Moscú es la ciudad de las limusinas. Vamos, no es que conozca muchas ciudades en este mundo, pero estoy por apostar que no hay en ninguna otra tantas limusinas como por aquí ¿Por qué? Porque las costumbres nupciales son bastante diferentes a lo que es habitual en España. Vale que ya he escrito sobre esto, pero es cosa de resaltarlo un poco más.
En España, las novias insisten en que quieren casarse en una iglesia bonita. Así están las iglesias bonitas, con colas hasta arriba y con parejas aplazando sus casoríos meses, con lo fácil que sería ir a tu parroquia y decirle al párroco que si le viene bien el día que han pensado los novios. Además, te ahorras el traslado de expediente y el papeleo, que, además de lo que cuesta, es un latazo.
En Rusia, como el matrimonio por la iglesia no está reconocido por el Estado y los novios, de todas todas, tienen que pasar por las oficinas, pues lo de la iglesia como que no es muy popular. Además, el común de los novios piensa, y piensa bien, que el matrimonio por la iglesia es para toda la vida. Qué horror. No, no... a otro perro con ese hueso.
Vamos, que aquí, de lo que se trata es de alquilar la limusina más larga. Como en la boda que me cruce el otro día, en que los novios habían contratado, no una, ni dos, ni tres... los novios habían contratado cuatro limusinas. Es una lástima que mi cámara no tenga panorámica, porque fue imposible meterlas en una sola foto.
Supongo que los que hacen su agosto son las casas de alquileres de limusinas, que seguro que se forran. Por cierto que si pincháis en la foto de la derecha veréis la foto más grande y podréis ver el teléfono de contacto y la página web de la casa de alquiler que eligieron los novios. Yo he entrado, y he flipado con lo que he estado viendo por allí. Se ve que las alquilan no sólo para bodas, sino para cumpleaños, para recoger a gente al aeropuerto, e incluso para aniversarios de bodas. Y yo en bicicleta, che.
Y menudo parque que tienen los tíos.
En fin. Me lo he pensado mucho antes de escribir esta entrada... porque me temo que va a ser la entrada que me va a salir más cara de todas las que he escrito. Bbbrfff... visualizad unos temblores fríos.
¡Bieeeeennnnn!
ResponderEliminarAsí me gusta, previsor... Buscando la información con tiempo. Una de las cienes y cienes de razones por las que me casé contigo
Yo me caso este mes y hemos pasado de limusinas. Eso sí; un coche majo queríamos coger y hemos optado por este modelo de la Bayerische Motoren Werke.
ResponderEliminarEl resto de la gente en microbús (que me vienen 14 de España...)
Maaaaadre del amor hermoso, pedazo limusinas, Alfito, uff... La Todoterreno me gusta, oye, la verdad, ya que te pones, pues para qué una normalita, te pillas la del bicho ese americano (tiene un nombre ese tipo de todoterrenos que ahora mismito no me sale) y a avasallar las calles, jajaja... La verdad es que siempre he tenido la ilusión de darme una vueltita con limusina, por aquello de probarlo, y ya que estamos, me gustaría alguna ciudad menos conocida que esta nuestra (Valencia) No sé, por ejemplo por New York oooo... Paris, bueno seguro que si pienso un poco, se me ocurren unas cuantas más, jejejejeje...
ResponderEliminarAla me voy a mirar el parque de la empresa, jejeje.
Besitos
Hammer, creo que era hammer el nombrecito de marras, o algo así, por cierto, en ampliado se ve las horteradas de adornos florales y no es por nada, Alf, pero aquí se tiene más gusto, en general, con las decoraciones de los coches, eh??
ResponderEliminarBesitos
Alfina, y tan previsor...
ResponderEliminarAlberto, enhorabuena y que sea para bien, que seguro que sí. Y recuerda: antes muerto que sencillo. ;)
Estherita, ya sabes que sobre gustos no hay nada escrito. En todo caso, acabo de oír por la radio que ya hay una empresa en Valencia que alquila limusinas, así que ya ves que las modas llegan a todos los sitios.