enseñado eso.......
ResponderEliminarLa sabiduría popular española te responde:"dime con quien andas y te diré quien eres" y la no menos sabia rusa te confirma: Яблоко от яблони не далеко падает.
Más aún te recomendaría al gran Quevedo:DESENGAÑO DE LAS MUJERES
http://www.los-poetas.com/f/quev1.htm#DESENGA%C3%91O%20DE%20LAS%20MUJERES
Es TODO para ti, especialmente la última linea.
Por cierto que "cuidadito" con las propinitas:
Взятку преподавателю МГУ в прокуратуре посчитали мошенничеством
http://www.gzt.ru/topnews/accidents/-vzyatku-prepodavatelyu-mgu-v-prokurature-/303937.html?from=1columnupfromindex
¡Qué nivel! La verdad es que no tiene sentido que en una universidad funcionen así las cosas. Acabará pasando como en España, que el país da asco y que sólo funciona la beca "enchufe"
ResponderEliminarSí, el comentario de Ricardo sobra, como broma no tiene gracia y como opinión demuestra poco conocimiento y cultura.
Kloonich, jo, que si no acaba nunca la historia no habrá presupuesto para el corto. Bueno, es ni siquiera será corto.
ResponderEliminarRicardo, tarjeta amarilla. Estoy seguro de que se puede expresar la idea, con la que es posible estar o no de acuerdo, de manera menos procaz.
José, bueno, pues anda que lo que viene luego... a ver si me da tiempo a escribirlo.
Ojo, no digo que en España no haya casos iguales y hasta peores en las UPM que tenemos por allí, pero es que a mí me ha tocado éste.
Andriey, gracias por lo que me toca. Ese poema de Quevedo, y todos los demás, y casi todo lo que escribió, es impagable.
Ah, y sobre esa práctica de "estimular" a los profesores universitarios para despertar su interés hacia un alumno concreto, también podríamos escibir mucho. Lo dejamos en la recámara.
Ditifet, pues no sé en qué consistía el premio. Nadie me lo quiso decir nunca. De hecho, no me dieron ni un vaso de agua en todo el tiempo que estuve en la UPM, cuánto menos información sobre lo que estaba pasando.
Se presentaban catorce alumnos, que no sé qué porcentaje representan sobre el total de alumnos de español, y no había un tema, sino que yo podía preguntar sobre lo que mejor me pareciera. Como la facultad era de Economía Internacional, y de eso sé algo, pues las preguntas iban por ahí.
Behemoth, no, si sobre la universidad española también hay muchísimo que hablar, y casi todo malo o por lo menos muy mejorable. Pero algunas cosas de las universidades de aquí claman al cielo.