Todos los años vamos a la cabalgata de los Reyes Magos. Los Reyes Magos llegan a Valencia siempre el 5 de enero a las seis de la tarde, y luego es cuando reparten los regalos, pero es muy chulo ir a verlos con las carrozas.
Mi papá queda con un amigo suyo que tiene también niños y así vamos más juntos. Mi mamá también viene, pero este año estaba malita con un virus que se llama trancazo y que lo hemos tenido todos y se ha quedado en casa. Mi papá tosía de vez en cuando, pero al final ha venido.
Los Reyes no pasan hasta tarde, pero hay que ir pronto para coger sillas, porque, si no, llegan otros niños, se las quedan y los Reyes y todas las personas que van en la cabalgata sólo les dan caramelos, chuches y juguetes a ellos. Por eso vamos pronto, para que nos los den a nosotros, pero luego hay que esperar mucho rato y es aburrido.
El día era muy bonito y hacía mucho sol, así que mi papá miró el cielo y dijo que no hacía falta llevar los paraguas. "Por fin", dijo. El amigo de mi papá tampoco llevaba paraguas; sólo iba con él uno de sus hijos, porque una hija pequeñita que tiene tenía la varicela. La varicela es una enfermedad que yo tuve este verano y que se cura viendo la televisión varios días seguidos. Luego la tuvieron mis hermanas y también se curaron así. El amigo de mi papá tiene una hija que es mayor que Abi y que hace unos años que no viene a las cabalgatas. Parece que cuando te haces mayor hay algunas personas que ya no quieren ir a las cabalgatas. A otras personas no les pasa, como a mi papá y al amigo de mi papá. Menos mal que a mi papá no le ha pasado, porque yo no conozco la ciudad bien y no sabría llegar.
Cuando llegamos a la cabalgata, nos sentamos en unas sillas. Mi papá y su amigo se pusieron detrás de nosotros para que nadie pudiera pasar y para mirar mal a todos los niños que se acercaran a por los caramelos. Creo que el trabajo del amigo de mi papá también es solucionar problemas, como el de mi papá.
El amigo de mi papá dijo que había leído que el presupuesto de la cabalgata de este año era más pequeño que el año pasado. El presupuesto son los caramelos que van a repartir los reyes. Parece que hay una cosa que se llama crisis y que es la que se ha comido los caramelos que faltan. Cuando me acueste por la noche, le pediré a Dios que no haya más crisis, como hizo Ro el otro día.
Después, llegó un señor y mi papá le dio cuatro euros por cada silla. Luego nos las olvidamos allí, pero es que luego pasaron muchas cosas y, claro, mi papá estaba muy preocupado. Pero eso lo contaré otro día, porque mi papá tiene cháchara y se quiere ir a dormir.
¡Insuperable!
ResponderEliminarEmpiezo a desconfiar. ¡¿Estos textos no seran obra de un adulto?! Son demasiado buenos para ser ciertos.
salu2
Todo lo que se cuenta aquí debería tomarse con sentido del humor. Si usted no se ve capaz de hacerlo, y aun así persiste en entrar y leer, sepa que no va por usted, que lo que se cuenta está fuera de contexto y que incluso es posible que no sea ni verdad.
ResponderEliminarJe! Pues está muy bien, aunque lo de mirar mal... ya te vale Alfor, pobres niños.
Aish, Alfito, yo quería ir a la cabalgata, que pena que no fuera, porque nos hubiéramos visto... O no... Este Ame es total, angelito, ¿así que el virus de su madre se llama "trancazo"? pero ¿tú que le enseñas? En fin, que tengo ganas de veros o por lo menos verte, pero me imagino que ya andas por tierra moscovita de nuevo... ¿Vas a venirte para los exámenes? Yo por el momento estoy en Valencia, supongo que volveré a Londres después de exámenes, pero no lo sé cierto...
ResponderEliminarBesitos
Hola Alfor,
ResponderEliminarsé que lo que voy a escribir no tiene que ver con esta entrada, pero no soy capaz de recordar dónde leí lo que a continuación se refiere.
Estoy leyendo el libro "Los Rusos de Hoy" de Christian Schmidt-Häuer. Hay que tomarlo con prudencia, puesto que los rusos de "hoy" son los de 1980, pero juro que en las páginas dedicadas a la sanidad soviética he leído casi lo mismo que escribió en esta bitácora. Increíble. El trato a los locales, el trato a los extranjeros... palabra que parece sacado de este blog o viceversa.
La conclusión que estoy sacando es que muchas de las cosas que se culpaba al sistema comunista, poco tenía que ver con él, sino con la forma de ser de ese pueblo.
ohhhhh..vaya vaya, conque te gastaste cuatro euripides por silla y al final no se las llevaron a casa?
ResponderEliminarEstas de un Altruista Alfor!
Y conque conseguiste un colega en dicho evento, que tambien arregla problemas? vaya vaya vaya!
Yo por si las dudas, me voy a poner la vacuna contra el Virus Trancazo que seguro es mu malo mu malo. Si en el altiplano de Guatemala esta haciendo temperatura bajo cero por el frente frio, y en Mexico central cae nieve (cosa que no pasaba desde las epocas Aztecas), quien sabe que puede suceder por estos pagos.
Saludos Alfor!
Orayo, hombre, tanto como "demasiado buenos" tampoco creo que lo sean...
ResponderEliminarBehemoh, los niños de los demás son una panda de bichos que deben mantenerse cuanto más lejos mejor. Y se lo digo yo, que me encantan los niños.
Estherita, sigo por la millor terreta del mon, pero sumamente liado. Volveré para exámenes, y puede que, paradójicamente, esté más libre.
Francisco, no, yo personalmente no creo que buena parte de los desastres que trajo el comunismo soviético sean consustanciales al pueblo ruso. Sí que creo que setenta y cinco años de comunismo, sobre todo en sus últimos años, los del conformismo, han echado a perder a varias generaciones y han impregnado demasiados ámbitos de la vida del país, casi siempre para lo malo, y a veces (como en el caso de la educación y la cultura) también para lo bueno. La cosa tiene remedio, aunque va despacio, a medida que haya gente que viaje y vea que otro mundo es posible. Lo que pasa es que ese otro mundo no es siempre y absolutamente mejor. Ya veremos, pues, en qué van quedando las cosas.
Kozure, ya sabes, ojo con los virus, que los carga el diablo.