Habíamos dejado la cosa en una situación delicada, con cuatro mil euros sobre la mesa, un avión que despegaba poco después y un aduanero frotándose las manos internamente.
- Oiga, -dije- yo no sabía que también tenía que declarar los rublos.
- Bueeeeno, usted pudo haber preguntado ahí fuera, en la mesa de información, pero claro, ahora ya no vale.
Guardé silencio un momento. El aduanero, indudablemente ducho en estas lides, prosiguió su discurso.
- Mire lo que pasa por hacer esto. Ahora, ¿qué tengo que hacer? Le tendré que confiscar este dinero, y le tendré que retener a usted, llevarle a aquella habitación, perderá usted su vuelo, seguro. Y yo tendré que levantar acta de todo esto. Por lo menos me pasaré dos horas con todo esto. No crea que me alegra mucho pasarme dos horas levantando acta.
Bueno. Era el momento de la pregunta.
- ¿Hay alguna alternativa a esto?
El bicho levantó la cabeza.
- ¿Alternativa?
- Alternativa.
El bicho hizo como que pensaba y dio un suspiro.
- Quizá pudiera usted pagar una multa.
- ¿Una multa?
- Podría ser.
- ¿Y de cuánto?
- ¿Cuánto le parecería a usted razonable?
En la mesa estaban, además de los cuatro mil euros, mis dos billetes de quinientos rublos. Puse la mano sobre uno de ellos y lo alargué. El aduanero puso un papel sobre el billete y lo hizo desaparecer bajo la mesa con una rapidez digna de mejor causa. La elección de la cantidad no era casual, ya que, según la legislación rusa del año pasado, los "presentes" a los funcionarios rusos de hasta quinientos rublos se consideraban usos normales; a partir del 1 de enero de 2007, la normativa ha cambiado, pero no para acabar con esta vergüenza, sino para aumentar el tope hasta los cinco mil rublos. Por supuesto, el que hizo la norma no estaba pensando en sucesos como el que relato, pero está visto que ciertos funcionarios tienen una interpretación de estos preceptos un tanto fraudulenta.
El aduanero, ahora sí, selló rápidamente mi declaración aduanera y me alargó los cuatro mil euros y los quinientos rublos restantes, y aún tuvo la desfachatez de decirme:
- Guárdese el papel sellado hasta salir en el avión, por si le hacen algún control más adelante.
Avancé hacia la mesa de facturación con los puños y los dientes apretados y la sangre subiéndome a la cabeza. Es cierto que quinientos rublos, unos quince euros, no es una cantidad demasiado onerosa, pero no es menos cierto que la sensación de humillación e impotencia durante el proceso no depende mucho de la cantidad sacrificada. Y, mientras en su país pasa esto, y cosas mucho peores que ésta, Putin realiza proclamas contra la corrupción, que ha convertido en su objetivo de boquilla, que no de hecho, diciendo que el que quiera trabajar como funcionario debe conformarse con el sueldo que se le ofrece, y atreviéndose a poner a caldo a los demás, diciendo que "mafia" es palabra italiana y que en España hay gente encarcelada por corrupción.
Y la hay. El problema es que en Rusia no sólo prácticamente no la hay, sino que, por poner un ejemplo, el anterior jefe del Servicio Federal de Aduanas, acusado de sacar del puesto cosa de diez millones de dólares a base de testaferros, no sólo no está en la cárcel, aunque fuera en prisión preventiva, sino que lo designan Embajador en Eslovenia, quizá para facilitarle poner pies en polvorosa si las cosas van mal dadas. Ahí, ahí, dando ejemplo.
Madre del Amor Hermoso, como anda la corrupción por esos lares.... Aunque después de leerte, supongo que corrupción no es la palabra que debería usar, porque según ellos no existe.
ResponderEliminarBueno, al menos no te salió excesivamente caro. ¿Te cuento lo que pasa por este lado del mundo? Aunque lo sabes. Mira, el año pasado por estas fechas, iba yo con unos amigos, que me estaban ayudando a traer unos muebles a mi casa, desde Valencia, en una furgoneta. En la autovía de repente nos pasó a toda velocidad un Porsche, venía desde la dirección Madrid-Barcelona. Detrás llevábamos un coche de la Guardia Civil, la benemérita siempre cumpliendo con su deber. De repente puso las luces y empezó a acelerar, pensábamos en un principio que se iba detrás del Porsche pasadito de velocidad (lo menos iba a 200km/h). Pero no, nos paró a nosotros y le puso un pedazo multón al dueño de la furgoneta por llevar en los cristales unas finísimas láminas que oscurecián ligeramente el cristal y que le ayudaba a no pasar tanto calor en verano. Te diré que hasta que el de verde no lo dijo, yo ni me había dado cuenta.
