En estas fechas entrañables de quince bajo cero y dicen que primavera, un valenciano de bien debe hacer abstracción de que se encuentra en Moscú, de que hace un frío insufrible y de que la paraeta de petardos más próxima se encuentra a varios miles de kilómetros de aquí.
Un valenciano de pro, en estas fechas, se dedica a hacer ruido y a buscar cosas para quemar el próximo viernes. Ya lo creo que sí.
Por este motivo, los valencianos que habitamos nuestro hogar, que somos todos, ya sea por nacimiento (yo), filiación (Abi, Ro y Ame) o consorcio (Alfina), hemos constituido la Comisio Fallera Malodmitrovskaya, para celebrar las fiestas josefinas como la ocasión lo requiere. La ocasión requiere que haya una falla, chocolate con churros (los buñuelos me salen peor), cánticos regionales (sin problemas), ofrena a la Verge dels Desamparats, petardos y ruido.
La falla es el monumento central de la fiesta. Lo que pasa es que el pequeño detalle de que no se encuentre en Valencia, sino en Moscú, introduce un elemento distorsionador que nos obliga a adaptar el programa de festejos a nuestras circunstancias locales desfavorables.
La plantà es el acto en que el monumento se sitúa en el suelo (en la noche del 14 al 15 de marzo) y permanece hasta el 19 por la noche esperando la cremà. En Valencia, los miembros de la comisión fallera salen a la calle, la cortan, celebran una cena "de sobaquillo" (o sea, un bocata de atún con olivas que te has traído de casa; las cervezas las pone la comisión) y terminan los últimos detalles para dejarlo todo cuco y pulido, porque al día siguiente, por la mañana, llegará el jurado.
En Moscú, el jurado no está ni se le espera. Y menos mal, porque la Comisio Fallera Malodmitrovskaya no ha intentado siquiera conseguir del ayuntamiento de Moscú los permisos necesarios para plantar la falla en la calle, sabedor de que sus posibilidades de conseguir incendiar algo en el centro de Moscú, por mucho permiso que se tuviera, sin que aparezca una cuadrilla de milicianos, bomberos, ejército y seguratas diversos, eran muy remotas. Mucho.
En compensación, se ha pensado en un lugar distinto, patio trasero de una casa de vecinos, sin acceso desde el exterior, como lugar idóneo para efectuar la plantà.
Lo malo es que el lugar, por otra parte idóneo, tiene un metro de nieve sobre él, problema que hasta la fecha no se ha visto nunca en Valencia. Como los materiales de que constará la falla son papel y cartón, y además durante esta semana los pronósticos del tiempo en Moscú apuntan a tormentas de nieve y temperaturas de hasta dieciocho grados bajo cero, plantar la falla equivalía a convertirla en papel mojado. Literalmente. Y el papel mojado arde fatal.
Así que, en virtud de las competencias que me otorgo a mí mismo como "President de la Comisio Fallera Malodmitrovskaya", que posiblemente sea la comisión fallera más septentrional de todo el mundo mundial, la plantà queda aplazada hasta el viernes. A ver si hay suerte y podemos alisar un poco el hielo.
Ahora pasamos al segundo problema: los petardos.
Pero eso lo dejamos para mañana.
Felices fiestas Alfor. A pesar de que tengo trabajo esta semana, son las 4:45 AM y acabo de llegar a casa. Alcohol, petardos, castillos en el río... Valencia en fallas.
ResponderEliminarBueno, supongo que sabrás lo de la canción "Valencia en fallas" increíble. Es genial.
Suerte con tus particulares fallas, las de Valencia van mejor que nunca.
Behemoz, ¿y encima trabajas? Ufff... que te sea leve la jornada (y las tres próximas).
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