Parque, columpios, árboles. Abi, Ro y Ame juguetean con otros niños. A un par de metros a mi derecha, un niño y una niña discuten.
- ¡Déjame en paz! -decía la niña, soltándose.
- No te dejo - responde el niño, agarrándola.
- Venga, déjame.
- No. La mamá ha dicho que tengo que cuidar de ti.
- ¿Cómo que cuidar tú de mí, si tienes dos años menos que yo?
- Lo ha dicho la mamá. Y soy un hombre.
- Anda, déjame en paz.
En esto, la niña advirtió que había un hombre -yo- riéndose con ganas de lo que estaba oyendo. Se me acercó y me dijo:
- No le haga mucho caso. Mi hermano es así, él -y, en un gesto universal, se llevó el dedo índice a la sien y giró la muñeca. Luego se rio también.
Mientras en España se lanzan campañas absurdas contra los juguetes sexistas (estoy seguro de que la idea es de gente que no tiene hijos), en Rusia la diferencia de roles entre varones y hembras está clarísima, al menos para unos, desde edades tempranísimas.
Bueno, por de pronto, la niña ya ha descubierto que los hombres estamos pirados.
ResponderEliminarPronto el chico descubrirá que la smuejres también y d eeste mod habrán conseguido el pleno entendimiento del universo en el que viven.
Achab, ése será el momento de darse a la bebida. Cualquier excusa es buena.
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