Huelga decirte el multón que le calló a mi amigo (suerte que todavía no estaba el carnet por puntos) mientras el deportivo y su dueño siguieron su camino tan felices, sobrepasando con creces los límites de velocidad. Esos mismos que tanto nos recuerdan todos los días porque es muy peligroso rebasarlos... Hipócritas de mierda.
Como ves, corrupción e hipocresía hay por todas partes, aunque en algunos sitios la maquillen. Pero los sucesos con los lechuguinos, seguro que tú también los conoces bien..
Besitosssssss
He tenido experiencias semejantes en Marruecos, Pakistan y tambien en Moscu. Otros compañeros de trabajo tambien han pasado por este ritual. Lo facil en estos casos es sacar las virtudes occidentales de honradez a prueba de bomba (en los niveles bajos, porque arriba se roba a mansalva), y compararla con la venalidad de los funcionarios subdesarrollados.
ResponderEliminarPero creo que es mas realista ver el fenomeno en un contexto mas amplio: estos funcionarios rusos o pakistanies cobran dos duros como salario (cosa imprescindible dados los bajos impuestos que sus gobiernos recaudan), y su "derecho" a sacarse un plus con las pequeñas corruptelas (hay que reconocer que no abusan) es solo parte del sistema, por lo que sacar conclusiones morales de este hecho o hacerse mala sangre esta fuera de lugar. Sencillamente en Europa o USA uno paga con recibo y por conceptos mas o menos claros, mientras en el Tercer Mundo hay que pagar sin justificante (lo que si uno debe justificar los gastos es un problema) y sin tener muy claro porque se paga, pero no creo que al final le salga a uno mas cara la broma. Y asi es la vida y asi hay que tomarla. Por si le vale de algo, las relaciones con la administracion española en los años 50s y 60s no eran muy distintas, y sin obolo la gestion de uno iba al fondo del cajon de asuntos pendientes per secula seculorum. Tambien podemos acordarnos de un ejemplo mas reciente, Antonio David, el entonces yerno de Rocio Jurado en funciones de Guardia Civil.
Cuando recuerdo de donde vengo adopto una actitud mas modesta ante este tipo de cosas.
Aquí entra perfecto una frase que decimos en México...
ResponderEliminar"En todos lados se cuecen habas"
Un bESO
Esther, lamento mucho lo de tu amigo. La verdad es que de la Guardia Civil no tengo queja, sino todo lo contrario, porque al menos en una ocasión me sacaron de un apuro. Con ellos no he tenido ninguna mala experiencia de momento, pero también es verdad que voy muy poco en coche, y a los ciclistas nos hacen siempre la vista gorda.
ResponderEliminarIsmailovsky Park, en primer lugar, bienvenido y gracias por su mensaje. La verdad es que habría mucho que decir sobre el mismo, y voy a intentar explicarme. No conozco el caso pakistaní, así que permitirá que me concentre en el ruso. Y así, veo estas cosas:
1.- El Gobierno ruso recauda impuestos, ya lo creo que los recauda. De hecho, tiene un impresionante superávit público y, literalmente, no sabe dónde meter el dinero.
2.- Los funcionarios rusos no tienen un sueldo suficiente para comprarse un Mercedes, pero en los últimos años sí que es suficiente para vivir modestamente. Ya han pasado los tiempos de sueldos de miseria absoluta en el sector público. Sin embargo, la mayoría de los aduaneros pueden permitirse un Mercedes. No estamos hablando de que el soborno sea la frontera entre la indigencia y la supervivencia, sino entre el Lada y el Audi.
3.- En Moscú no hay paro. Simplemente no lo hay. El que, sabiendo los sueldos que pagan en el sector público, sin embargo se mete en el mismo, es porque espera completarlos con algo. Y eso está mal. Como bien dice Putin (aunque luego no obra en consecuencia), hay unos sueldos y, el que quiera trabajar para el Estado, que se conforme con ellos. El que quiera más, en el sector privado se están pagando ya sueldos muy decentes.
