Tanto idioma al final termina por marear. Así le ocurrió a Abi, que está simultáneamente inmersa en ruso, castellano y valenciano y, encima, le hacen dar clase de inglés; no es de extrañar que, en la cena de ayer por la noche, en que nos dedicamos a la cocina oriental, viera el frasco de la foto y dijera.
- Mamá, si la botellita ésa no es un sauce, ¿por qué dice "soy sauce"?
Claro que sí. Y es que ya no se puede fiar uno ni de las botellas. A la mínima te engañan.
En una vida anterior fue un sauce. Oriente y la reencarnación, ya se sabe.
ResponderEliminarJajajajaja, que bueno lo de Abi, pobreta. La verdad es que la botella lo dice claramente "soy sauce"... Aish que bueno...
ResponderEliminarBesitos
Achab, entonces, salvo que la conjugación de los verbos se le da fatal al sauce, todo está claro.
ResponderEliminarEsther, uno aprende a leer y se encuentra con estas deformaciones de la realidad.