Todo lo que se cuenta aquí debería tomarse con sentido del humor. Si usted no se ve capaz de hacerlo, y aun así persiste en entrar y leer, sepa que no va por usted, que lo que se cuenta está fuera de contexto y que incluso es posible que no sea ni verdad.
martes, 9 de mayo de 2006
Juventudes Comunistas y Blancos de Negro
Una de las ventajas de estar penando (o no) por esta bendita ciudad consiste en que uno se convierte en testigo de jaleos como el de la foto. 9 de mayo, sexagésimo primer aniversario de la victoria de la Unión Soviética contra el fascismo (pudorosos, los bolcheviques evitaron siempre hablar de la victoria contra los alemanes, cosa que quizá hubiera molestado a sus lacayos de la sedicente Alemania Democrática). Ahora esto se ha convertido en una fiesta nacional, pero los comunistas siguen dándole matraca. En la foto se ve a los mismos manifestantes, seguramente, de hace cuarenta y cinco años, con el pequeño matiz de que se aprecia una alarmante escasez de relevo generacional.
A una distancia de unos cincuenta metros de los rojos, les seguían los blancos, paradójicamente vestidos en su mayoría de negro, en mucho menor número, y con un porcentaje de canas igualmente menor (sin contar los cabezas rapadas, que alguno se ve).
Y, mientras desfilan por la Tverskaya, a menos de cien metros de mi casa, el público que pasea reacciona con relativa indiferencia al despliegue de los rojos, como quien no sólo ha visto muchos, sino que ha formado parte de más de uno. En cambio, los blancos causan sorpresa. Casi nadie -yo tampoco- sabe muy bien quiénes son ni qué pretenden, pero sus cánticos religiosos, muy diferentes de las sobadas consignas de sus predecesores en la marcha, sus estandartes, de lo religioso a lo nacionalista, sus uniformes paramilitares... todo ello causa que los espectadores se miren entre sí atónitos. No hay aprobación ni desprecio, sólo sorpresa ante una visión más parecida a una procesión ortodoxa que a una manifestación política.
Lo de los rojos o comunistas lo entiendo, y de hecho hasta lovivo por aquí, aunque de otras formas, pues el comunismo, desde que al señor Marx le dio por ser filósofo, político y escritor,se extiende de diámetro a diámetro de nuestro planeta, como tantas otras creencias, afiliaciones y "-ismos" de nuestra era.
ResponderEliminarPero esto de los blancos... Yo creo que me hubiera quedado igual de sorprendida, y es que que los rojos vayan de verde o azul vaquero, pues como que no sólo está asumido, si no que hasta parece normal... ¿pero blancos de negro? ¿y con menos canas.. blancas? y con cantos entre religiosos y políticos... ¿y qué pintan los cabezas rapadas en una manifestación que tiene visos de pacifista-religiosa (lo de pacifista me vino a la cabeza por el blanco de... bueno de su definicion, que no de sus ropajes)
En fin.. Tal vez sea incomprensible hasta para los moscovitas. O tal vez sea que el desconocimiento de su cultura (por desgracia desde aquí desconocemos tanto de moscú y alrededores...) me lleve a no entender lo del blanco
Besos
Muy bueno, Esther. Bueno, lo de blancos tiene su origen en la guerra civil rusa de 1918-1920: rojos contra blancos. Los rojos ya sabes quienes son, y el blanco es el color asociado a la legitimidad monárquica y a la Tradición. Sin embargo, en Rusia tiene una curiosa asociación con el negro, también color tradicionalista (o así), desde que el principal partido político ruso del período parlamentario 1906-1917 (los "Chyornosótentsy") lo adoptaran como propio.
ResponderEliminarLos blancos no son pacifistas. Sí son nacionalistas, algo que en Rusia está más unido a la religión ortodoxa de lo que nos gustaría a los cristianos no ortodoxos. Pero ése es otro asunto que da para mucha tinta. Ya tendremos ocasión de abordarlo, espero.
Estaría bien que me lo explicaras un poco algún día porque la verdad desde aquí Rusia y Moscú son esos sitios donde hace mucho frío, hacen muñequitas de madera que se meten dentro de otras muñequitas de madera, tienen una plaza roja (que no sé por que es roja porque yo siempre la veo blanca) y esos edificios curiosos, que parecen palacios de cuentos de hadas...
ResponderEliminarAh si, y fueron los "demonios" comunistas.. o así nos lo hicieron ver cuando la guerra fría era guerra y el muro de Berlín, muro.
Besos
No, no, la plaza es realmente roja, del color de los ladrillos del Kremlin. Los "edificios curiosos" son iglesias ortodoxas, no precisamente palacios de cuentos de hadas. A ver si un día encuentro una foto chula y la pongo.
ResponderEliminarComo ves en la entrada, comunistas quedan unos cuantos (más que en otros sitios, desde luego), pero los de aquí no se parecen en nada a Llamazares (¿Es comunista Llamazares?). De verdad. Es más, si conocieran el programa de IU, no sé si les iba a gustar.
Jajaja, en eso estamos deacuerdo...
ResponderEliminarY sí, seguro que es roja, pero es que en las fotos siempre aparece nevada...
Besos
PD: Espero las fotos
Para info general: el nombre de la Plaza Roja no tiene nada que ver con los "rojos", pues ya se llamaba asi en tiempos del zar, poco sospechoso de hacer propaganda de sus adversarios. En realidad se la llama "roja" en los medios occidentales por una mala traduccion, que tras muchos años en activo ya ha adquirido vida propia. "Krasnaia Ploshad", que es como se escribe (mas o menos) en ruso, el nombre de la plaza, puede significar "roja", pero tambien "bonita" en ruso antiguo. Parece que ese ultimo significado es el original, aunque el uso haya consagrado el significado alternativo en occidente.
ResponderEliminarEso aparte, hay mucho ladrillo rojo, pero solo en el lado derecho (mirando al rio) de la plaza, que es el muro del Kremlin. A la izquierda esta el GUM y otros establecimientos comerciales, que son de un color mas bien gris, por lo que recuerdo.