4.- Estoy seguro, como usted, de que en España hay corrupción sin necesidad de subir muy arriba. He sido abogado en España y no hace falta que nadie me cuente lo que son las astillas; o el caso de Antonio David, que usted trajo a colación tan correctamente. Pero, en 2007, no es la regla general. Los profesores de universidad no cobran sobornos a los alumnos por corregirles exámenes; no se venden títulos universitarios ni carnés de conducir; ni los policías de tráfico subastan entre sí los puestos de vigilancia cerca de las zonas de ocio (para cobrar sobornos de 500 dólares a quienes pillan con una copa de más ¿Eso no es abusar? Y que conste que a mí no me han pillado nunca). Y así, si no todo, sí casi todo.
Ya le digo: quizá en Pakistán estemos hablando de la frontera ente la vida y la muerte, pero en Rusia no. En Rusia estamos hablando de gente que quiere más y más. Claro que así es la vida, pero no me diga que así hay que tomarla, por favor, que a mis años aún aspiro a saber distinguir entre el Bien y el Mal y a elegir el primero.
BAR, en todas partes, sí ,señor.
Estimado Ismailovsky Park,
ResponderEliminaraunque debo tener bastantes menos años que usted, da la casualidad de que en los últimos de ellos he viajado bastante (por trabajo) y es más, he vivido no poco tiempo en Marruecos, y bastante más en Moscú (donde sigo).
Aunque entiendo su punto de vista, comparto completamente la opinión de Alf al respecto. Como ya le digo, creo que puedo comparar entre una España moderna, con sus cabrones mangantes, un Marruecos muy pobre, incluso un Senegal para echarse a llorar sino fuera por la gente maravillosa que conocí, ... y esto llamado la Nueva Rusia.
Efectivamente, en la miseria, yo no voy a culpar a nadie por querer mantener a sus hijos, o incluso puedo llegar a excusar una falta de moral y/o ética porque históricamente no la ha habido por un sistema educativo prácticamente inexistente y muy mal dotado en todos los sentidos.
En Rusia, donde la tasa de alfabetización, escolarización y educación superior debería ser la envidia de muchos países occidentales el problema radica en una cosa que me parece tan cierta, como triste (ya que vivo aquí, y le tengo mucho cariño a este país)... NO HAY MORAL.
Y no hay excusa, PARA NADIE. Ni para los que gobiernan, ni para los que se dejan "gobernar".
Un amigo que lleva bastantes años aquí, me comentó una cosa el otro día que, por terrible que suene, me temo tiene mucho de cierto. EL defiende que no quiere que sus hijos se eduquen aquí no por la cantidad de cosas que se podrían poner en la balanza negativa, sino por la más importante: ".. ¿ Te imaginas que tu hijo/a acaba teniendo los "valores" de uno de estos ? (señalando a un chaval de unos 15 años que acabábamos de ver en plena pelea por un botellín de cerveza)?." y estonces soltó la terrible frase "... no conozco a nadie en este país, que no sería capaz de hacer CULAQUIER COSA por el suficiente dinero". Por supuesto, esta afirmación es una barbaridad, pero la verdad que esconde debajo es muy triste.
Y aquí sigo, enganchado a este país difícil pero interesante. Eso sí, todavía no tengo hijos.
Y aunque no sirve de nada, y por desesperante que es, yo sigo intentando defender los valores más básicos de la moral y ética que el sentido común debería dictar, en mis charlas, cafés, o cervecas con mis autóctonos conocidos.
Mi última cruzada es el uso del cinturón de seguridad.En cada "taxi" que cojo, intento convencer al conductor de que se lo ponga; me invento lo que sea, pero nada de nada. En el último año, sólo lo he conseguido una vez, y bien contento que me quedé.
Por otra parte, y ya que suelto la chapa crítica, me gustaría comentar que parte del encanto que tiene este país es una cierta "natural animalidad", un cierto retorno a la parte más animal y libre del ser humano. Son pequeñas cosas que en las super "modernos y civilizados" países de europa occidental se está perdiendo a marchas forzadas, y que hacen la experiencia de vivir en ellos bastante rutinaria... y a mí eso, no me gusta.
En fin, que en cada país tenemos nuestros males y bonanzas, pero no excusemos a unos amorales alegando miseria... eso queda para otros seres humanos, que sí que sufren de verdad el día a día.
Saludos a todos.
¿A Antonio David no le echaron de la Guardia Civil por eso?
ResponderEliminarSi echan a un corrupto es que el sistema funciona (al menos en ese caso) ¿No?.
Ejemplar, muy ejemplar.
ResponderEliminar